—No tenías que hacerlo –musitó el chico mientras Hannah suprimía las ganas de golpearlo.

—Solo me tomó un par de horas –exclamó Kira, como si nada.

—En serio eres muy amable.

—Y bonita –añadió Hannah, con una sonrisa.

—Deja de interrumpirlos –dijo Stiles, jalándole tiernamente el cabello a Hannah. La chica volteó y le sacó la lengua.

—Kira, olvidaste la investigación que hiciste para el joven que te gusta –dijo el padre de Kira, acercándose al grupo de chicos. Hannah tuvo que ocultar su rostro en el cuello de Stiles para evitar reírse en voz alta. La clase transcurrió con normalidad hasta que el profesor decidió poner a Stiles a leer.

—Señor Stilinski, ¿le gustaría pasar?

—¡Yo quiero pasar! –se apresuró a decir Hannah, alzando la mano.

—¿Acaso dije Hale?

—No...

—Entonces no tiene por qué interrumpir, señorita.

—Creo que sería mejor si Hannah lo hiciera –interrumpió Stiles.

—Todos participan en mi clase, señor Stilinski –dijo el profesor.

—Bueno –Stiles se paró e intentó empezar a leer, pero claramente era un fracaso. Stiles sentía como las letras se desordenaban por más que intentara enfocarse, volteó a ver al frente y solo pudo ver figuras borrosas.

—¿Stiles? –Dijo Hannah, parándose de su asiento e inmediatamente yendo hacia él –Voy a llevarlo a la enfermería.

—¿Necesitas ayuda o...?

-Puedo sola –gruñó Hannah mientras pasaba un brazo por la cintura del chico. Stiles instintivamente se apoyó en Hannah, pero en cuanto salieron del salón se tambaleó hasta llegar a los baños. La rubia lo llamaba, siguiéndolo, pero él parecía no distinguir sus palabras.

—Es un sueño –dijo Stiles, apoyando ambas manos en el lavabo –Es un sueño.

—No lo es, es real y me estás asustando. Stiles, tienes que verme.

—¡Es un sueño!

—No lo es. ¿Cómo sabes si es un sueño o no?

—Cuenta tus dedos. Tienes dedos de más en los sueños.

—Cuenta mis dedos entonces. Pero necesito que me mires –Hannah tomó a Stiles suavemente y lo volteó para que pudiera verla. Con esfuerzo, Stiles contó los dedos de Hannah junto con ella, en voz alta. Cuando Stiles se dio cuenta de que no era un sueño, Hannah se abalanzó sobre él y lo abrazó, pasando su mano sobre el cabello del chico, abrazándolo con fuerza como si intentara mantener sus pedazos rotos juntos. Stiles perdió fuerza en las piernas y apoyándose en la pared se deslizó hasta el suelo. Hannah no lo dejó de abrazar, y estiró sus piernas alrededor de las piernas juntas del chico. Lo abrazó y le acarició el cabello, mientras escuchaba su respiración agitada.

—¿Qué diablos me está pasando?

—No lo sé. Pero lo voy a arreglar, Stiles.

—¿Y si no puedes hacerlo? ¿Y si no puedes arreglarnos a mí, a Allison, a Scott? No podemos hacer esto.

—Encontraré una manera.

—¿Y si no hay ninguna manera?

—Haré todo lo posible. No dejaré que nada te pase, te lo prometo.

Saving /Teen Wolf |running#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora