Capítulo 18: Querido Amigo

Comenzar desde el principio
                                    

¿Es lo que estoy pensado?

—Te contare todo desde el principio para que me entiendas.

Muy a fuerza asentí con la cabeza. Aún seguía muy confundido.

—¿Recuerdas el día que fui a tu casa a decirle a tu casero sobre el comportamiento extraño que tenias?

—¿Sigues con eso Todō? Ya te dije que no me mol...

—Dejame terminar, por favor. –me interrumpió.

—Esta bien.

—Ese día yo me tope con Ijuuin-sensei.

***

—¡Ah! Sensei ¡Buenas tardes!

—Ah... Eres tú –me contesto de mala gana. Pensé que era porque estaba cansado de tanto trabajar.

—¿Qué hace por aquí?

Vi que llevaba un maletín y un sobre amarillo sobresalía de ahí pero no le tome importancia.

—Pasaba por aquí... Estaba buscando material para mi obra.

—¿En serio? Cuando necesite ayuda digame y lo haré con todo gusto.

—Gracias Todō-kun. Bueno me tengo que ir –se retiro con una sonrisa.

En ese momento no vi nada malo en su sonrisa. Pensé que solo estaba siento amable conmigo.

Tan equivocado estaba.

Vi que había un sobre muy parecido al de él tirado en la banqueta. Pensé que se le había caído.

Intente alcanzarlo para dárselo pero no fue posible. Él ya estaba muy lejos de mi.

Lo lleve a casa conmigo. Planeaba regresarselo.

Al llegar a casa, me entro una tremenda curiosidad. Pensé que tendría bocetos del manga o alguna cosa fabulosa de aquel autor y decidí abrirlo.

Lo que encontré fue lo que nunca me habria imaginado.

Eran fotografías, pero no cualquier tipo de fotografía. Eran unas donde salia mi amigo, mi mejor amigo. Eras tú Takahashi.

Tú no eres de los chicos que les gusta que los fotografíen desnudos ¡Tú no eres esa clase de persona! y eso lo se porqué con seguridad puedo decir que te conozco perfectamente. Ademas se veía que eran en contra de tu voluntad.

La primera pregunta que se me vino fue "¿Por que Ijuuin-sensei tiene esto consigo?" y la primer respuesta que llego fue "Él le hizo algo".

En ese momento me entro rabia, tristeza... ¡Que se yo! Y me dirigí casi corriendo a su casa.

Era de noche y casi no había luz en las calles. Yo no soy muy valiente que digamos, incluso nunca salgo despues de las 8:00 de la noche por miedo, pero ese día mi enojo se apodero de mi.

Llegue muy rápido al edificio donde vivía y pregunte en recepción por él. Menos mal me dieron permiso para subir a su apartamento y toque el timbre tantas veces pude.

Un mangaka totalmente distinto al que conocía me abrió la puerta estaba enojado por el ruido que hice hace un rato pero aun así no me daba miedo. Le di un puñetazo en la cara.

Él solo se sobo la mejilla y me tomó del brazo fuertemente.

—¿Que mierda te pasa chico? ¿Acaso tienes idea quien soy?

Obsesión.  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora