El diario de la esquizofrénica

Piedra neón...

Narra Ían:

Me fui caminando hacia dónde kyōki me había dicho, esta espada ciertamente es extraña, no podía dejar de mirar su color negro, poco a poco la sentí un poco más pesada así que decidí guardarla en el porta-espada,

-Y... ¿Sabes utilizarla?-

-Si... Jugaba de pequeño con una espada de juguete... Es casi igual ¿No?-

-Ay Ían...-

Me dijo un poco preocupada, yo también lo estaba, llegamos a la puerta... Era una puerta negra, entramos y la puerta se cerró de golpe, no podíamos ver hacia donde íbamos, saqué mi espada y volvió a salir el espiral, ésta vez traté que la flama saliera con más intensidad,

-Ya podremos ver hacia donde vamos-

Seguimos caminando... No había ruido... De nuevo... Sólo se escuchaban nuestras pisadas... Kiara me seguía de cerca... Como quisiera que Kyōki estuviera aquí... Es un buen consejero y me trae calma al oírlo... Aunque diga que tengamos el mismo poder... No sé si puedo confiar en mi mismo o en mi instinto... ¿Y si me equivoco?... Necesito ayuda,

-Ían... (Abrazando el brazo de Ían)... Tengo miedo-

-To... Todo estará bien...-

O eso creo,

-Espera (Volteándose para mirarla), ¿Qué te sucede?... Primero me odias y ¿Acaso ahora me amas?... Al rato vas a querer matarme ¿No?-

-N... No es eso... Es sólo... Que... Es sólo que...-

-Ya déjalo así-

Me volteé y seguí caminando, una sonrisa malvada se formó en mi rostro... Logré ponerla nerviosa >:)... Aunque debo decir que no sé por qué cambio drásticamente, me pasa muy pocas veces y no se la razón... Es como si tuviera otra personalidad... Como si alguien más viviera dentro de mi... Por alguna razón, este comportamiento me recuerda a alguien...

-¡¡Mira Ían!!-

Se empezó a ver un resplandor azul,

-¿Eso es todo?... Demasiado fácil para creerlo-

Unas cadenas azules me rodearon las manos y los pies... También a Kiara,

-Nuevamente llegan a molestarme-

Se escuchó cómo chasquearon los dedos y se iluminó un poco el lugar, estaba un chico... A pocos metros de mi... La misma altura, pero sus ojos eran rojos, su vestimenta era completamente blanca, a excepción de su corbata que era roja, tenía unos guantes, su cabello igual era blanco y alborotado, rápidamente se acercó hacia mi, me intenté safar pero no podía,

-¿Qué tenemos ahora?-

Me dijo mientras me tomaba del mentón y me alzaba la cara para que lo viera,

-¡Linda espada!-

-¡¡Suéltame ya!!-

-¿Por qué querría hacerlo?... Eres un segador de almas espiritual... ¿No?-

Hasta este momento me estoy enterando de el nombre de mi poder... Me alegra saberlo pero... Aunque no quería en estas condiciones,

-No lo sé-

-¿A quién quieres engañar niño?... Ví cuando iluminaste el camino con tu espada-

Se volteó y empezó a regresar al lugar donde apareció... Se reía en voz baja... Paró en seco y volvió a voltear,

-Sabes... Hoy no quiero divertirme... Sólo quiero acabar contigo y tu amiga lo antes posible-

Jaló uno de sus guantes para acomodarlo mejor, comenzó a correr a gran velocidad hacia mi... ¿Qué hago?... Comencé a jalar la cadena con la intención de romperla... Mis brazos se envolvieron de la misma llama que mi espada e hizo que las cadenas se rompieran, rápidamente saqué mi espada e intenté atacarlo pero con su mano detuvo el ataque,

-¿Pero qué?-

Comencé a atacarlo nuevamente pero con sus guantes detenía el ataque, me atacó ferozmente con los guantes... ¿Enserio?... ¿Unos guantes son más poderosos que una espada?,

-El niño está confundido-

-¡¡Cállate!!-

Y así comenzó la pelea, era muy rápido y pues como era de esperarse... Recibí demasiados golpes,

-Luz oscuridad-

Dio un giro rápido a su mano y me lanzó una especie de rayo, me intenté cubrir con la espada... Si detuve el ataque pero... Poco a poco empezé a perder la fuerza y el rayo comenzó a aventarme la espada...

-Arrhhggg... No puedo más...-

-Ían tu puedes-

-No... No puedo...-

Por la intensidad del rayo, de mis ojos comenzaron a salir lágrimas... No me puedo rendir... No ahora... (Sus ojos se vuelven azules combinados con rojo)... No se de donde agarré fuerza pero el espiral de mi espada se volvió más intenso y destruí el rayo,

-Ni tan principiante eres Jajajaja-

Ahora... Cada vez que lo atacaba lo hacia más rápido y no me costaba tanto trabajo como antes... Ya lo había dejado muy herido... No quería hacerlo pero... Tengo que... Con mi mano derecha tomé la punta del espiral y se la lancé a aquel chico... El espiral lo atrapó... No se podía mover,

-Tú que sólo has causado destrucción y dolor a los demás... Ha llegado la hora de tu juicio final-

Le clavé la espada y éste gritó de una manera horrible... Pero en lugar de que saliera la misma luz... Está vez salió una sombra espesa de su cuerpo y poco a poco se desvaneció... Su cuerpo igual desapareció dejando una piedra azul brillante en su lugar,

-¿Qué es eso?-

Me intenté acercar pero caí de rodillas... De repente toda mi fuerza ser vino a abajo y la cabeza me empezó a dar vueltas, Kiara me ayudó a levantarme pero nuevamente me caí...

-Estás muy cansado... Es mejor que encontremos un lugar para dormir...-

-Siento que este lugar ya es seguro... Con tu permiso Kiara-

Me acosté en el suelo que estaba tibio, utilicé mi brazo como almohada y lentamente cerré los ojos...
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Narra Kiara:

Ían se durmió... Se veía tan tierno dormido... Con cuidado le quité la espada y el porta-espada... Su fleco no era muy largo apenas y le cubría los ojos...

-¿Qué haces niña?-

-¡Ahhhhh!... Maldito Kyōki me asustaste-

-Shhh guarda silencio... Lo vas a despertar y está muy débil-

-Lo siento... ¿Nos estás siguiendo o qué?-

-Nop... Sólo estaba pasando por aquí... Y si siguiera a alguien sería a Ían no a ti-

-¿Qué tienes en contra mía?-

-Nada-

Ían comenzó a moverse... Creo que hablé demasiado alto... Se sentó y comenzó a tallarse los ojos...

-¿Qué... Qué pasó?-

-¡¡Ya viste lo que has hecho!!... Pero por cierto... Necesito decirte algunas cosas Ían-...