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Los lunes eran los días más pesados para todos los alumnos de preparatoria, no obstante, ese inicio de semana era sumamente especial ya que era el último lunes del curso y eso significaba el principio de la última semana de clase; las vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina. Desafortunadamente, previo a las vacaciones se extendía una interminable fila de exámenes finales, cargados proyectos y entregas de tareas; sólo los más inteligentes sobrevivirían para aprobar y disfrutar de un verano libre de exámenes extraordinarios y cursos de verano.

La mañana comenzó con una tensa aura en el ambiente, con los pasillos repletos de estudiantes que iban y venían con la mirada clavada sobre los libros de texto o libretas, los murmullos rompían el silencio acostumbrado e incluso se alcanzaba a escuchar una que otra oración a algún dios desconocido. Por la puerta principal asomó Doble D, siendo seguido de sus dos amigos que parecían no compartir el mismo entusiasmo.

—¡Aaah! Lunes por la mañana —exclamó Edd, tomando una gran bocanada de aire. —No hay nada mejor que eso, ¿verdad, chicos? —se dirigió a Ed y Eddy, dedicándoles una amplia sonrisa.

—Espero digas eso porque hoy inicia la cuenta regresiva para el verano, sólo nos quedan cinco días de espantosa escuela y por fin seremos libres. —aclaró Eddy con aire de superioridad. —Ya tengo diseñado muchísimos planes para conseguir dinero este verano, ¡seremos un éxito! Y compraremos los mejores caramelos.

—¡Caramelos! —exclamó Ed.

—No deberías confiarte ni cantar victoria tan pronto, Eddy. —corrigió Edd con un deje de preocupación en la voz. —Aunque sólo falte una semana, estos días son los más importantes y pesados. Aún tenemos pendiente algunos proyectos, oh, y los exámenes finales que determinarán nuestra calificación de este año.

—¡¿Qué? —se sobresaltó Eddy. — ¿Eso quiere decir que todavía no han terminado los exámenes? ¡Si presentamos varios la semana pasada!

—Uhm, no, el semestre aún no termina. —negó el azabache. —Por cierto, hoy tenemos que entregar el resumen del libro que leímos y, además, tenemos una prueba sobre el mismo.

La desgracia cayó sobre los hombros de Eddy, quien enseguida entró en pánico y se adelantó al área de casilleros. Abrió el suyo con desesperación y comenzó a revisar su interior.

—¿Qué me dijiste que presentamos? ¿A qué hora es la clase? ¿Cuál se supone que era el libro? ¿Recuerdas cómo se llama el profesor? —se apresuró a recitar mientras leía inútilmente cada hoja de papel que encontraba. No tenía caso, todo era un cúmulo de documentos innecesarios, garabatos, planos de estrategias pasadas, pero nada de utilidad; ningún libro y menos alguna libreta. —¡Ed, revisa tu casillero! —ordenó.

—¡A la orden, mi capitán! —rio Ed haciendo un saludo militar para después correr a su casillero y abrirlo de un certero golpe con la cabeza. La puertecilla abierta dio paso a una vista escalofriante para Edd, entre hojas, basura y páginas de cómics manchados con diferentes líquidos que sepa si eran tóxicos siquiera.

—Ed, esto debería ser penado por los Federales de la Limpieza. —comentó Doble D con una mueca de asco en el rostro. Suspiró antes de retomar la palabra: —Deberían agradecer que tienen un amigo tan considerado que...

—¿Cómo es posible que no tengamos ningún plan en mente para esto? —dramatizó Eddy, interrumpiendo al chico del gorro. — ¡Deberíamos quemar la escuela! ¡Deberíamos...! ¡Aaaah! —gritó bastante estresado por la situación.

—Eddy, escúchame. —Doble D alzó la voz para ser escuchado, sin embargo, Eddy seguía pegando de gritos mientras Ed echaba un rápido vistazo a sus cómics viejos.

REVENGE - [Kevedd] | En proceso de edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora