La Gorda Y El Vampiro

capitulo 13

Mis muslos se tensan, el alma escuece al recordar humillantes escenas de mi vida, el alcohol entra en mis fosas nasales, repudio es el sentir que provoca él esta situación. Lo sé, quizás pienses que soy dramática, pero, nunca he tenido un novio por temor a dañar les y cuando por fin hallo a una persona a la cual soy inmune a su aroma natural, termina siendo la persona mal cruel del mundo.

-te amo como no tienes idea, te pido- dice arrodillándose torpemente hacia mi- te pido una oportunidad.

Me acuclillo hasta él: - Esto no es posible, somos de... sociedades distintas. No lo decía por términos económicos, me refería al hecho del historial de parejas que él ha tenido, nada que ver con lo que soy.

-Por favor- suplica

-¿Qué quieres que haga?- mis ojos pican por llorar pero no lo permitiría -¿Que espere y luego te burles?

-Alice, yo...-

-Basta, Aron - digo en un susurro- ¿Quieres que este allí, para besarme y luego besarte con una prostituta?-

-Elle no es una prostituta, es mi novia- agacha su cabeza y logro ver una lagrima de él caer sobre el piso.

-Me pides una oportunidad- menciono con ironía.

-Solo una Alice - se para con dificultad y toma mi mano. Su toque frío, hace efecto en una milésima de segundo, el escalofrío se prolonga en mi y tiemblo. - quiero que iniciemos... un comienzo correcto y concreto, como cualquier otra persona lo haría, un dúo de individuos que desean tener bonitos momentos.

-Aron, detente- apenas logro decirlo por el gran nudo que se ha tranformado en mi garganta.

-No, Alice,  he cometido muchos errores, solo te pido una oportunidad.

-Quieres que te de una oportunidad para que seas mi novio, me traiciones y luego digas que me amas- digo irónicamente.

- yo nunca dije que quería ser tu novio- dice y en ese momento siento como si me hubiera golpeado fuertemente en mi barriga.

- Aron...- mi rostro cae de la vergüenza, estoy tan apenada, creo que la desesperada soy yo.

- Tampoco dije que te amara.

-Detente, podré ser borde por fuera pero soy más frágil por dentro.

-No me interesa saber si eres frágil, pues tienes mucha gordura- entonces mi rabia explota- perdón...cordura quise decir.

-solo vete.

-No me digas que te quedarás a llorar como una estúpida.

-¡Quieres pelear!- grito con ira- créeme que por mi no hay problema, es mas, con lo que has dicho, olvídate de mi.

-Alice, no me hagas esto- dice volviéndose arrodillar frente a mi.

Coñooooo, pero qué cojones se cree, no tengo la sabiduría e inteligencia absoluta, no entiendo a una persona que tenga indecisiones constantemente; empiezo a creer que él, en lugar de llamarse Aron, debió llamarse Inés...inestable, o Soyel... soy el indeciso. Solo me queda respirar hondo y demostrarle que aunque mis decisiones son abruptas, son fijas y no son para volver atrás y arrepentirse; gracias Aron, por casi causarme un conflicto psicótico 

-Solo quiero...