Capítulo 1 Adios a sueños e iluciones

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De nuevo desayunaba sola, algo que era normal para ella en la mansión en donde vivía, a pesar de que vivía rodeada de sirvientes, hincha no era una ingenua, se había dado cuenta que la servidumbre murmuraba con envidia, pues ella se había casado con el hombre más influyente y rico de japón NAMIKASE NARUTO.

Bueno, Hinata Hyuga ya había aprendido a ser indiferente ante la poca atención que su marido le mostraba, y es que ella había estado enamorada de Naruto desde que tenía memoria, sus padres la habían comprometido con el heredero de la familia Namikase incluso antes de nacer, con el objetivo de asegurar su futuro y el de unir las empresas Hyuga con las Namikase con el fin de que ambas partes obtuvieran más ganancias y poder del que individualmente tenían.

Su madre había muerto al darle a luz, su padre raramente le prestaba atención, había sido criada vagamente por distintas mucamas y educada por las institutrices más estrictas para ser lo que se podría denominar la esposa perfecta para su futuro marido, todo una Yamato Nadeshiko, debido a las ancestrales tradiciones de la familia Hyuga, sus lecciones fueron muy allegadas a las costumbres japonesas y era gravemente reprendida si hasta el mínimo detalle, por más insignificante que fuera, salía mal en la ceremonia del té o en su caligrafía.

Al principio ella no entendía muy bien de que servían las clases, ella era una chica muy dócil que jamás en su vida había recibido verdadero afecto, no era más que una niña vacía hasta que a sus 7 años conoció a un hiperactivo chico de 11 años, Namikase Naruto, la persona con la que en un distante futuro se casaría.
Su mundo frio y oscuro se llenó de calidez por la presencia de Naruto y nació en ella un sentimiento que no supo diferenciar hasta años más tarde gracias a su prima Shion, pues cuando le habló de él ella lo dedujo de inmediato, Shion era su única amiga y de las únicas personas que conocía, ella tenía la misma edad de Naruto, por ser la heredera Hyuga su padre había tomado muchas precauciones para asegurar su futuro, motivo de que fuera educada en casa sin poder poner nunca un pie fuera de ella, por supuesto tampoco conoció a ningún otro chico, su padre temía que se llegara a enamorar de algún idiota que echara a perder sus planes sobre casarla con el heredero Namikase, aunque eso sería hasta que ella cumpliera 21 años.

Hinata Hyuga creció y vivió como una cautiva princesa sin mucho contacto con el mundo exterior, no había nada más allá de los jardines y las bardas que la rodeaban, incluso para su padre ella no era más que una moneda de cambio, pero eso no evitaba que ella le tuviera afecto, cariño que nunca fue correspondido pues su padre la culpaba de la muerte de su madre.

Lo único que ella quería era ser amada, añoraba cariño, calidez y comprensión de cualquier tipo y puesto que nadie en la mansión se lo iba a brindar esperaba con ilusión el momento de casarse con su prometido y recibir amor de su parte, a cambio ella le brindaría todo lo que tenía, porque prometió hacer lo que fuera por ese niño que había iluminado su vida con una sonrisa.

Pensó que mientras tanto se esforzaría por hacer feliz a su padre y que este la quisiera aunque fuera un poquito, pero eso nunca paso, Hiashi Hyuga junto con sus socios Namikase murieron en un accidente de avión, evento que adelanto la boda pactada pues de esa manera Hinata quedaba bajo la protección de Naruto y puesto que la joven ya tenía 16 años la unión entre la Hyuga y el Namikase se llevó acabo.

Naruto fue alguien muy caballeroso dándole su espacio y otorgándole una habitación propia en su mansión, ilusamente creía que su esposo sabía que no estaba preparada para él además de que seguramente había decidido darle su espacio hasta que se acostumbrara a su presencia y haciendo tiempo para que ambos se recuperaba de la pérdida de sus padres.

Paso un tiempo que había sido suficiente para ella, pero al parecer no para su adorado esposo, en retrospectiva era obvio que después de 4 meses siguiera dolido por la muerte de sus padres, pero nada más alejado de la realidad, el rubio había superado la muerte de Minato y Kushina pensando en lo felices que ellos serían en el cielo, el verdadero motivo de la distancia entre él y su esposa era que para Naruto ella no era más que una chiquilla a pesar de que la diferencia de edades eran solo 4 años.
Hinata había estado muy ilusionada con su esposo de inmediato comenzó a poner en práctica lo que sus institutrices le habían enseñado, ella le cocinaba, arreglaba su ropa y se encargaba de todo lo que haría una buena esposa pero al rubio no parecía interesarle mucho los esfuerzos que ella hacía por llamar su atención.

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