Capítulo 15: No te reconozco

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Estaciono el coche en frente de mí casa y compruebo que las luces se encuentren apagadas. Bajo del coche y abro la puerta trasera, allí esta con su cabello rubio en una paz inmensa pero de su frente recorren gotas de sudor. Me acerco a él y paso mi pulgar por su frente quitando las gotas, me quedo allí viéndolo, esta con sus ojos cerrados pero balbucea algunas cosas imposibles de comprender.

-Lo siento, esto es mi culpa, te deje solo. Sabía que no sos de estar en fiestas y ahora terminas así.- miro cada punto de su rostro sintiendo unas ganas inmensas de besarlo, pero me reprendo y retracto. Lo tomo suavemente de su brazo y no sé cómo voy a llevarlo hasta la habitación de huéspedes, quizás es mejor llevarlo a la mía y yo dormir en la de huéspedes.

Logro sacarlo del interior del coche y con un brazo alrededor de mi hombro lo llevo con cuidado, sus piernas flaquean en varias ocasiones esforzándome a que haga más fuerza.

-Todo está bien, Ian- digo cuando escucho un quejido de sus labios.- Ya no va a suceder nada- con algo de culpa sigo mi camino. Abro la puerta de mi casa e ingreso junto a él, solo me falta subir las escaleras.

"Solo eso" pienso sarcástica.

-Kelly- susurra entrecerrando los ojos pero al parecer no tiene tanta fuerza por dejarlos abiertos y por eso los vuelve a cerrar. Ese idiota le abra metido una droga con efectos secundarios muy fuertes como para que Ian este de esta manera.

-Shh... tranquilo- al llagar a la habitación, lo recuesto en la cama y relajo mis brazos. Se mueve algo inquieto y me siento a su lado, tomo sus mejillas entre mis manos- Ian, ya calma- en ese momento se tranquiliza y solo un minuto para caer en un profundo sueño.

Camino fuera de la habitación dirigiéndome a la de huéspedes...

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-Ya mama, deja de preguntar, ya te dije que lo drogaron en la fiesta y no me quedo de otra que traerlo aquí. Si sigues preguntando se enterara que te dije.- trato de tranquilizarla. Son las diez de la mañana e Ian no se levantó, me encuentro en la cocina desayunando mientras mi madre me mata a preguntas, mi hermano solo tiene su frente en la mesa con una resaca impresionante por la cantidad de alcohol que ingirió ayer.

-Cállense- se queda.

-No hubieras tomado en exceso- lo reprendo.

-Calláte, no quiero recordarte la última vez que tomaste- me quedo callada y mi madre me mira con sus cejas alzadas.

-Creí que no tomabas

-Solo fue una vez, no voy a hacerlo más.- mi madre asiente y mira su teléfono unos segundos y se levanta de la mesa.

-Debo ir a trabajar- Luke y yo la miramos confundidos.

-Es sábado- dice él.

-Trabajo igual, no tengo días libres como ustedes- toma su bolso y camina a la puerta.

-Claro deja a tus hijos por el trabajo, gran idea- digo sarcástica.

-Y no vuelvas, estaremos excelente- agrega mi hermano. En ese momento aparece Ian con expresión confusa y algo de timidez.- ¡Hey, Ian!- saluda Luke y le indica un asiento libre alrededor de la mesa.- ¡Tina!- llama a la cocinera, mi madre decidió que sería mejor contratar una cocinera ya que ella no tiene tanto tiempo en cocinar antes del trabajo.

-¿Si joven?- pregunta la señora.

-Le presento a Ian Watson- señala al el chico tímido.

-Un gusto- dicen al unísono y yo río.

Take Off The Glasses!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora