Capítulo 14: Encuentros

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Al final de cuentas acabe entrando al lugar.

Me sentía tan extraño al estar rodeado de personas alegres, de alguna u otra forma yo no encajaba en el ambiente. Sentía incluso como si un aura negra se desprendiera de mi cuerpo alejando a todo ser vivo de mi.

Me dirigí a la caja y una chica un poco mas baja de estatura que yo me atendió con una gran sonrisa.

Elegí lo primero que estaba en el menú, una hamburguesa con queso, papas fritas y un refresco; espere a que me dieran mi pedido y me fui a sentar a la mesa que estuviera mas lejos de las personas. Termine sentándome en la esquina como todo un ermitaño mirando las sonrisas de los demás mientras por dentro les envidiaba la felicidad que tenian.

A pesar de tener hambre comía sin ganas.

¿Que estará haciendo Usagi-san? ¿Habra comido? ¿Estara triste? ¿Quizas buscándome?

En eso mi celular empezó a sonar; esta vez no era Usagi-san, esta vez era Ijuuin.

Ni comer en paz puedo ¿Que mierda quieres? ¿Que tan infeliz tengo que ser para que estés satisfecho?

Una vez mas no conteste, solo lo cambie a vibrador y deje que llamara todo lo que quisiera, que se gastara los dedos marcando mi número una y otra vez. Cuando se callo por completo cheque el telefono, en total mas de 17 llamadas se registraron.

Loco...

Termine de comer y me fui del lugar.

Debo encontrar pronto un lugar donde pasar la noche ¿Deberia ir a un hotel?
No quiero involucrar a nadie en mis asuntos pero ¿Podra Todō recibirme? Ojala me deje hospedarme tan solo esta noche, mientras aclaro mis ideas.

Empecé a recordar donde vivía mi amigo y me dirigí a su casa.

Solo había estado una vez en su casa y fue para hacer las galletas que le daríamos a Ijuuin-sensei para aquella firma de autógrafos.
Recuerdo lo emocionados que nos encontrábamos por ir a ver a nuestro ídolo, las cosas que pensábamos decirle y que al final se nos olvido por completo por la emoción de tenerlo tan cerca.

—Ja –una risa irónica salio de mi.

Ha pasado mucho tiempo y, desde entonces las cosas han cambiado. Ya no siento nada positivo por ese "ídolo" más que asco, claro.

Deje de pensar en eso y seguí mi camino.

El trayecto hacia su casa estaba un poco lejos de donde me encontraba así que tarde un poco en llegar a la calle donde vivía.
Me mantenía alerta para encontrar su casa.

Mi brazo ya se estaba cansando de jalar la maleta, sentía incluso como si estuviera entumecido.

¿Estaré cerca?

Obsesión.  [En Edición]Where stories live. Discover now