La Cara De La Moneda

Un agente de la CIA ¿Nervioso?

El sujeto no le dió tiempo de preguntarle siquiera por qué lo llevó tan rápido a los asientos, o por qué lo tomo de la mano para llevarlo hasta ahí. Entendía el gesto, pero ni siquiera conocía el nombre del sujeto en cuestión.

-Bueno, espero que me digas que es lo que intentabas con traerme tan rápido aqui -le dijo TM-R al sujeto.

-Perdón, es que tenía que ir al baño, no iba a dejarte esperando afuera y solo... ¿cómo me dijiste que te llamabas? -Joder, TM-R tendría que darle su nombre de civil, nunca lo usaba en la CIA, pero esta vez la situación lo ameritaba.

-Thomas, Thomas Cosgrove -le dijo al sujeto.

-Pues encantado Thomas, Thomas Cosgrove -dijo sonriendo y extendiendo una mano hacia a mí -Yo soy Minho, Minho Kress -dijo y Thomas le correspondió el gesto -Me tendrás que perdonar, pero tengo que ir al tocador.

Luego de que terminara la función, función que no vieron, ya que se la pasaron conversando como si fuesen novios, lo que el sujeto tenía en mente.

-Y dime Thomas, ¿a qué te dedicas? -preguntó Minho mientras caminaban por la acera.

-Trabajo en la NASA, en el sistema balístico de motores hidro-propulsados -dijo Thomas con algo de sarcasmo, cosa que Minho notó.

-Ya en serio, dime -le inquirió.

-Soy exportador -le respondió con una sonrisa involuntaria, cosa que le pareció algo tierno a Minho.

Minho lo detuvo cerca de un paradero de autobús, era tarde y no había casi nada de tránsito. Puso una de sus manos en su rostro y la otra la llevó a su espalda baja. Se acercó y lo besó. Thomas le correspondió de inmediato, no solo porque tenía que hacerlo por información, sentía que le gustaba eso y lo hizo parecer prácticamente real, como si aquel chico fuese sólo una persona normal con su cita normal en un mundo normal, aunque no fuese así.

Thomas siguió besándose con Minho un largo rato, parecía que en verdad lo disfrutaba, incluso tenia bien firme y cerca a Minho de su cuerpo con sus brazos. Era como el típico desenlace de una película de amor en Time Square.

Hubiese seguido así, pero algo, un ruido, lo hizo separarse del coreano. Era su celular del trabajo.

Apartó a Minho de su lado, se disculpó y atendió en celular.

-Aquí TM-R.

-Esta progresando muy bien, siga así, ahora continúe con la fase dos de la misión, dentro de siete horas volveremos a contactarnos -dijo una mujer de la otra línea.

-Ok, gracias agente Agnes -respondió Thomas y la llamada terminó.

Guardó su celular y se dirigió a Minho.

-Lo lamento, era del trabajo -se ruborizó al ver que lo miraba pasándose la lengua por los labios.

-¿Qué tanto me miras?

-Eres muy lindo, y que bien besas.

No le dió tiempo de responder, ya que Minho se hallaba nuevamente besándolo, pero esta vez era más lento, más tierno, como si su apariencia de chico malo sólo fuera eso, una apariencia.

Thomas empezaba a disfrutar los besos de ese chico. Y así prosiguió con la fase dos de la misión.

-Oye Minho, no quieres, ya sabes, ir a un lugar...

-Más... ¿privado? -le respondió Minho en el oído a Thomas.

Era eso lo que necesitaba, en eso consistía la fase dos, establecer una relación de confianza.

Para su suerte, Minho sugirió su casa, no era la gran casa, pero si era grande. Al llegar no perdieron el tiempo, Minho se quitó la chaqueta del traje y se llevó a Thomas a la boca de una forma desenfrenada.

Ya se imaginaba lo que venia.