Capítulo 15

1.5K 212 104
                                    

Narra J Hope

Esperé en la entrada durante horas hasta que el saxofonista tocó mi hombro sacándome de mis pensamientos, tenía que irse pues había sido contratado en otro lugar.

Saqué la cartera para pagarle y me detuvo con su mano diciendo que no era correcto cobrar sin haber tocado ninguna pieza. Le agradecí con una sonrisa y volví a mirar mi reloj, eran las 10:30.

Le marqué varias veces a Suga y a Jimin pero ninguno me contestaba, comenzaba a preocuparme. Me recargué en el marco de la puerta y seguí esperando, todos empezaban a irse ya que se sentía más frio conforme anochecía.

Justo a la media noche mi celular sonó...

*¡Chimchim! ¿Dónde están? ¿Los atrapó el tráfico?

*Yo... emm... hyung...

*¿Qué pasa? No me espantes.

*Nada malo... es solo que... emmm...

*Déjate de rodeos y dilo ya.

*Es que hemos estado buscando a Tae por todos lados y no lo encontramos.

*¿Qué? ¿Otra vez?

*No, ¡tranquilo! Sabemos que salió con una amiga porque le mandó un mensaje a Jin pero no hemos podido localizarlo.

*Vaya... que suerte.

*Lo siento... quisimos avisarte antes pero creíamos que regresaría a tiempo. En verdad lo lamento...

Terminé la llamada y sentí caer la culpa en mi espalda. No fue la mejor idea fingir que había olvidado todo, él debió sentirse decepcionado y para distraerse salió con una amiga.

Tomé mis cosas y pagué el servicio para ir directo a casa. Manejé rápido esperando encontrar a Tae en casa pero cuando llegué y entré a la habitación me di cuenta que todavía no regresaba.

Saqué el celular, en la pantalla tenía una foto de él, sonreí al verla y escuché abrirse la puerta principal. Me levanté y justo antes de que V entrara bajé al oso de su cama y lo puse junto al armario tapándolo con una sábana.

En cuanto entró me acerqué a él para poder besarlo, su chamarra desprendía un olor muy dulce, un olor a perfume de mujer. Él no correspondió mi beso, parecía molesto y entendía que era mi culpa.

-No debiste esperar despierto, ya es tarde -caminó hacia su cama.

-No importa, no podría dormir tranquilo sin verte. Amor... -caminé hacia el oso- quiero mostrarte algo.

-Hoy no -se dejó caer en la cama- estoy cansado. ¿Déjame dormir si?

-Ah... está bien -solté la cobija que había comenzado a levantar- mañana te lo mostraré -caminé hacia él y vi que ya tenía los ojos cerrados. No quise despertarlo así que besé su frente, lo cubrí con la cobija y me fui a mi cama.

La noche pasó rápido y me volví a levantar temprano. Hice pan tostado, unté algunos con mermelada y otros con nutela, los puse sobre un plato y serví dos vasos, uno con leche y otro con jugo. Me dirigí a la habitación y comencé a mover el brazo de Tae para despertarlo.

-Buen día Hobi -susurró adormilado.

-Levántate, te prepare algo -sonreí.

Recargó su espalda en la cabecera de la cama y puse la charola con el desayuno en sus piernas. Al ver la comida me miró sonriente y no resistí las ganas de besarlo.

A la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora