He estado pensando en raparme.
Siempre lo he pensado, a decir verdad, pero esta vez, creo que mis padres me apoyan en mi decisión, lo cual es muy importante para mí.
Me han dicho, los que saben lo que haré, que les gusta mi pelo tal como está ahora.
No han visto los parches calvos, ni las costras y la sangre que hay en ellos.
No me han visto ahogándome en la ansiedad porque no puedo arrancar ese cabello.
Mi vida, las vidas de todos aquellos que sufren un trastorno mental... se siente como correr millas sin poder detenerte a respirar. Y corres, y corres sin saber si vas a poder parar, o si tu único escape definitivo es la muerte, y la incertidumbre y el cansancio te van matando, a algunos más rápido que a otros.
Pero a veces hay que desviarse del camino que te han puesto al frente de los ojos.
Yo sé que el raparme no me va a curar mágicamente.
Sé que el pelo me volverá a crecer, y quizá me lo vuelva a arrancar.
Pero no me importa, sólo necesito unos segundos, unos meses para respirar, y prometo que seguiré corriendo.
Estar calva no significa que me he rendido, o que he dejado de luchar contra la tricotilomanía.
Estar calva no me hará menos hermosa, no cambiará quién soy, y aunque no mejore todo, me ayudará.
Yo confío en ello.
Mi pelo jamás a sido para mí algo que simbolice belleza o salud, no ha sido nada más que un tormento.
Y aunque sé que es parte de un humano común y corriente, que la gente me mirará de reojo por mi falta de cabello, debo alejarme un tiempo de el si quiero seguir estando cuerda. Y eso es lo más importante para mí.
Me he tardado mucho tiempo en priorizar lo que yo quiero, lo que yo necesito, lo que yo soy. Me he estado desmoronando demasiado tiempo por el deseo de otros, incluso si aquellas personas no deseaban causarme daño alguno.
Yo debo decidir qué quiero hacer conmigo.
Por supuesto que otros pueden aconsejarme, no lo sé todo de la vida, pero en este momento, no necesito consejos para saber que esto es lo correcto; esto es lo que quiero.
Quiero ser libre.
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Trichster
Non-Fiction«Algunas personas son adictas a la heroína, al tabaco, al alcohol, de la misma forma en la que yo lo soy a esto.» Un 4% de la población mundial lo padece, y lucha contra el cada día. Es una fría guerra donde tú mismo eres tu peor enemigo, y a la v...
