2° Capítulo extra: "Promesa"

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Ahí estaba yo. En esa habitación oscura en la que no sabía cuanto tiempo mas estaría. Solo he estado unas horas aquí y ya me da miedo.

¿Por qué hacen esto? si me hubieran dejado en cualquier otra parte de la casa yo no hubiera molestado. No hago nada malo, no lastimo a nadie, solo... solo quiero que me dejen salir de aquí.

Oigo la puerta abrirse y un escalofrío recorre mi cuerpo. No puedo hablar, ni llorar, ni nada. Quien sabe que me harán si llego a hacerlo.

-Tu comida- dice Natalie con una sonrisa. Para esto su sonrisa no es falsa, realmente se ve feliz.

Me arroja un trozo de pan y una jarra de agua, pero quedan algo lejos de mi. La miro y me fulmina con la mirada. Se acerca a mi y me da una bofetada.

-No vuelvas a mirarme a los ojos. ¿Te quedo claro?- asiento con la cabeza.

Cuando ella sale de la habitación me esfuerzo por llegar a lo poco de comida que me dejó. Al ver que con mis manos no llego debido a las cadenas intento llegar con mis pies y lo consigo. Tomo el pan con mis manos y lo muerdo, pero me detengo al sentir que esta seco.

-N-no quiero comer esto- digo casi inaudiblemente.

Intenté tomar la jarra de agua pero no lo logré, haciendo que se volcara la mitad del líquido que contenía.

Me saqué un zapato y como pude también logré sacarme el calcetín. Pude tomar la manija de la jarra con mis dedos aunque me fue muy complicado.

Cuando logré tenerla al alcance de mis manos la tomé y bebí lo que quedaba de agua en ella.

Agua. Agua con tierra.

El sabor era horrible, pero supongo que era mejor que nada.

Y teniendo en mente esa frase tomé el pan nuevamente y le dí otro mordisco. Así hasta terminarlo.

Me dediqué a observar el lugar y noté algo. Todo era oscuridad.

A donde miraras en ese sótano no verías mas que oscuridad y un poco de luz que entraba de una pequeña ventana.

Lágrimas recorrían mis mejillas al recordar a mis padres ¿acaso ellos... sabían que esto me pasaría?

Quiero pensar que no, pero parte de mi dice lo contrario.

Pasan los minutos y nada ocurre. Silencio y oscuridad. Como la misma nada, la nada que me rodea.

Cierro los ojos e intento dormir, pero no puedo. Simplemente no puedo.

Veo un cuchillo tirado cerca mío. Lo tomo como puedo y acerco el filo a mi muñeca. He oido que personas acaban con sus vidas ellos mismos. A veces por no tener dinero o tal vez porque no se sienten queridos por nadie. O porque su vida es una porquería y creen que no vale la pena seguir viviendo.

Se llama suicidio, lo leí todo en un libro el cual no recuerdo el nombre pero tampoco me esforzaré por recordarlo. Ya no tiene mucho sentido recordar.

¿Vale la pena quitarte la vida?

Claro que vale la pena, si no tengo mucha opción tampoco. Casi no hay posiblidad de salir vivo de aquí.

Pero aún hay un poco de esperanza. Por mas poca que sea. Lucha, por ti mismo. Debe haber alguien en algún lugar que se preocupe por ti. Alguien te extrañaría si llegas a irte.

¿Quieres decir que si me suicido haré sufrir a alguin por mi pérdida? ¡que ridículo!

Tu lo ves así, pero otra persona piensa diferente. No todos son como tu.

Y recuerda no olvidarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora