capitulo 8

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Ucker:No... -sintió seca la garganta.

Dul:Eso lo explica todo -respiró profundamente por lo que iba a decir- Estoy embarazada -miró su rostro para ver si había una muestra de sorpresa.

Ucker:Aborta -le dijo con simpleza.

Dul:¿Qué? -preguntó sin creer lo que él le acababa de decir.

Ucker:Aborta, no es tan complicado de entender -le dijo.

Dul:No lo haré -dijo decidida.

Ucker:Mira niñita, no me dañare la vida solo porque tú así lo desees -la acorraló contra un árbol.

Dul:Ahora te aguantas -no le iba tener miedo, ya no le temía- Tú me dañaste la vida, por tu culpa ahora estoy embarazada, ahora te aguantas, tendré al bebé quieras o no y te harás responsable -dijo con firmeza.

Ucker:No me haré responsable, no quiero un hijo a esta edad y menos contigo -inclinó su cabeza hacia ella.

Dul: Ya no te tengo miedo ucker-le dijo.

Ucker:Deberías estúpida -enredó unas de sus manos en su melena peliroja y la jaló fuertemente hacia atrás.

Dul:No te tengo miedo -dijo con los labios apretados.

Ucker:No sabía que eras tan valiente -su respiración chocó contra su rostro.

Dul:No me conoces -le dijo.

Ucker:Eso crees -rozó sus labios contra los contrarios.

Dul:Haré que te encargues de tu hijo aunque sea lo último que haga -sintió la presión de sus cabellos disminuir.

Ucker:No me gustaría obligarte a abortar -le dijo- Hazlo por tu propia cuenta o lo lamentarás -deslizó unas de sus manos hasta su vientre.

Dul:No lo harás -le dijo con seguridad- Sé quién eres -dijo- christopher uckermann, perteneces a unas de las familias con más influencias de mexico -ella lo vio sonreír- Tu padre, victor, murió hace varios años, tienes una hermana de quince años de nombre May, al tu padre morir tu madre alexandra se quedó con toda su fortuna y se fue con su amante, la fortuna te pertenece pero solo si te casas o tienes un hijo, quieres cumplir la mayoría de edad para poder hacerte cargo de tu hermana.

Ucker: Y dime mi pequeña rojita -dijo- ¿Cómo sabes todo esto? -le preguntó al deslizar los labios hacia sus mejillas.

Dul:Le pedí a any que averiguara sobre ti -le dijo con una sonrisa triunfal.

Ucker:Y yo que pensaba que solo tenías moscas en el cerebro -dijo.

Dul:Ya ves.

Ucker: Y piensas que me interesa el dinero -volvió a tocar su vientre.

Dul: Si -le dijo.

Ucker:No, rojita, no me interesa en lo absoluto -la miró al rostro- Tengo suficiente para poder vivir.

Dul:Pero quieres dejar a tu madre y a su amante en la calle por lo cual necesitas un hijo.

Ucker:No sabes con quien te metes, rojita.

La forma en que la besó fue de rabia, la apoyó contra el árbol y apretó su cuerpo contra el de ella, ella se resistió, lo empujaba inútilmente. La tomó de la nuca y la obligó a separar los labios, le mordió el labio cuando él invadió su boca, su mordida causó que una gotita de sangre se derramara entre ambas bocas. Se rindió a sus besos cuando la estrechó con fuerza contra él, su cuerpo se calentó al momento y un jemido se le escapó de los labios.

Ucker:¿Esto era lo que querías no? -la pregunta fue hecha con odio. Deslizó unas de sus manos por sus piernas hasta introducirla debajo de la falda del uniforme- Querías volver a estar conmigo -miraba su rostro mientras la acariciaba.

Dul:N...no -un gemido se le escapó de los labios

Ucker:¿A no? -sonrió con malicia.

Con su mano libre se bajó el cierre del pantalón

- Te daré lo que quieres -con movimientos rápidos la obligó a rodearlo con las piernas.

Dul: D...e...ja...me

Ucker: ¡Oh no rojita, Atrapó sus labios en un apasionado beso.

Ella gemía contra sus labios y él disfrutaba de placer.

Ucker: rojita -mordisqueó sus labios.

Dul:ucker...uckermann...

El grito de dul fue callado por los labios de ucker con un beso

Sentía su espalda doler por la presión contra el árbol. Él llevó ambas manos a su rostro y la obligó a mirarlo.

Ucker: Esto es la guerra,rojita-besó sus labios.

Dul: Te...te...odio...ucker-dijo agotada.

Él sonrió con malicia, ella dejó caer la cabeza sobre su fuerte pecho.el la rodeó de la cintura y la dejó descansar contra su pecho.

Ucker: Yo también te odio -susurró al apartarle un mechón de pelo del rostro.

La respiración de ella era lenta y pausada y sus mejillas permanecían sonrojadas.

Ucker:Un hijo -volvió a susurrar.

Si alguien le hubiera dicho meses atrás que iba a tener sexo con dulce espinoza se le hubiera reído en la cara por la sencilla razón que no la soportaba. Era delgada, de estatura pequeña, era el estilo de mujer que a pesar del tiempo se sonrojaba, sus pechos no eran muy exajerados, su piel era algo pálida por la falta de sol, sus ojos eran color miel, las piernas largas, caderas pequeñas y cintura acentuada, era tonta, a veces iba a caminando y tropezaba con sus propios pies, era un desastre en las matemáticas, se distraía constantemente y según él era una histérica.

Esa era dulce, la dulce que en esos momentos estaba plácidamente descansando sobre su pecho.

Odio AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora