"Leona"

Capítulo 7

Giré mi cabeza para ver a ese idiota, que en ese momento formó una hermosa sonrisa.

-Hablaba de la moto- dije rodando los ojos - maldito egocéntrico.

-Pero así te gustó - caminó dos pasos hacía mi - no lo niegues.

-Quítate esa estúpida capucha - dije retrocediendo un paso - no seas idiota.

-Ok - dijo aquel chico - pero tu tendrás que darme un beso.

Reí internamente, estaba más que claro que ese chico era realmente sexy.
Todo un Dios Griego.
Fuertes brazos, un gran trasero y una voz seductora.

-Anna - llamó el chico - te muestro quien soy a cambio de un beso.

-Trató- dije aparentado indiferencia.

-Así se hacen las cosas nena - recargo su trasero en el cofre de mi auto y dio un pequeño suspiro.

Mis ojos estaban clavados en el, era imposible pestañear.
Levanto su rostro y sus ojos se encontraron con los míos y poco a poco fue subiendo sus manos hasta su rostro.
Primero tuve a la vista su barbilla y pude apreciar mejor sus labios. Mire por segundo sus mejillas y de un movimiento brusco dejó al descubierto su rostro.
De mis labios se escapó un leve gemido de sorpresa.
Él me observaba esperando una respuesta a lo que acababa de demostrarme.

-Jasón? - pregunté.

-Si - dijo caminando hacía mi- Jasón Cross .

Sus manos tomaron mi cintura y de un movimiento brusco junto nuestros labios, quise apartarlo pero ya era demasiado tarde, un sabor a menta me embriago y fue imposible no ceder a ese sabor.  Pero mi maldito labio roto hizo que paráramos. Maldije a mi madre al causar eso, el labio estaba roto y  dolía.

- Quién te ha golpeado? - pregunto agitado.

- Me he caído en el baño esta mañana - respondí con seguridad.

- Nena - dijo tocando mi mejilla - esa es la excusa mas vieja.

- Pues yo me caí en el baño - dije riendo forzosamente - es que soy muy torpe.

¿Quién te golpeo? - pregunto enojado - ¿los hombres de aquella noche?

- No - baje la mirada al contacto de sus ojos.

-¿Entonces? - me miró fijamente hasta el puntó de perforar mi piel - sólo dilo.

-Mí madre - lo miré con enojó - ella lo hizo.

Un gran silencio se apoderó, es ridículo, soy una idiota y aparté mi madre me golpea.

-¿Por qué? - rompió el silencio y volvió a mirarme.

-Engaño a mi padre.

-¿En qué forma? - se alejó de mi y cruzo sus brazos.

-Amorosamente .

Las lágrimas amenazaban con salir, pero el no debía verme débil yo soy fuerte y puedo soportar cualquier adversidad.

-Oh ya entiendo-  dijo pensativo-  tu padre lo sabe?

-Por eso me golpe - toque mi ojo para obviar - dije que se lo diría, pero recibí esto a cambió.

-Que mierda - dijo burlón.

-Ahora que ya sabes lo que pasó, puedes ir a contarle a todo mundo.

-Los hombres no hablan de las mujeres.

Aún se encontraba con los brazos cruzados, Jasón daba miedo, sus ojos transmitían miedo, pero por una extraña razón yo no le temía, era como si el me transmitiera seguridad.