El padre, la madre, y la hermana de Georgina comenzaron a llorar intensamente. El hombre se acercó a mí, y con los ojos llorosos me dijo:

— Encuentren al asesino...Por favor. 

Asentí con la cabeza, casi conmovida por aquello y me acerqué más a Sherlock, intimidada por tanto...sentimentalismo. Él me dedicó una mirada de reojo y sonrió levemente, estrechando la mano del señor como despedida.  

(...)

La mañana siguiente desperté con un horrible dolor de cabeza. Me quejé para después ponerme de pie, noté que seguía vestida con lo mismo de ayer, fruncí el ceño extrañada. Aún era muy temprano, pero Sherlock no estaba, y la Sra. Hudson probablemente seguía dormida. Decidí salir a tomar aire fresco. Bajé las escaleras del edificio y salí. Sentí una fuerte y fría ráfaga de viento golpear mi rostro. Sonreí levemente. Comencé a caminar sin rumbo, lenta, tranquilamente. Necesitaba esto.

Iba caminando por un barrio de Londres, lo único que veía era niebla. Niebla por todos lados. Fruncí el ceño intentando ver más allá, logré visualizar un poste de luz bastante cerca. Rápidamente caminé hacia él, intentando librarme de aquella niebla tan densa. Al estar a pocos metros, empecé a acelerar el paso, ya que juraba que alguien me estaba viendo. De pronto, choqué con algo, que aparentemente, se mecía. Confundida, saqué mi móvil y alumbré hacia aquel 'bulto', la niebla poco a poco desapareció. En ese mismo instante, mi celular sonó. Contesté y lo puse en altavoz mientras seguía iluminando el camino

—  ¿Jenn? ¿Dónde estás? ¿Todo bien? 

— Si, si. He salido a tomar...—  gruñí cuando sentí algo golpearme nuevamente, como si hubiese regresado. Di un paso hacia atrás y pude notar algo colgando.

La niebla se había desvanecido, permitiéndome ver con lo que había chocado...Un cuerpo. Del impacto dejé caer al suelo mi celular, tragué una bocanada de aire mientras, en el suelo, me echaba para atrás. Escuchaba la voz de Sherlock gritar mi nombre por el móvil, pero estaba en shock. 

— No te muevas de ahí, Jenn. Voy para allá – dijo Sherlock tranquilamente, no dije nada.

Y fué lo último que escuché. Mi respiración estaba agitada. Los cadáveres no me dan miedo, pero este me tomó desprevenida. Me puse de pie y limpié un poco mi ropa, golpeándola delicadamente. Recogí el celular, pero Sherlock ya había colgado. Metí mis manos en mis bolsillos y me alejé un poco mientras seguía las instrucciones de Sherlock, quedarme ahí. Me senté en la fría banqueta, abrazándome a mí misma, intentando lidiar con el frío. Miré el cuerpo, me acerqué un poco y suspiré. Otra chica, joven, linda. 

Minutos después, Lestrade y Sherlock llegaron junto con ambulancias y patrullas. Lestrade me dió palmaditas en el hombro para después correr hacia el cadáver junto con otros hombres. Sherlock se paró a mi lado y miró detenidamente al cadáver. Sentí cómo se giraba hacia mí...Y sin saber que más hacer, rodeó mi hombro con su brazo. Lo miré, el apartó la mirada. Reí bajito y me dirigí hacia él. 

— No tienes por qué hacer...ésto.— dije mirando a su mano. – Estoy bien.

— Lo sé.— sonrió levemente, mirando cómo los forenses descolgaban suavemente el cuerpo sin vida. 

Agaché la cabeza con una sonrisa de lado y me dejé abrasar por Sherlock. Raro, pensé. Lestrade se acercó, y con el ceño fruncido observó la mano de Sherlock en mi hombro.

— Manden el cuerpo al laboratorio, oh, y díganle a Molly que lo deje tal cual.   — dijo Holmes, seco cómo siempre. — Te llevaré a casa.— me dijo mientras caminaba.

Me despedí de Lestrade con la mano y seguí a Sherlock, quién ya me había soltado.

— Sabes que estoy bien, ¿verdad?

Sherlocked (BBC Sherlock & Tú).Where stories live. Discover now