|Capítulo 4|WIMB?

996 81 5
                                    

Llego a casa estacionando el auto en la cochera. En cuanto entro me dirijo a la cocina a buscar unos cuantos rollos de canela como los de esta mañana.

Me han fascinado.

Dejo las llaves en la barra de la cocina y procedo a abrir la alacena buscando los aperitivos.

Y ahí están.

Me siento en una silla comiéndome unos cuantos en completo silencio. La madre de Ángel no llega sino hasta las diez por lo cual la casa está totalmente sola.

-Imbécil-Escucho la puerta abrirse y cerrarse de un portazo.

Me levanto de mi lugar y me dirijo hacia allá.
Abril ha llegado y no se ve tan contenta por lo que veo.

«Estúpido Ángel»

-Oye ¿Qué sucede?-Le preguntó sentándome en el sofá. Ella me mira por un segundo, suspira y se sienta a un lado mío.

-Ian, eso es lo que pasa-Ya decía yo.

-¿Qué ha sucedido con él?-Me incorporo en mi lugar tratando de escucharla atentamente.

-Se ha mantenido distanciado en todo lo que supuestamente es "nuestra primera cita"-Hace comillas con sus dedos para después dejarse caer en el sillón.

-¿Por?-Le doy otra mordida al panqué.

-No lo sé, solo me ha abrazado dos veces en esta tarde y ha estado mirando chicas en mi presencia-Dios, ayúdame.

-Imbécil-Gruño dejando el rollo a un lado.

-Lo mismo he pensado yo-Ríe conmigo.

-Hablaré con él mañana-Oh, y claro que lo haré.

-Bien-Suspira por segunda vez y se levanta de su lugar-. Voy a mi habitación.

Me avisa y sube las escaleras para ir a su cuarto.

-Cabrón-Susurro para mí mismo y decido llamarle a mi amigo.

Pero algo me lo impide haciéndome ir hacia la dirección en la que se ha ido la chica que me gusta.

Dejo lo que estaba comiendo hacia un lado y subo las escaleras sin saber lo que estoy haciendo.

Toco un par de veces en cuanto estoy en frente de su puerta. Ella me abre con una sonrisa y me deja pasar.

-¿Qué sucede Ángel?-Me pregunta sentándose en su cama con un libro en las manos.

-Yo... -Ni yo sé que sucede.

Levanta una ceja inquisidoramente dejando su libro a un lado.

-Yo sé por qué An...Ian-Me corrijo inmediatamente-. Se comporta así.

Suspiro pensando muy bien mis palabras. Necesito arreglarlo ahora.

-Te escucho-Se sienta en su cama en posición de indio y me mira con atención.

-Bueno... -Me pasó una mano por el pelo-. Mi mad... digo, la mamá de Ian, me ha dicho que ha estado distraído desde ayer es por eso que van a llevarlo a un médico o algo así.

Bueno, no es la mejor excusa que he creado pero es válida, creo.

-Olvida cosas más a menudo-Sigo explicándole. Genial, ahora le estoy diciendo que tengo problemas o algo.

Estúpido Ángel.

-No te enojes con él-Me siento a su lado tomándola de las manos-. Le gustas mucho, tenlo por seguro.

-Gracias-Me abraza por un momento dejándome con ganas de más.

-De que-Me sonrojo.

Me levanto no sin antes dejarle un rápido beso en su mejilla.
Ella vuelve a sonreírme para regresar la vista a su libro.

Ésto es frustrante. No creo que pueda.

Estoy viviendo en la misma casa, bajo el mismo techo con la chica que quiero y Ángel no ayuda en nada. Hasta he pensado que si al final llega a arreglarse todo, Abril ya no estará interesada en mí, eso sí me será un golpe bajo, algo que Ángel pagará con su vida.

Y no estoy bromeando.

Decido no llamarle por teléfono al chico, quiero hablar con él en persona. Éste tema es serio y él lo vuelve más complicado.

-¿Ángel?-El rostro de Abril se asoma por la puerta. Ya está cambiada con un pijama algo corto y tiene el cabello amarrado en una trenza de esas raras que le ponen nombres extraños.

¿Cómo se llamaba? ¿Trenza de cangrejo, medusa? Ah, pescado.

Me olvido por ahora de aquello. Le indico con un movimiento de cabeza que pase. Ella camina con pasos lentos hacia mí, dejándose caer en la cama boca abajo mirándome.

Me acuesto a su lado apoyándome en la cama con el codo derecho recargando mi cabeza en la palma de éste.

Si no fuera Ángel en estos momentos ya la hubiera besado.

Le retiro un cabello rebelde que ha pasado a tapar su hermoso rostro poniéndoselo detrás de su oreja. Ella mira todos mis movimientos sin decir palabra alguna.

Agradezco infinitamente en cuanto se dedica a hablar, estoy seguro que si no lo hubiera hecho ya habría hecho algo realmente estúpido.

-¿Puedo dormir aquí?-Me susurra.

Asiento confundido y me levanto para cambiarme la ropa pero su brazo tomando el mío me lo impide.

-No te vayas-Vuelve a susurrar.

-No me iré- Le aseguro-. Sólo iré a cambiarme la ropa, es todo.

Ella me suelta y yo me encamino a cambiarme lo más rápido posible no sin antes darme una corta ducha. Tomo lo que me pondré para dormir antes de salir del cuarto dirigiéndome hacia el baño.

En cuanto termino, me cambio poniéndome unos bóxers junto con un pantalón largo de cuadros y una camisa de manga corta además, de cepillarme los dientes.

Me pongo las sandalias y vuelvo a mi habitación.

La chica sigue en la misma posición en la cual se ha quedado antes.

Tomo lugar a su lado dejando unos cuantos centímetros entre ella y yo.
Abril frunce ligeramente el ceño y se acomoda pegándose más a mi abrazándose a mi torso cubierto por la tela de la camiseta poniendo su rostro en mi pecho.

Rodeo temeroso su cuerpo con uno de mis brazos acercándola más a mí.

Su mano descansa en mi estómago. Ésta situación es algo incómodo dado que soy su hermano ahora pero me encanta.

-Buenas noches-Me dice antes de cubrirse con las sábanas y cerrar los ojos.

Deseo despertarla ya que aún no ve la sorpresa que su padre le dará en unas cuantas horas pero rechazo la idea en cuanto su respiración empieza a sonar más tranquila que antes.

Se ha dormido.

-Buenas noches-Le digo devuelta.

Duermo soñando con la chica que tengo a mi lado esperando jamás perderla pero a como las cosas están ahora, ya no sé si eso podrá ser posible.

5

SIBLINGS | WIMB? © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora