Capítulo #4

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Por décima vez golpee mi frente con mis brazos que descansaban en la butaca, la clase era aburrida, no soportaba estar otro minuto en aquélla clase.

-Señorita Mills? -pregunto el profesor Shest.

-Mmm -dije levantando mi cabeza -sí? .

-Sé siente bien ?-preguntó.

Quería salir de esa maldita clase, mi cabeza dolía, pero podía aguantar. Pero, quería irme, me sentía asustada por lo de las notas, me sentía asustada por lo de la noche anterior.

-La verdad no -dije tocando mi sienes.

-Salga un rato a tomar aíre- dijo señalando la puerta- pide a sus compañeros las notas del día de hoy.

-Gracias- dije tomando mis cosas.
Salí del salón de clases, caminé por el largó pasillo que daba a los casilleros.
Abrí mi casillero y dejé todo lo que tenía.
En un abrir y cerrar de ojos mi cabeza comenzó a doler con más fuerza y sentía náuseas.
Fui a enfermería por una pastilla, la tomé y me dirigía al jardín del instituto, las clases estaban comenzando así que nadie me molestaría, tome asiento en el pastó y recargue mi espalda en un árbol, cerre mis ojos, mis párpados estaban calientes y llegué a pensar que mí cabeza iba a explotar en cualquier momento.
La temperatura bajaba, el invierno comenzaba a llegar, para mi mala suerte vestía muy veraniega.
El frío me estaba calando los huesos y el dolor de cabeza aumentaba.
Me puse de pie y comencé a caminar asía el instituto.
Al entrar miré en las paredes miles de hojas, no tomé atención y me dirigí a mi casillero.
Qué? Esto no podía ser cierto.
Tomé una de las hojas que estaban en la pared.

Anna Mills la perra del año!

Mi corazón comenzó a latir de enojó y de vergüenza.
Los alumnos me miraban y se reían, hice bola la hoja y comencé a caminar a pasó apresurado, los alumnos se dejan llevar por los demás.
Caminé por los largos pasillos y escuche que gritaron- miren la perra del año- ese chico me señaló y todos rieron, mi irá comenzó a aumentar y mis lágrimas a rodar por mis mejillas.
Salí del instituto y fui al estacionamiento, mi auto estaba igual, tenía escrito con pintura en aerosol "Perra" .
Subí en el tratando de ignorar eso, puse la llave para encender el auto y este no encendía, mis lágrimas no dejaban de caer y mis sollozos eran aun más notables, escondí mi cabeza en mis manos y golpee el volante y grite, jamás me había pasado algo así.
Bajé del auto y comencé a caminar, me abrace a mi misma y seguí.
Había caminado poco cuando mi celular sonó.
No miré el contacto y solo conteste.

-Diga- dije con voz sería y ronca.

-Hola amor - dijo Ian .

-Qué mierda quieres?.

-Viste la sorpresa que te preparé- dijo riendo.

-Fuiste tú? - dije alterada y de nuevo volvieron las lágrimas.

-Dije que te ibas a arrepentir - dijo burlándose de mi.

-Eres un hijo de puta! - grité- te vas a arrepentir.

Colgué y mis sollozos volvieron a ser notables. Me abracé a mi misma, me senté en la orilla de una banqueta y miré a un punto fijo.
Un gran trueno me hizo despertar de mis pensamientos, levanté mi cabeza asía el cielo y este estaba nublado, una gran tormenta llegaría pronto.
En menos de lo que me imaginé, mí cuerpo ya estaba empapado por la lluvia, comencé a sentir calor, mis mejillas ardían.

Esto no podía estar pasándome a mí, no soy mala persona, ayudó a los viejitos a cruzar la calle, hago mis tareas y ayudó a mamá en casa. Oh hablando de mamá, esta mañana peleamos.
Peleamos porque la noche anterior llegó ebria, traté de ayudarla a subir, pero se negó.
Me gritó mil cosas, quiero pensar que solo lo dijo por el alcohol.

"Leona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora