Capítulo 18: Un cambio radical.

32 2 0
                                    

-- Y, ¡Dios! Ya se que son mejores amigos, pero ¿ustedes creen que se ve bonito encontrarlos en la cama? Imagínense si los hubiera encontrado mamá ¿Qué estaban pensando? ...-- Anne se agarraba la cabeza denotando frustración.

Matt y yo solo reíamos entre dientes. Anne parecía una loca desquiciada, pero gracias a dios, fue ella quien nos vio durmiendo en mi cama, porque si hubiera sido Gwen, Matt ya estuviera muerto y yo, encerrada de por vida y tal vez llevada a un internado de monjas.

Mi hermana terminó de dar su sermón y Matt se fue. Comencé a vestirme con unos pantalones cortos y una blusa ya que saldría a buscar a Kate.

(***)

-- ¡Honey! ¡Despiertate, perra! -Grité con fuerza.

Kate se comenzó a despertar y agarró su cabeza.

--Mierda, mi cabeza -Gruñó.

Reí y me miró molesta.

-- ¿Es que esto te hace gracia? -Preguntó.

-- Eso te pasa por borracha, honey -Reí nuevamente y una almohada impactó mi cara.

Dejé de reir y la miré seria.

-- Jules, tranquila hermana, yo solo quería callarte, es que hablas demasiado -Comenzó a reírse.

--¿Con que eso quieres? -Pregunté desafiante.

-- No, no, no .... ¡Ayuda! ¡Ayudenme! --Comencé a corretear a Kate por toda su casa, abrió la puerta principal y salimos. Corrí con todas mi fuerzas y casi la alcanzo de no ser porque.

--Hola, chicas -Saludó. Le di un beso en la mejilla y, cuando miré a Kate, estaba completamente estática. No entendía el por qué de su estado, hasta que lo comprendí.

Kate estaba en pijamas.

Kate estaba tan despeinada que parecía que hubiera tenido sexo como conejo.

Kate estaba con las pantuflas de cocodrilo que solo Matt y yo habíamos visto.

Kate estaba frente al amor de su vida. Dylan.

-- ¿Qué hacen? -- Se acercó más a nosotras.

Kate seguía como poste, pero ahora estaba roja.

-- Bueno, tan solo jugábamos -Respondí tratando de aguantar la risa.

--Oh, claro. Bueno, venía a invitarlas a una fiesta, ¿qué dicen?

--¿Cuándo es? -Le pregunté.

--Es hoy en la noche, entonces ¿irán?

--Nosotras te avisamos, ¿vale? Tenemos que irnos, adiós -Me despedí, mientras empujaba a Kate directo a su casa.

Cuando llegamos a su habitación, rompí en carcajadas.

--¿Qué fue eso? -Le pregunté con lágrimas en los ojos.

--Cállate, estúpida --Me tiró su almohada de nuevo-- No lo sé, es que, ¡Dios! ¿Viste como estaba vestida? Estaba hecha un asco, parecía que recién hubiera follado como mono -Dijo, histérica.

--Tranquila, te veías adorable --La consolé.

--¡Eso es lo peor! No puedo ser adorable --Gritó-- Tengo que ser sexy, no parecer una niña buena.

--Honey, relájate, sígueme ¿okay? -Dije y asintió- Inhala, exhala, inhala, exhala ... ¿Mejor? -Pregunté.

--Un poco --Respondió y se tiró en la cama. Imité su acto.

¿Siempre Juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora