¿Hablar de travesuras?

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—Lo que tienes es miedo a que sea tu competencia en el mundo laboral y por eso quieres desviarme de mi meta —respondió con una sonrisa—. Pero olvidas que voy por delante de ti, por el momento soy fotógrafa de Julián y de Azul, cuando tú te gradúes de la universidad yo ya habré conquistado a todo el mundo con mi fotografía. Muajaja.

—Esa risa se escuchó muy falsa —señaló su cuñado.

—La hice así al propósito, torpe.

—¿Podrías dejarnos solos, Brenda? —pidió Jeanne con expresión firme.

Asintió y tomando su celular se puso de pie para correr hacia el segundo piso. Le verdad es que quería darse una ducha pues sentía todo el cuerpo con olor a pegamento.


Brenda estaba acostada sobre su estómago sosteniendo su peso con los codos para poder escribir en el celular. Cuando se dio cuenta que era mucho lo que estaba por contarle a su amiga prefirió mandar un audio, terminó de hablar al mismo tiempo que escuchaba cerrar la puerta de su habitación —en realidad era la habitación de visitas en la casa de Matt—. Se giró quedando sobre su espalda para ver a su hermana mayor recargada en la puerta, ya vestía su ropa de dormir y temió que estuviese allí para pedir que durmieran juntas. No lo aceptaría y la mandaría a dormir con su prometido costase lo que costase. Quería esa enorme y cómoda cama para ella sola.

—¿Estás ocupada? —le preguntó Jeanne con timidez.

—Estaba hablando con Laini sobre mi genial vídeo con Julián —respondió sentándose en la cama y cruzando las piernas—. ¿Necesitas algo?

Su hermana se acercó a gran velocidad a su cama y se sentó de inmediato imitando su posición, tomó uno de los cojines y lo abrazó entre su estómago.

—Quiero hablar contigo.

El sonido de un nuevo mensaje captó su atención y leyó el mensaje de Laini, lo contestó y sintió un almohazado en un costado de su cabeza.

—Deberías de escucharme cuando digo que quiero hablar contigo, no seas irrespetuosa con tu hermana mayor —pidió extendiéndole la mano. Era una indicación que debía entregarle el celular, su mamá solía hacer eso si los veía en la mesa con cualquier tipo de distracción, pero no estaban en casa de sus padres así que le enseñó la lengua y negó terminando de escribir el mensaje.

—Mínimo deja que le de las buenas noches a mi esposa.

—Dile a tu esposa que no sea tan acaparadora por derecho soy yo quien debe tener tu atención.

Ya volvía a tener la vista en el celular mientras veía la imagen de un osito con la pijama puesta. Su amiga se estaba despidiendo pues pasaba de la media noche y ambas tenían clase al día siguiente a primera hora.

—¿De qué quieres hablar? —le preguntó a su hermana que abrió la boca pero no dijo ni una palabra antes de ponerse colorada hasta las orejas. Inmediatamente identificó el tema, Jeanne no era de las que se sonrojaban por cualquier cosa—. ¿Sobre sexo? —preguntó divertida y alargando la última palabra.

Ahora el cuello de su hermana también había tomado el mismo color que el de su rostro.

Se apresuró a tomar el celular, presionó el icono del micrófono para hacer su grabación mientras observaba a su hermana mayor con diversión.

—Amor mío. Mi hermana necesita una consejera para hablar de travesuras, mañana terminamos con nuestra platica. Me saltaré la clase de las 11 para vernos en la cafetería —terminó la grabación y sin esperar respuesta alejó su celular y fijó la vista en su hermana que guardaba silencio.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Where stories live. Discover now