Destino equivocado

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Mileena y Cerberus habían aterrizado bruscamente, el perro estaba mal herido, no aguantaría mucho tiempo. Mileena abrió los ojos y se bajo para ver al perro, se percato que no le quedaba mucho tiempo en el mundo de los mortales, así que acaricio las tres cabezas y dijo: -Lo hiciste bien cachorro...muchas gracias-.
Cerberus, con una de sus garras, la inserto en la ranura del bozal haciendo que se abriera, esa era la llave, Mileena sorprendida y agradecida, abrazo al perro y este sorprendentemente dijo: -Yo era el guardián de la entrada al infierno, yo fui quien te revelo la ubicación del portal, teníamos una meta en común, escapar de ese lugar, no era mi intención lastimarte, ya he redimido mi mala acción ayudandote- las tres cabezas lamieron a Mileena y dieron un último suspiro cerrando los ojos.
Mileena conmovida por Cerberus soltó unas lágrimas y vio como el se deshacía en cenizas, ella juró que su muerte no seria en vano. Volteo para ver a su alrededor pero, vio que llegaron a la tierra. No se preocupó mucho por eso, eso le daría tiempo para planear el castigo que le impondría a quienes la traicionaron, no tendría piedad de ninguno, era lo único que pensaba en ese momento. De repente escucho un gruñido, en particular de un canino, fijo la vista en los arbustos y vió que salto un lobo listo para atacarla. Ella no quería hacerle daño al animal pero te tenia que defenderse de una u otra forma, así que se puso en posición y el lobo corrió hacia ella atacándola, Mileena hacia lo que podía para quitárselo de encima y ahuyentarlo pero fue inutil, así que el lobo mordió la mordió en el mismo brazo que Cerberus le había mordido. Ella gritó de dolor, era un grito desgarrador, el pobre animal no lo soportó y huyó de inmediato.
-Y NO REGRESES!- exclamó en tono burlón y de inmediato se quitó la sangre de las heridas. Empezó a adentrarse entre los arboles y arbustos para ver que había del otro lado, que para su sorpresa, estaba el campamento de las Fuerzas Especiales.
-Maldición, otra prisión mas si me descubren...- se dijo Mileena. Tenia que decidir si arriesgarse a ser descubierta que haría que fuera encerrada y ejecutada para volver por donde empezó o ingeniárselas para escabullirse hasta el portal que la llevaba a su destino. -"Anda, ve y haz alianza con ellos, al fin y al cabo no es reto para ti escapar si te encierran"- dijo una voz monstruosa en su cabeza, Mileena sacudio la cabeza, no podia creer lo que escucho, se quedo atónita, no solo por la voz, si no por la buena idea que le propinó. Se puso en marcha para ir a hablar con quien estuviera a cargo, en este caso la capitana Sonya Blade.
Pero antes de llegar a la cerca del campamento, alguien aterriza sobre ella. -Auch, no volveré a tomar un paracaídas que no se vea en buenas condiciones...- era Jaqui Briggs, al parecer estaba perfeccionando su aterrizaje -y por que tomaste ese?- dijo Mileena con la cara en la tierra. Jaqui se sorprendió y rápidamente se puso de pie, estaba atónita por lo que veía, era Mileena, la misma a quien vio morir en sus ojos infestada por los insectos carnívoros. Mileena se puso de pie y le dijo -Deberias calcular mejor tu aterrizaje, así no lastimarías a los terrestres- se sacudió el polvo y se quito el velo -por que no empezamos desde cero?...vengo en son de paz-, Jaqui aun sorprendida desconfiaba mucho así que dijo -eso lo comprobara la capitana Blade...- tomo a Mileena del hombro y se dirigió al campamento.

Mortal Kombat: El regreso de la EmperatrizWhere stories live. Discover now