Cap 5

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Amber's POV:
Desperté con la luz del sol que comenzaba a incomodarme en los ojos, poco a poco los abrí y me di cuenta de que no estaba en el cuarto de Lindsey, después recordé lo de anoche con Jack dándome cuenta de que seguía en su habitación.
Iba a levantarme pero sentí un peso en mi espalda baja y otro en mi muslo derecho rozando mi trasero, me fije bien y me di cuenta que tenía la mitad de mi cuerpo sobre Jack, mi cabeza sobre su pecho y sus brazos eran el peso que sentía sobre mí ya que me estaba abrazando.
Mirando bien la escena me ruboricé tratando de pensar en cómo llegamos a esta posición que (al menos para mí) era extremadamente incómoda, moriría de vergüenza si alguien entrará y nos viera.
Traté de levantarme pero era imposible, para pararme necesitaba apoyarme en su pecho y estaba segura de que eso no lo haría, a parte, no sabía como librarme de sus brazos y pasar desapercibida por lo que empecé a moverme poco a poco mirando a los lados en busca de una forma que sin despertar a Jack me hiciera salir de su agarre.
-no creo que seguirte moviendo sea una buena idea- escuché la voz ronca mañanera de Jack y levante mi mirada para verlo y éste muy y a penas tenía los ojos abiertos.
-que?- dije frunciendo mi ceño.
-que no creo que sea bueno que te sigas moviendo- suspiró -es temprano Amber, soy un chico y si te sigues moviendo mi amigo de por allá abajo también se despertará queriendo unos buenos días- dijo elevando sus cejas y yo me sonrojé inmediatamente.
-si me soltaras probablemente sería más fácil- dije sarcástica y él me soltó -qué hora es?- dije bostezando.
-son las.. 9:45, Dios Amber, más temprano no pudiste levantarte- dijo frotándose el rostro.
-creo que es lo mejor, las chicas deben seguir durmiendo, iré al cuarto de Lindsey como si hubiese pasado ahí la noche- dije parándome y dirigiéndome a la puerta.
-tienes razón- dijo el también parándose -adiós- dijo abriendo un poco la puerta.
-adiós- le sonreí y antes de salir me dio un beso en la mejilla tomándome desprevenida y yo me volví a sonrojar, que patética.
-te ves linda sonrojada- dijo guiñándome un ojo y yo lo ignoré saliendo de su habitación y me crucé a la de enfrente rogando porque nadie estuviese despierta.
Al abrir la puerta vi a todas dormidas y haciéndome sentir un gran alivio me dirigí a la cama de Lindsey donde ella estaba acostada con el pelo revuelto sobre la almohada.
Me acosté y volví a dormir un rato ya que seguía siendo temprano.
...
-despierta bella durmiente- escuche la voz cantarina de Lindsey y poco a poco abrí mis ojos para ver a todas ya despiertas.
-el desayuno está listo- dijo Mía bostezando.
-si y el sexy hermano de Lindsey vino a avisarnos- dijo Emma.
-ew Emma- reclamó Lindsey -mi hermano lo tiene todo menos sexy- dijo arrugando la nariz y sacudiendo la cabeza.
-oh vamos, por su puesto que lo es y más sin camisa y recién levantado- dijo Emma mordiéndose el labio -niéguenmelo chicas- dijo viéndonos a todas.
-la verdad es que es muy muy sexy Linds- dijo Mía sin pensárselo 2 veces -tú qué dices Annie?- todas miramos a Annie esperando una tímida respuesta de su parte como siempre.
-yo creo que sí es atractivo- dijo sonrojándose -tu Amber?- preguntó y estoy segura que era para que la dejáramos de ver.
-creo que tiene lo suyo- dije encogiéndome de hombros para quitarle importancia.
-que tiene lo suyo?- me miró Emma impactada -yo me lo cogía aquí mismo- dijo segura y Lindsey puso una mueca de asco.
-okay, creo que ya fueron suficientes halagos para Jack por hoy- dijo Lindsey finalizando el tema ya que se empezaba a incomodar y la entiendo, cuando hablan así de tu hermano es incomodo.
Todas bajamos a desayunar y vimos que Jack ya estaba en la mesa comiendo un cereal mientras miraba su celular.
-buenos días chicas- saludo la señora O'donnell mientras nos entregaba un plato a cada una para irnos a sentar en la mesa, esta vez me senté en la cabecera, Jack estaba frente a mi, a mis lados tenía a Emma y Mía y al lado de él estaban Annie y Lindsey.
Todas comíamos nuestros hot-cakes hasta que la señora O'donnell habló desde la cocina.
-y que tal durmieron?- nos preguntó mirándonos solo un momento para volver a centrarse en lo que estaba haciendo.
-bien, caímos rendidas- respondió Emma por todas.
-y tu cariño?- dijo la madre de Lindsey refiriéndose a Jack quien me miró.
-muy bien ma, estuve muy cómodo- dijo sin apartar la mirada de mí y yo me sentí demasiado incómoda.
-Linds, me pasas la miel?- dije rápidamente apartando mi mirada de la de Jack.
