Capítulo 12 - Baia baia

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Así estuvimos jugando hasta que acabó el juego. Ahora sé que su color favorito es el rojo, quiere recorrer el mundo cuando termine la universidad, tiene un coche y una moto pero prefiere usar la moto, su mejor amigo es Ryan, y un sin fin de cosas más.

-Bueno, Ali, contesté todo con sinceridad. - me miró coquetamente. Yo le dediqué una mirada desafiante.
-¿Ah sí? Pues que coincidencia porque yo también. - contesté, siguiéndole el juego. Me acerqué un poco a él. Qué les puedo decir. Este hombre me hace hacer cosas que no sabia que podía hacer.
-¿Entonces el premio es para los dos? - susurró. Mis labios estaban a centímetros de los suyos y pude sentir aquellas palabras contra mi piel. Ambos sonreímos.

Y ahí estábamos, al borde de darnos un beso.

Todo era perfecto, la música y las voces de las personas en la feria cada vez parecían que estaban más lejos, yo estaba flotando...

Todo hasta que Kara tenía que arruinarlo TODO.

-¡Ay! Los tórtolos. - nos gritó a James y a mí con una sonrisa en la cara y un algodón de azúcar en el brazo derecho. - Qué tiernos. -

Nos separamos inmediatamente, apenados. Pude sentir mis mejillas tornarse rojas.

-James J va por todo. - dijo Ryan, siguiéndole la corriente a Kara. Volteé a ver a James, el cual había bajado la mirada con una sonrisa tímida en el rostro. Aw.

¿James J? ¿Enserio?

Miré a Kara con ojos de pistola. Dios, me las va a pagar por esto. Lo juro. Kara sólo me mandó un beso y me guiñó el ojo. MALDITA.

-Vamos a ir a la montaña rusa que está al otro lado de la feria.¿Vienen o se quedan aquí? - nos preguntó Ryan.

James se volteó a verme para ver qué pensaba. Asentí.

-Vamos con ustedes. Hay mucha gente, lo mejor es estar juntos para no estarnos buscando. - dije. Ryan asintió y posó su brazo alrededor de los hombros de Kara.

-De acuerdo, vamos. -

Nos pusimos de pie y yo puse mis muletas en marcha. No lo había notado, pero había mucho más gente de la que había que cuando llegamos lo que hacía que caminar fuera más difícil para mí. James caminaba lento al lado de mí, cuidándome, ya que mis muletas tampoco me ayudaban a ir muy rápido que digamos.

Estábamos pasando por el área de los juegos de azar, justamente en frente del juego de las pistolas de agua.

-Veamos ¿quién está dispuesto a jugar este divertidisimo juego de pistolas? ¿Algún valiente por aquí? - decía el chico con una voz falsamente grave. - ¡TÚ! ¡Chica de las muletas! Parece que tú eres una persona valiente, lo demasiado como para salir herida en el intento ¿eh? - me señaló con una sonrisa.

-Ali, creo que el chico de las pistolas te quiere conocer. - me dijo en voz baja y volteé. Sólo reí. Si tan sólo supiera cómo me rompí el tobillo.

- Vamos, atrévete. Tenemos una gran variedad de premios. ¿Quién es él? ¿Tú novio? ¡Vamos, gánale un gigante oso de peluche a tu chica! Y si no lo logras, aún tenemos peluches de consolación. ¿Qué dices? - nos pregunta el chico, animándonos.

-Vamos, Ali. Vamos a ganarle un oso de peluche a mi chica - sonrió James y nos dirigimos hacia las pistolas de agua.

Wow. ¿Qué?

Su chica.

¿Oyeron eso? ¡Su chica!

-¡Lo sabía! Damas y caballeros, aquí tenemos un gran ejemplo de una pareja de valientes. ¿Alguien osa desafiarlos? ¡Vamos! Será interesante. - dijo el chico pistola a las personas que iban pasando.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2016 ⏰

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