cap.13

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Pov's Emma.

Ya había abordado el avión, me puse los audífonos, por suerte no tenía a nadie en el asiento de a lado, la señal de abrocharse los cinturones sonó y así lo hice, sentí a alguien sentarse a mí lado y un aroma familiar impregnó en mis fosas nasales,

<<Dylan >>

Pensé,el avión despegó y al voltear ví a un hombre viejo con el cabello canozo, Wow confundí a Dylan con este hombre, sonreí internamente y me quité el cinturón, me dedique a dormir relajandome con la musica...

Me removí un poco ante lo cómoda que estaba,

Dylan... — susurré al sentir su fragancia más cerca de mi nariz, frunci el ceño al sentir unos brazos rodearme y acariciar mi cabello, estaba durmiendo en el pecho del viejito, palideci ante la idea, pero no, no era un viejito, era un joven, su pecho me era familiar, había escuchado esos latidos antes, su fragancia era única.

Su pecho vibró, se reía, conocía esa risa, abrí los ojos como platos y levanté la mirada, su marcada mandíbula, sus labios deseables e únicos, sus ojos se toparon con los mios,

Dylanvolví a susurrar, de seguro estaba soñando, yo me fuí sin él, lo juraba,

— cuando lleguemos al hotel te castigaré mi pequeña Emma —, dijo y yo palideci aun más, el me besó como si me hubiese hido de el más de mil años, — no te vuelvas a ir así Emma, no soportaría tenerte lejos de mis ojos se humedecieron y ví como también los de él, me besó profundamente y entrelazó su lengua con la mía, nada más de pensar que lo hiba a dejar, que me hiba a separar de el por siempre me hacia sentirme sola,
te amo Emma —, susurró en mis labios,

yo también Dylan —, le dí un casto beso y me abracé a el, le amaba, le quería y dejarlo, mm mm mm, no sé que se me metió por la cabeza irme así por así. El traía puesto el mismo traje de su trabajo, y eso me hizo saber que no dudo en venir por mí en cuanto leyó la nota.

Al aterrizar el avión fuí por mis cosas, Dylan cargó una maletas y tomamos un taxi, este nos dejó en uno de sus tantos hoteles y pedimos una habitación, algunos lo reconocieron rápido y lo miraron sorprendidos, era el jefe.

Al estar ya solos en la habitación Dylan me miró furioso, me sentí intimidada ante su mirada penetrante, me regañaria como era de esperarse,

— me puedes explicar ¿porque te hibas a venir a Miami sin decirme? — me dijo con voz severa,

— te lo dije en la carta Dylan —, le respondí,

— Emma, despedí a Juliane, le dí un plazo de una semana que consistía el trato para que se vaya —, me dijo, le ví sorprendida, — a parte, yo no me voy a casar con otra por que sea la mujer perfecta para mí, yo te amo a ti Emma, tu eres mi mujer perfecta, eres mi todo, mi vida Emma... —, me tomó de los hombros y me vió a los ojos, — y no estoy dispuesto a dejar que MI esposa, MI mujer se vaya a enamorar de quien sabe quien. yo me robé tu corazón así como tu robaste el mío —,¿ era cierto? — Emma... — suspiró, —...no sabes lo que sentí al leer la carta, me sentí vacío ante la idea de perderte, pensé que tendría que contactar con detectives para que te buscaran por tierra, mar y cielo —, me dió un beso en la punta de la nariz, — Te amo Emma —,

— lo siento Dylan, pensé que eso era lo mejor... —, el negó con la cabeza y me dió un casto beso en los labios,

— no Emma, lo mejor es que tu te quedaras conmigo a mi lado —, me dijo y yo sonreí de lado.

Acune sus mejillas con mis manos y le besé, amaba a este hombre, le quería.

Él intensificó el beso hasta que se separó de mí,

Te amo Emma y no soportaría perderte, susurró y en mis labios sin pensarlo más me aventó a la gran cama kingsize y nos despojamos de la ropa que traíamos, sus labios recorrieron todo mi cuerpo y yo disfrutaba de eso. Me penetró hasta el fondo y nuestros gemidos se mezclaban, mi respiración era acelerada igual que la de él, así estuvimos hasta que el climax llegó, sentí como se corría dentro de mí. Minutos después nos quedamos dormidos cubriéndonos con la sabana de la cama.

Abrí los ojos y ví a Dylan dormir aún, me levanté con cuidado de no despertarlo, me puse la bata de dormir porque hacia un poco de frío, salí al balcón y la brisa del mar chocó en mi cara, respiré el olor a sal y el fresco aire.
Me dí la vuelta y decidí cambiarme, quería salir a la playa un rato para despejarme un poco.

Me puse un vestido holgado color verde marino con unas sandalias de meter, dejé mi cabello suelto y salí del cuarto.

Subí al ascensor y esperé hasta el último piso, al llegar habían pocas personas en recepción, contando los trabajadores, saludé a unas cuantas personas y salí del hotel pisando al fin la arena blanca, me quité las sandalias y caminé por toda la orilla del mar sintiendo la fría agua mañanera.

Pov's Dylan.

Abrí los ojos y ví los rayos del sol entrar por la puerta cristalina del balcón, volteé a mi lado y frunci el ceño al no ver a Emma, me enderecé bruscamente y salí de la cama, me puse mis pantalones y mi camisa blanca la misma de ayer y abrí la puerta del baño para ver si estaba ahí Emma, pero no, no estaba, y tampoco se había dado una ducha, ya que el suelo de la regadera estaba seco, mi corazón se empezó a acelerar y una horrible aflicción recorrió todo mi cuerpo, ¿y si se fue otra vez? ¿y si me dejó?, me hacía muchas preguntas similares, pero lo único que sabía es que no quería perder a mi hermosa Emma, maldije otra vez lo estúpido que fuí al tener que acostarme con Juliane solo por placer, placer que no le dí a mi esposa quien también necesitaba pero por mi cobardía no le dí.

Me puse mis zapatos negros y salí prácticamente corriendo hacia el ascensor, cuando este llegó al primer piso caminé deprisa hacia la recepcionista, quien me miraba y me sonreía de forma de saludo,

— buenos días señor Peterson —, me dijo,

— ¿mi esposa no ha bajado? —, pregunté deprisa, ella asintió,

— su esposa bajó hace unos minutos —, me respondió,

— ¿no sabe a donde fue? —, mi desesperación aumentó, y si decía que tenía unas maletas, se me olvidó revisar sus cosas,

— se dirigió a la playa —, yo asenti y caminé hacia la dirección en que me indicó con su dedo índice.

Había un poco de viento y la brisa del mar chocaba en mi rostro, de lejos ví a una figura muy familiar acercarse a mí, era mi Emma, caminé más rápido para ir en su encuentro y cuando estuve cerca se ella la envolvi en un fuerte abrazo, inhale su aroma de su cuello y la besé con necesidad,

pensé que te habías hido otra vez —, le susurré en sus labios,

— no podría irme y dejar al hombre que amo —, me respondió con su suave y cálida voz,

— te amo Emma —, le dije y ella sonrió,

— yo también te amo Dylan —, me respondió y la volví a besar,

— perdoname por haberte engañado —, el ambiente se tensó ante mis palabras, tal vez no sea el momento pero tenía que pedirle perdón,

— eso... eso ya no importa Dylan, ya es pasado —, sus palabras eran sinceras pero tenían un poco de dolor. Me fuí agachando poco a poco hasta quedar de rodillas, la tomé de la cintura,

— perdoname Emma —, le supliqué, ella sacudió la cabeza negativamente, acuno mis mejillas con sus suaves y delicadas manos, y se agachó frente a mí,

— te perdono Dylan, solo prometeme que no lo harás de nuevo —, me pidió,

— te lo prometo Emma. No sabes cuanto te amo —, le besé con pasión que ganas de hacerla mía de nuevo no me faltaba...

Su AmanteWhere stories live. Discover now