-y ese milagro cielo?- dijo la señora O'donnell volviendo al tema con Jack.
-no lo sé, creo que son las almohadas nuevas que me compraste, son muy suaves y blandas- dijo otra vez mirándome con una mirada divertida.
-que bueno que te gustaron, ya te hacían falta, esas que traías del internado estaban horribles- dijo su madre que gracias a Dios no se apergataba de que Jack no hablaba exactamente de las almohadas.
El resto del desayuno fue en silencio, cuando todas acabamos subimos a la habitación de Lindsey, entre todas la recogimos y nos cambiamos de ropa, hablamos un rato hasta que cada quien se fue a su casa incluyéndome.
Llegué a mi departamento y vi a Sean viendo una película mientras comía palomitas.
-hola- dije tirándome sobre el.
-hola- dijo sonriéndome y yo me moví para sentarme a un lado -que tal todo?- dijo sin despegar la mirada del televisor.
-todo bien, fue divertido pasar tiempo con las chicas- "y con Jack" agregó mi consciencia pero lo ignore.
-que bueno- dijo sonriendo un poco -nana ya vuelve el lunes- dijo cambiando de tema.
-genial, ya la extraño- dije haciendo puchero y Sean rió.
-a ella o a que ordene tu desastre?- dijo elevando una ceja.
-obvio a ella- dije frunciendo mi ceño, nana era una señora de 40 años que había cuidado de nosotros desde que Sean nació, ayudaba a mis padres a cuidarnos y a hacer aseo en la casa y cuando fallecieron ella estaba lo suficientemente encariñada con nosotros como para alejarse, no le importó si no le iban a pagar por cuidarnos, ella quería estar con nosotros y eso se lo agradeceré eternamente.
-ya lo sé, nana es lo mejor- dijo sonriendo y yo le devolví el gesto.
-oye subiré a bañarme y a hacer la tarea que me encargaron- dije poniéndome de pie.
-de acuerdo- dijo Sean y siguió viendo su película.
Subí a mi habitación con mis cosas y lo primero que hice fue darme la ducha, una vez que terminé, salí enrollada en una toalla a mi armario, de ahí saque unas pantis, un short lo suficientemente corto para dejar de ser short y una blusa de tirantes. Quería estar cómoda y para mí la comodidad significaba libertad (o sea, no traer brasier).
Me acomodé en mi cama con mis libros para hacer la poca tarea que tenía, cuando terminé, tomé mi iPad y revise mis notificaciones hasta que escuché el timbre.
-Sean abre tú!- grité.
-estoy desnudo! Voy a tomar una ducha, hazlo tú!- dijo desde su habitación y yo rodé los ojos, no tenía ganas de moverme.
Con la mayor flojera del mundo baje las escaleras descalza y volvieron a timbrar.
-ya escuché, ya voy- dije caminando hacia la puerta.
Abrí la puerta y mis ojos se abrieron rápidamente al ver a Jack.
-Jack!- dije alarmada y el también me vió con los ojos muy abiertos recorriéndome de arriba a abajo sin ningún descaro y yo me ruboricé, me sentía desnuda bajo su mirada y lo peor es que no podía hacer nada ya que estaba en shock.
-hum, hola a ti también- dijo con la voz algo ronca sin dejar de mirarme, yo me incomodé y me di cuenta que lo único que podía hacer era pasarme el cabello hacia adelante, éste era largo y cubría mis pechos lo cual agradecí ya que no traía nada más que mi blusa de tirantes. Maldigo el estúpido momento en que decidí andar cómoda, Jack me ha de ver cómo una cualquiera en éste momento.
-quieres pasar?- dije cuando por fin pude hablar.
-no, no- dijo mirándome por fin a la cara -es que Lindsey me mandó, dijo que te dejara esto porque se te olvido en casa- dijo tendiéndome una caja y al verla la reconocí, era la del vestido que me regaló.
-ah, gracias- dije tomando la caja mientras nuestros dedos se rozaban por accidente y sentía una descarga eléctrica que me recorría desde mis dedos hasta por todo mi brazo.
-bueno, me voy, tengo prisa- dijo volviendo a mirar mis piernas sin ningún descaro así que me atreví a hablar.
-si tomas una foto te durará más- dije burlándome de el por no apartar la vista.
-tienes razón- yo lo mire con el ceño fruncido, el saco su celular, lo puso frente a mi, retrocedió unos pasos y sentí el flash en los ojos -gracias por la foto- me guiñó un ojo guardando su celular dispuesto a irse.
-hey! Era broma!- dije frunciendo de nuevo mi ceño y el rió -cuando te dicen ese tipo de cosas no te las tienes que tomar tan literal- dije rodando los ojos.
-lo sé, pero en este caso valió la pena- agh, maldito idiota -ahora sí me voy- se acercó a mí y me dió un beso en la mejilla para después desaparecer y cualquier pizca de molestia que sintiera hacia él por descarado desapareció mágicamente.
Cerré la puerta detrás de mí y solté un suspiro frustrado.
Jack O'donnell, estas haciéndome sentir cosas que nunca he sentido y la idea no sólo me asusta, me causa terror..

El Hermano De Mi Mejor AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora