Capítulo 5

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Shion era una de esas personas que como cualquier humano cometía errores llegando a traicionar su propia moral, es decir, incluso la persona más honesta podría robar en tiempos de crisis debido desesperación, en el caso de la rubia su error fue caer en las redes de Naruto, pero sinceramente ¿Quién podía culparla? Después de todo el Namikase era un hombre capaz de seducir incluso a la chica más mojigata.

La ojipurpura se había sentido atraída por el rubio debido a su físico, sin embargo al conocer su personalidad indomable le fue imposible no fantasear con Naruto pero había ignorado sus impulsos con él puesto que era el prometido de su prima, finalmente fue engatusada por las palabras y falsas promesas del Namikase, quien le había prometido divorciarse de Hinata para estar con ella porque la verdad era que no la amaba, eso ultimo era cierto pero se reprochó mil veces lo estúpida que fue el caer en tentación con el rubio para que después este le rompiera el corazón, que patético.

La Hyuga estaba segura que esa faceta de cariñoso y seductor la había visto más de una mujer que había caído en sus garras ¿Cuántas más habrían sido engañadas? El saber que solamente había sido utilizada por él fue un golpe a su orgullo, es decir, a ella que siempre había sido el centro de atención, alguien hermosa con un sinfín de candidatos a maridos había sido burlada por Naruto Namikase y la había hecho traicionar su moral y a su querida prima. Lo odiaba y quería hacerlo pagar pero ese deseo de venganza se esfumo tan pronto fue confrontada por su prima.

Esa noche Naruto le había dicho que se había aburrido de ella, que realmente solo buscaba un par de acostones y que ya no quería tener nada que ver con ella, obviamente Shion se indignó y sintió que algo se quebró en su interior, pero por el orgullo de mujer que aun tenia no se rebajó a suplicarle que le diera una oportunidad más de complacerlo, en parte ella también se había acostado con él por una simple aventura pero pensó que sería ella la que lo botaría y no al revés, salió de la habitación del Namikase rabiando sin ser detectada por nadie en la mansión, sin embargo, casi como si la estuviera esperando se topó con Hinata al pie de las escaleras de la mansión.

La ojiperla miro a su prima sin aparente expresión en su rostro, la rubia se tensó sin saber de qué forma explicarle a su prima su presencia en la mansión a tan altas horas de la noche, improviso de la mejor manera que pudo.

-Hinata, justo te estaba buscándote, yo quería hablar contigo-fingió estar a punto de llorar, su plan era hacerle creer a su prima que estaba dolida por el rechazo de un chico, lo cual no era del todo mentira pues Naruto la acababa de batear pero obviamente debido a su inocencia y la fe ciega que Hinata tenía en la sinceridad de las personas estaba segura de que sería tan fácil como siempre engañarla.

-Lo sé-la voz de la joven sonaba fría, perdida y distante, una mueca de confusión pudo leerse en el rostro de Shion, no era solo el hecho del estoicismo en la expresión de la heredera Hyuga, si no las palabras que había dicho lo que desconcertaron a Shion.

-¿Eh? Hinata...

-Lo sé-inexplicablemente la rubia se tensó-Sé que te has estado acostando con mi esposo-declaro como sin nada.

La joven abrió los ojos sorprendida por la declaración de su prima, el temor la invadió al verse descubierta y supo por la mirada de Hinata que negar tal afirmación no serviría de nada, había traicionado por completo la confianza de la peliazul y jamás volvería a recuperarla.

Ambas Hyuga eran muy cercanas y basto tan solo un intercambio de miradas para que Shion supiera el daño que le había hecho a Hinata, nada justificaba sus acciones, tal vez lo que ella hubiera sentido por Naruto era tan solo un enamoramiento que surgió al haber sido cegada por la cálida aura y personalidad que el rubio fingió para conquistarla, pero la peliazul había estado amando a Naruto desde hacía tanto tiempo que al ser traicionada por las únicas 2 personas por quienes sentía afecto la destrozo, solo hasta entonces la rubia pudo notar que Hinata había estado llorando y todo por un hombre que no se la merecía y por quien consideraba más que su mejor amiga, su casi hermana.

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