|Capítulo 11|SG

2.2K 140 12
                                    

―Pero ¡¿Qué es lo que hacen?!―Hanna tira las palomitas en su lugar.

Ian y yo nos separamos inmediatamente y agradecemos en silencio que Ángel no haya sido esta vez el que nos haya descubierto.

Y ¿Por qué tendría que pedirle permiso para salir con alguien? Soy lo bastante mayor para tomar mis propias decisiones.

Y él no es nada mío.

―Yo... ―Me quedo inmóvil en mi lugar como un pez tratando de tomar aire.

Miro al suelo donde se han caído los pedazos de maíz inflado para distraerme un poco.

¡Genial! Ahora tendremos que comprar más palomitas, y esas cosas cuestan sumamente caras en los cines.

―Yo la besé, por favor no le digas a Ángel sobre ésto―Ian le ruega arrodillándose frente a ella y aparentar que está rezando con sus manos.

Al parecer ninguno de los dos quiere que mi supuesto hermano se entere de ello aunque está siendo muy dramático.

―Está bien―Suspira―. Iré a comprar más...―Mira hacia el suelo y vuelve por donde ha vendido a comprar nuevamente una caja de "bocadillos" inflados y amarillos.

―Yo, lo siento Abril. No quería―Se pasa las manos por el pelo frustrado tratando de disculparse.

Algo en mí me indica lo que debo hacer en estos momentos y la otra me dice que no haga una locura simplemente por la razón de que el chico me gusta.

―No vuelvas a besarme.

¡Dios! No tengo idea por qué lo he dicho, sólo ha salido de mi boca y listo.

Ian asiente mientras agacha la cabeza dándome a notar lo avergonzado que está de lo sucedido.

―Digo, yo... quiero decir―Comienzo a corregir lo anterior que he dicho pero ni siquiera me sale una frase completa para ello.

―Tranquila, lo he entendido ¿vale?―Camina por delante de mí para llegar al mostrador donde compraremos los boletos. Ni siquiera me había dado cuenta que era nuestro turno.

Ian permanece callado la mayoría del tiempo en lo que compramos las entradas.

«Tonta, tonta, tonta»

Debí haberme quedado callada y todo estaría bien entre nosotros. Pero no, tenía que abrir mi gran boca y estropearlo todo.

―Ian, de verdad, no quise decirlo...

Pero me interrumpe poniendo una mano frente a mi cara para que guarde silencio.

Ya tiene los boletos en la mano, supongo que Hanna sigue formada para comprar las palomitas que se han caído en cuanto nos ha visto y Ángel aún no ha salido del baño, me ha entrado la risa al pensar que se ha atorado en el lugar.

Ian se voltea hacía mi frunciendo el ceño aunque pronto comienza a reír gracias a que me estoy escuchando como una foca retrasada o simplemente se ha acordado de algo, pienso que es la primera.

―¿De que te ríes?―Me pregunta.

―Nada, solo... Olvídalo―Sigo riéndome como una loca desquiciada y él se acerca un poco mas hacia mi.

SIBLINGS | WIMB? © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora