Me senté a una distancia prudente de él y le observé mientras marcaba un número que jamás olvidaría... El de mi padre. Los típicos timbres comenzaron a sonar. Su voz me llegó al cuarto timbre.

― ¿Adam? ¿Está todo bien? ―hubo una pausa― ¿le pasó algo a Emily?

―No―se apresuró a decir―, está con mi padre ahora mismo.

― ¿Entonces qué sucede?

―Sólo quería decirle que ella estaba bien, y que Garden se mantiene alejado de ella.

―Gracias a Dios... Te pediría que le dijeras que la amo― los ojos comenzaban a arderme―, pero, supongo que lo sabe... Y que no puedes decírselo, llámame después ¿de acuerdo? Debo volver al trabajo...

―Ella lo ama también― no contuve más las lágrimas y éstas cayeron al momento en que mi padre había colgado― Emily, lo siento, no se supone que debieras saberlo hasta dentro de otros meses.

Me levanté de la cama consciente de que las lágrimas seguían bajando por mis mejillas, tomé mi cabeza entre las manos y empecé a caminar de un lado a otro... Sentía que la cabeza me estallaría, sentía que todo estaba cayéndose a mi alrededor. Adam se levantó de la cama y se acercó con paso indeciso hacia mí.

―Emily... ― le detestaba por no decirme nada de la conexión que había entre su familia y la mía, pero me sentía tan hundida que no sabía en quién más confiarle mis lágrimas. Los brazos de Adam me sujetaron contra él con fuerza al instante que mis brazos apretaron su torso. Él sabía que necesitaba algo así. Mi pecho estalló contra el de él y mis lágrimas inundaron la habitación; tenía que haber una respuesta clara, pero ahorita no la quería escuchar, quería convertirme en espuma de mar y desaparecer.

―Lo lamento―pero no sabía de porqué lo lamentaba, las palabras habían salido solas― iré fuera.

Él no protestó, se quedó quieto en medio de la habitación viéndome fijamente con un toque de lástima en sus ojos. Sin darme cuenta había llegado a la cocina, hace pocas horas estaba iluminada e incluso acogedora. Tomé un vaso y lo llené de agua del grifo, no sentí el agua bajar por mi garganta. Mi mente estaba en Adam, en mi padre, y en George.
La voz gruesa y profunda de hombre provocó que derramara agua, maldije para mis adentros.

― ¿Tampoco puedes dormir? ―Derek estaba sentando a lado de la barra― ¿mala noche?

Dirigí mi vista a él y divisé por la poca luz, que llevaba una camisa blanca sin mangas y un pants negro apenas visible.

―No, tampoco puedo― me acerqué a la barra y me subí de un salto, estaba olvidando el hecho de que Derek me había visto casi desnuda horas antes, pero, hablar con alguien que no fuera Adam, era algo que agradecía.

― ¿Qué pasa con tu noche?

Derek dudo un momento.

―Paul ha entrado en mi habitación para verme y contarme su verano y la escuela a la que mis padres lo acaban de mandar― hizo una pausa y tomó aire―, ¿puedes creer que aprendió tiro de arco en un mes para impresionar a mis padres? Fue el mejor de su curso.

―Eso es genial, lo de ser el mejor del curso, Paul parece ser inteligente.

―Tener hermanos es un fastidio. Tengo otra hermana, es mayor que Paul pero... ―me miró fijamente y después pasó a un silencio instantáneo.

― ¿Qué tuvo que ver que Paul entrara en tu habitación con que no puedas dormir?

Se giró a observarme y tomó el vaso de entré mis manos.

―Se ha dormido en mi cama, dijo que la madre de Adam, "La Bruja Blair", no le ha asignado una habitación. ¿Puedes creer esa patraña? ― frunció el entrecejo―, esta casa es como un castillo, y tiene casi 90 habitaciones.

―Exageras―le brinde una sonrisa burlona― ¿por qué crees que lo hizo?

Derek me miró por un momento dubitativo y se llevó mi vaso a los labios, bebió hasta la última gota y depósito el vaso a lado de mis piernas.

―No lo sé, tal vez es porque no lo quiere como a todos sus sobrinos, creo que, incluso te aprecia más a ti que a él.

Fruncí el ceño al momento en que Derek se levantaba de la silla y caminaba a la salida.

―Si Adam es quién provocó que no puedas dormir, me aseguraré de que se disculpe.

― ¿De qué hablas? ― Derek tenía una sonrisa fanfarrona en sus labios.

―Eres la primer chica que sabemos que sale con Adam después de tantos años. Creo que sí eres especial, linda. Al menos ahora sé que aún funciona, pensé que ese imbécil estaba roto por completo.

ADAM - en edición.Where stories live. Discover now