-Capitulo 39-

Mulai dari awal
                                    

Por fin llegamos al RBC Center y, después de aparcarnos, seguimos al gentío dentro del edificio. Esperamos en la línea de seguridad y pasamos por ella un poco más tarde. Llegamos a nuestra sección y la mujer a la entrada nos revisó los boletos.

Nos dejó pasar y bajamos las escaleras hasta alcanzar nuestra fila. Estábamos a tal vez diez filas de la vitrina y estábamos detrás de uno de los porteros. Nos sentamos en el orden Mike, Greg, ______ y yo. El aire se hacía fresco y era refrescante en comparación con el calor de la mano de ______ en la mía.

El partido iba a empezar dentro de quince minutos y Greg estaba más que entusiasmado. Hablaba sin parar sobre lo bueno que era estar aquí.

______ estaba rebosante de entusiasmo también. Supuse que estaba lista para ver a su hombre. Estaba llevando una camiseta de los Penguins con el nombre y el número de Crosby en la parte de atrás. Era una de los pocos aficionados que no llevaba el rojo. Pronto, los jugadores salieron y patinaban por el piso para calentarse. ______ me apretó la mano cuando primero vio a Crosby.

“Me alegra mucho volver a estar aquí,” me dijo.

Le sonreí y le di las gracias por traernos con ellos. Ella no tardó en volver su atención al hielo y sus ojos seguían a Crosby por la pista. ¿Sus ojos me seguían a mí cuando vino para verme jugar? Esperaba que sí.

Nos levantamos cuando una mujer salió para cantar el himno nacional. Cuando llegó a la parte de “rockets red glare”, todos en el edificio gritaron “¡RED!” como era la tradición de los Canes.

Entonces el partido empezó. A ______ no le importaba atraerse la atención de los demás. Cuando los Pens hacían algo bueno o metían un gol, mostraba su apoyo, gritando y aplaudiendo. Algunas personas a nuestro alrededor le fulminaban con la mirada cuando lo hacía.

El tanteo era uno a uno cuando el primer tiempo se terminó. ______ me miró y sonrió. “Hagamos una apuesta,” sugirió.

Me acerqué. 

“¿Qué tipo de apuesta?”

Ella se rió y dijo, “Veinte dólares dicen que los Pens ganarán.”

“Veinte dólares dicen que los Canes ganarán,” le respondí. 

Ella me tendió la mano que ya no tenía yo y nos dimos la mano para sellar el apuesto. “Yo voy a estar veinte dólares más rica para cuando se termine la noche,” 

ella se les contó a Greg y a Mike.

“Eso esperas,” le dijo su padre.

“Crosby no me fallará,” me dijo mirándome los ojos.

“Ni lo haré yo,” le dije. 

Mike y Greg se fueron para traernos bebidas y me la acerqué y la besé.

“¿Niall?” 

“¿Sí?”

“Quería decirte algo antes, pero no tuve la oportunidad.” 

“¿Qué es?”

Ella se fijo la mirada en la mía y su expresión se volvió seria. 

“No me vuelvas a dar cosquillas.”

No pude ayudarlo. Estallé en risas. 

“Oh, vámonos, Em. ¡Fue divertido!” 

Ella negó con la cabeza y dijo, “¡Tal vez fue divertido para ustedes!”

“No me puedes contar que no te gustó para nada.”

Me sonrió y me dirigió una mirada muy sexy. 

“Hubo una parte que sí que me gustó” Ella me dio una palmada en la pierna.

No tuve la oportunidad de responderle porque Mike y Greg volvieron con nuestras bebidas.

______ volvió su atención al partido una vez que empezó el segundo tiempo. Los Canes metieron dos goles y los Pens solamente uno, poniendo el tanteo al 3 a 2.

Durante el segundo descanso, ______ habló con Greg quien se estaba disfrutando al máximo. Veinte minutos más tarde, el tercer tiempo empezó. Nadie metió un gol hasta los últimos cinco minutos cuando los Pens empataron el partido. ______ estaba intentando contener su entusiasmo cuando metieron otro gol con dos minutos restantes en el partido.

“El partido no se da por terminado hasta que suene el timbre,” le recordé. 

“Los Canes no podrán meter otro gol.” 

Al final tenía razón y me lo contaba. 

“¡Ya te dije que estaría veinte dólares más rica, lo que quiere decir que tenía yo la razón!”

Me reí y nos levantamos para salir. ______ daba saltitos por el camino. Ella saltó a mi espalda y la llevé así al carro. Me besó el cuello y volvió a repetir que ganó ella.

“Vale, vale. Sé que ganaste tú.”

Ella se rió y se saltó de mi espalda ya que estábamos al caro. 

“Oye, papa, ¿por qué no manejes tú y Greg se siente en el asiento de copiloto?”

Él titubeó por un minuto, pero ______ le tiró las llaves y se sentó en la parte de atrás. Me encogí de hombros y la seguí. Greg, quien estaba alegre de haber ido a un partido del NHL, estaba aún más alegre por poder sentarse en frente.

Cuando llegamos a la carretera, ______ se puso a mi lado en medio del banco, se puso el cinturón de seguridad, y me colocó el brazo alrededor de sus hombros. Se apoyó contra mí, poniendo su mano sobre mi músculo. “Estoy tan cansada,” bostezó. En mis brazos, todo su entusiasmo la dejó y el cansancio lo remplazó. Después de unos diez minutos, ya estaba dormida.

“Muchísimas gracias, Mike,” le dije.

“De nada. ¡Cómo me gustó verle a ______ así!¨” 

“Y yo.”

Greg se durmió un poco más tarde. El trayecto a la casa de ______ se llevó a cabo en silencio con la excepción de la música suave de la radio. Apoyé mi cabeza contra la de ______ y me cerré los ojos, disfrutándome de tenerla en mis brazos.

El trayecto a casa se terminó demasiado pronto y desperté a ______. Se despidió de mí con un beso y llevé a Greg en brazos al coche. 

“Buenas noches,” les dije mientras iba para mi coche. ______ volvió a despedirse, esta vez con la mano. Dejé a Greg en el asiento del copiloto y me fui a casa.

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang