Rotos por Dentro # 1

CAPÍTULO 9✅.

Con los gritos de mi madre al fondo, decidido irme lo más lejos posible de allí.

(...)

Me encuentro en el barrio francés de New Orleans, sin duda alguna es un sitio cargado de mucha energía positiva, aquí solía venir para despejar mi mente de toda situación abrumadora que tuviera en el momento.

Me encuentro observando unos cuadros de pintura que están siendo exhibidos en toda la calle, son algo llamativo y difícil de entender.

Son dos personas besándose, pero a su alrededor todo ardía, no sabía quería transmitir el pintor en ese momento.

-Bonito cuadro ¿No? – escucho decir a alguien a mis espaldas.

Me volteo para ver quién es, me llevo una gran sorpresa al ver quien se encuentra conmigo observando el cuadro.

-Hola Lucia – dice con una sonrisa encantadora, no pude evitar y sonríe también.

Él tenía esa forma de contagiar la sonrisa a los demás.

-Elías, no esperaba encontrarte por aquí – digo sonriendo amablemente.

Con su sonrisa aún en sus labios, él me mira de pies a cabeza y se encoge de hombros, hago lo mismo con él. Me fijo que su camisa de vestir está remangada hasta sus codos y en su brazo lleva su saco, su corbata esta deshecha.

-Vivo a unas cuadras más abajo del barrio – dice - ¿Qué haces tú aquí? No parece tu estilo – comenta.

No podía contarle la verdad de porque estoy allí, debía maquillarle un poco la verdad.

-Quería hacer algo diferente hoy – respondo sonriendo.

Eso hace que la sonrisa de Elías crezca más.

-Pues hoy es tu día de suerte chiquilla, porque puedo ofrecerte un tour en este barrio que seguro vas a querer mudarte, luego – dice él.

Mi sonrisa se amplía.

-Entonces estaré encantada de que me haga un tour, señor Elías – digo sonriendo.

Él me ofrece su brazo, puedo notar que en su otro brazo llevaba su americana, seguro iba al trabajo o viene de regreso de este.

-No se te vas a arrepentir de este tour que te daré chiquilla – dice él.

Un poco dudosa entrelazo mi brazo con el de él y así fue como comenzamos a caminar por todo el barrio francés, oía cada palabra de Elías con mucha atención, me explico cada rincón que íbamos, era mejor que el anterior.

-Y eso que no has visto el barrio de noche – dice – De noche es donde la magia cobra vida a través de la música, es sin duda mi parte favorita.

Debía ser maravilloso vivir aquella experiencia.

-De seguro me gustará vivir aquello, espero que en algún momento pueda vivirlo – digo sincera.

De pronto Elías frena en seco y se pone frente a mí mirándome con una sonrisa, la luz del sol le daba en su rostro haciendo que se vea perfecto.

-Tengo una boda dentro de poco, de un socio de bufete, es aquí en el barrio francés, en la noche ¿Te gustaría ser mi acompañante? – me pregunta.

Puedo notar el brillo en sus ojos, eso hace que me sonroje.

-Elías, soy apenas una conocida para ti – le recuerdo – ¿No se vería raro e incómodo para ti?– pregunto.

Él niega con su cabeza.

-Para nada chiquilla, hoy me demostraste que pasar tiempo contigo es lo mejor, así ¿Por qué no ir a esa boda juntos? – cuestiona.

Lo miro con una sonrisa pequeña, si él lo decía deberá de ser por algo.

-Pero no tengo nada que ponerme, nunca he ido a una boda – le comento.

Él sonríe y niega con la cabeza. ¿Nunca se cansará de sonreír? Debía ser algo agotador.

-Eso lo podemos resolver en su momento, chiquilla – me dice él.

Lo miro un poco extrañada por su apodo ¿Chiquilla? Primera vez que alguien me llama así, suena de cierta forma dulce en sus labios.

-¿Chiquilla? Nadie nunca me había llamado así – comento sorprendida.

-Pues quiero ser el primero y el único en llamarte, así – dice Elías.

No pude evitar sonrojarme ante aquello, es muy dulce de su parte.

-Ven, comamos algo, que el hambre está haciendo acto de presencia - dice él.

No le digo nada, simplemente asiento con la cabeza, estar con Elías sin duda alguna hace que todos mis problemas se vayan de mi cabeza.

¿Eso era bueno o malo? Realmente no lo sabía y solo quiero seguir indagando a ver hasta donde llego.