Capítulo 7||Blue.

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Yuu-chan, no quería hacer...

y lo borro, así no, así no se comienza una disculpa.

Hola

No, lo borró.

Yuu-chan, perdón.

No, era estúpido.
Lo borró y dejo el celular en su cama, no respondería, no podía, no sabía como.

Suspiró y se levantó de la cama, frotando su cara, bajó a la cocina, había un poco de arroz y pescado, un poco de pan.
Bebió otro vaso de agua.

Recordó lo que le había dicho Yuu, debía comer algo, así que sacó el arroz.

Y mientras comía, mientras andaba, antes de ir a dormir, siempre recordaba a Yuu, porque si había algo en lo que no se había equivocado, era en escogerlo a él.

A final de cuentas que importaba lo demas, era un fracasado, era un donadie. 

Nadie notaba si andaba de aquí para haya o si se estancaba. 

Por que antes de tener a Yuu, solo tenía su violín, su odio a si mismo, su miedo, su puñado de sueños rotos y su esperanza de una respuesta. 
Pero con él, estando con él todo cambiaba, tenía amigos, tenía ganas de levantarse por la mañana y hambre, tenía esperanza en el mañana y casi sentí que tenía una familia. 

Dame amor, dame sueños.

Dame una buena autoestima.

Pero lo que no podía dejar de martirizarle era la unica y estupida pregunta que realmente pesaba en su cabeza

¿Somos solo amigos?

¿Amistad? ¿Era eso lo que sentía por Yuuichiro? 
Amistad era lo que tenían cuando reian juntos.

Amistad era lo que tenían cuando jugaban Halo juntos. 
Amistad era lo que tenían cuando salian corriendo para alcanzar el metro. 

Amistad cuando comian juntos. 

Cuando estudiaban juntos.

Amistad cuando... ¿lloraban juntos? 
¿Cuando dormían juntos? 

¿Amistad era lo que tenían cuando se miraban en silencio?

Y ahí estaba de nuevo esa sensación horrible en la boca de su estomago, esa opresión. 

Ese sabor en su boca, como si quisiera llorar, pero sin sentirse triste. 

Porque cuando pensaba en Yuu, solo podía pensar en la increible persona que era, en lo bien que se la pasaban juntos y en como lo hacía sentir como nunca nadie lo había hecho sentir. 

Así era, amistad era lo que sentía por Mitsuba, por Shinoa, por Yooichi incluso por Lacus, esa sensación de comodidad al estar con esa persona, el pasarla bien con ella, salir y comer juntos. 

Aun que nunca tuvo demasiados amigos, aun que los ultimos años habían sido practicamente solitarios para él, desde que conocio a todas esas personas, lo pasaba de lo mejor con su compañía y sabía que esto era lo que sentía tener amigos. 

Saberte un poco menos solo. 

Pero con Yuuichiro, con él quería acompañarlo en sus momentos dificiles y felices, quería compartir sus mejores recuerdo con él, quería ser la persona en que él más confiara, era lo ultimo y lo primero en lo que pensaba todos los días, sabía que Yuu no era perfecto, pero así tal como era, lo quería en su vida desde hoy y para siempre, sabía que aquello era más que amistad.

Quería verlo, quería abrazarlo, incluso... quería besarlo. 

Si esto no era amistad ¿era amor?

Algo bueno y verdadero.  

Quizá lo era, quizá no, quien lo dice. Pero tampoco era magia. 

El amor no se consigue de la noche a la mañana, se trabaja, se construye y crece con el tiempo. 

Pero claro, quien era él para merecerlo. 

Torpe, inútil, triste, no era un ser digno de ser amado. 

Así que lo mejor era dejarlo, abandonar la sola idea, la esperanza de que alguien pudiera llegar a amarlo y que él pudiera ser capaz de amar a alguien. 

Cubrió su cara con la almohada y se atraganto con sus sollozos. 

Si solo pudiera ahogarse y desaparecer en ese momento. 

Si solo pudiera desvanecerse de la faz de la tierra, sería lo mejor, púes quizá no estaba listo para enfrentarse a la perdida. 

No, no estaba listo para dejar ir a Yuu, no estaba listo para afrontarse a ello.

No ahora que las cosas habían mejorado. 

Ademas, siendo así, ambos eran hombres. 

Aceptar sus sentimientos y decirlos, solo sería un problema más para Yuuichiro. 

Tú me gustas. 

Solo  por un solo instante, recordó la sonrisa de Yuuichiro y sus palabras: Si es difícil para ti, entonces encontraré un camino más brillante para que puedas andar.

Yuu daba todo de si para ayudar a Mikaela, pero ¿que daba Mikaela?   

¿Estaba dispuesto a enfrentar las miradas? 

¿Los susurros de la gente? ¿A su madre? 

Quizá si. Mientras Yuu estuviera con él lo haría, enfrentaría a un ejercitó y al mundo entero.

Juntos se sentían invencibles y casi lo eran.   

Tomó su celular y escribió un mensaje:

Hola. ¿Crees que puedas venir a mi casa? 

Sería mejor si hablamos cara a cara. 

y lo mando, en diez minutos tenía la respuesta de Yuuichiro, en una hora lo tendría en su casa. 

Se preparó para tomar una ducha, lamentó que su rostro luciera tan terrible por tan poco que había dormido y tanto que había estado llorando. 

Porque aun que sus manos temblaran, sus latidos fueran al mil por hora y sintiera que su estomago lo iba a traicionar.

Por primera vez sentía que estaba haciendo lo correcto, estaba escuchando a su corazón y por un segundo había logrado callar las voces en su cabeza que le decía que todo saldría mal. 

Lo había decidido. 

Ya no quiero sentirme triste. 

Blue || COMPLETADAWhere stories live. Discover now