Capítulo 6

5.5K 687 737
                                    

Como consecuencia de no haber dormido absolutamente nada la noche anterior ahora estaba luchando por abrir mis ojos mientras mi cabeza descansaba sobre el hombro de Bokuto. No debería de estar haciendo esto porque los demás podían vernos, pero en el fondo, ¿qué me importaba a mí lo que pensaran de nosotros? Yo era el único que tenía que saber que entre nosotros dos no había nada más que una gran amistad, aunque la verdad es que me encantaría que aquello fuera cierto porque a veces me ponía en duda a mí mismo.

–Llegamos –susurró el chico en mi oído, ocasionando que el vello de mi cuello se erizara por el contacto de su cálido aliento en mi oreja. Al instante abrí los ojos, encontrándome con su profunda mirada color miel observándome detenidamente.

Me aparté de él enseguida, agachando mi cabeza para que no viera lo sonrojado que me había puesto en tan solo un par de segundos. Cada vez era más difícil controlarlo cuando estábamos cerca.

Bokuto de repente dio un grito y se levantó del asiento corriendo para salir del autobús. No tenía ni idea de por qué había hecho eso, pero al mirar por la ventana y ver el autobús del Nekoma lo comprendí: iba a ver a Kuroo. Durante todo el camino de nuestro instituto al gimnasio donde tendrían lugar los partidos no paró de repetir lo entusiasmado que estaba por verle después de tanto tiempo.

Me bajé del autobús de mala gana tras escuchar las indicaciones del entrenador, ahora debía ir en busca de Bokuto para comunicarle lo que nos había dicho. No sabía si sentirme afortunado por encontrarle tan rápido o si sentirme decepcionado porque estaba abrazando a Kuroo. Simplemente caminé hacia ellos dos intentando despejar mi mente de pensamientos negativos que no venían a cuento.

–Bokuto –pronuncié el nombre del chico, consiguiendo de esa forma que los dos me miraran. Kuroo esbozó una sonrisa torcida en ese instante la cual no supe cómo interpretar–. El entrenador quiere hablar contigo antes del partido.

–Está bien –respondió, sonriéndome.

–Akaashi, ¿qué le ha pasado a tu cara? –inquirió una voz a mis espaldas, haciendo que me sobresaltara por un instante. Me hice a un lado para descubrir que se trataba de Kenma, el inseparable amigo de Kuroo.

–No es nada importante –dije, intentando restarle importancia al asunto. Kenma frunció el ceño y me observó durante un gran periodo de tiempo en el que ninguno de los presentes habló.

–Ya veo –murmuró, al fin.

– ¿Qué pasa, Kenma? –le preguntó Kuroo.

–Él se ha peleado con el grandullón de las gafas –afirmó, refiriéndose a Nakamura. Yo me quedé mirándole completamente atónito, sus habilidades de observación eran superiores a lo que había pensado hasta ahora–. Los dos tenéis heridas en la cara y aparte, él no para de mirar hacia esta zona con una expresión desagradable.

– ¿Por qué el tranquilo de Akaashi se pelearía con un tipo como ese? –el tono que Kuroo había utilizado al decir eso era parecido a una burla, lo cual me molestó un poco.

–No es nada importante –intervino Bokuto, que al parecer no quería hablar acerca de ello–. Deberíamos entrar en el gimnasio para ver al resto de equipos, tengo bastante curiosidad por el nivel de este año.

–Yo quiero saberlo –insistió, con su penetrante mirada fija en mí.

Solté un suspiro a la vez que paseaba mi mirada por el estacionamiento, viendo así a una figura femenina muy conocida por mí dirigiéndose a toda velocidad hacia donde nos encontrábamos. ¿Qué narices hacia aquí Mei? No recuerdo haberla invitado a venir a vernos en esta ocasión.

En un visto y no visto, mi amiga estaba a mi lado con una gran sonrisa. Su flequillo oscuro tapaba gran parte de sus ojos, dándole así un aire más aniñado del que ya tenía debido a su escasa altura.

Be who YOU are {Bokuaka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora