"Mi Regreso" - Bleach

"Logros"

El:

De su placa brotaron ondas negras.

"Esta sensación... Es..."

El cerdito descubrió su escondite y lo atacó.

"Esta sensación... se siente como un Getsuga Tenshou"

La forma que tomó la manifestación de su poder era similar al mango de Zangetsu en su forma Bankai. No fue nada fácil pero logró vencerlo.

—¡Ahora sacame de aquí! — exigió.

—No es necesario que grites — renegó Riruka, con un papelillo se pico la nariz y estornudo sobre el.

Sintió como su cuerpo volvía a crecer y de pronto se encontró nuevamente fuera pero completamente empapado.

—¿Necesitas una toalla? — preguntó Ginjo.

—¡Pues claro!

Ichigo se alejó un poco de los demás mientras secaba su cabello.

"Sin duda se sentía como Zangetsu"

—¡Eso no puede ser! — escuchó una voz proveniente de... ¿La placa?, al instante la acercó a su odio para escuchar con claridad —. Ichigo... El... No... — no podía escuchar que era exactamente lo que decía.

"¿¡Esa es la voz de... Rukia!?"

Esperó un poco más pero ya no pudo escuchar más.

"Su voz... "

Ese mismo día por la tarde se dirigió al hospital a ver a Uryu, aquel chico era realmente un terco y malhumorado a pesar de que Orihime y el habían ido a verle, Ichigo incluso le había gritado.

—Ishida-kun... — lo llamó Orihime para tranquilizarlo.

—Gracias por venir Inoue-san pero, en este momento no tengo nada para decirles — se disculpó Uryu con la chica, en realidad estaba perturbado por todo lo ocurrido y un poco aturdido.

—Nos vemos Ishida-kun — anunció Orihime recibiendo como respuesta 'Claro, gracias Inoue-san'.

La chica salió de la habitación acompañada del padre de Uryu seguidos por Kurosaki Ichigo quien lucía un poco molesto.

—¿Te acompañó a tu casa Inoue?

—No será necesario — intervino el Sr. ishida —, yo la llevaré.

Ichigo miró a los ojos a aquel hombre y comprendió al instante lo que le quería dar a entender 'Si pasará algo en este momento tu no podrías hacer nada para protegerla'. Se sintió avergonzado y como si fuese algo inconsciente se alejo de allí los más rápido que sus piernas le permitían, cuando por fin se encontró fuera aligeró el paso, afuera ya estaba oscuro.

Una extraña niebla comenzó a hacerse presente al grado de no poder distinguir su alrededor.

—¿Qué rayos ocurre? — se preguntó Ichigo.

Entonces vio una pequeña silueta -no podía ser-, vio su pequeña espalda, sus cabellos negros y finos sobre sus hombros.

—Rukia... ¡Espera! — corrió para alcanzarla, no comprendía lo que ocurría pero quería alcanzarla —, ¡oye espera!, ¡he dicho que esperes!, ¿que parte de "espera" no entiendes?

Cuando ella por fin se detuvo él quedó a unos pasos de alcanzarla, pero ella aún le daba la espalda.

—Ru...

—¡Tonto!, ¿por qué me detienes?

—¿Por qué...?

—¿Qué es lo que quieres?