CAPÍTULO 3

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KYLE

¿Alguna vez os ha pasado que queríais matar a una persona por hablarle a otra persona que queréis?
Porque a mi si, pero matarle y después enterrarle.

Lo odio es que simplemente lo odio, me podéis decir celoso o lo que queráis pero como James vuelva a hablar con mi mujer os juro que lo mato, lo mato y lo entierro.

Cuando quiero puedo ser muy protector, y más con la chica que se ha convertido en mi mujer, la quiero más que a nada en el mundo y lo más feliz que me haría sería formar una familia con ella, tener en mis brazos a un pequeño Kyle, que se parezca a su madre en todo, para así quererle mucho más de lo que ya le hubiera querido.

Pero se que para eso aun falta mucho, y no entiendo porque James ha tenido que venir a nuestra casa, si vale se preocupaba pero joder, que más le da eso, pienso que él aún está algo pillado por Karen y como sea así, no dudare en matarlo.

Karen y yo estabamos viendo una película de miedo, que por cierto la eligió ella, cuando suena ese maldito timbre de los cojones.

-Voy yo-le dije a mi mujer ("mujer" que bien suena, joder) - ¿quien es?

-Niall, ¿esta Karen? - preguntó cuando ya abrí la puerta.

-Eeeeh si, ¡Karen es Niall! Pero, ¿Quien coño eres?

-El amigo de tu mujer, sólo quiero hablar con ella, ya que hace mucho que no hablamos.

-Vale vale, por mi bien, mientras no me la quites.

Llegó Karen, me dio un beso y me echo a patadas de ahí, a saber lo que hacen mientras no esté.

Me fui a la cocina a picar algo, tenía un hambre, y eso que Karen dijo que iríamos a comer por ahí, allá las 15:00 de la tarde con el hambre que tengo joder.

(...)

Habíamos ido a un restaurante de cinco estrellas a comer, fuimos a ese restaurante porque la "señorita" quería comer agusto, si, agusto se quedarán ellos cuando me pasen la cacho factura que tenga que pagar.

Menuda hostia me pegaron con la tarjeta de crédito, ¡ni que fuéramos ricos! Aunque en parte lo soy, y no lo digo por presumir, que me conozco y yo soy muy de eso, y ahora que pienso, ¿que hago hablando sólo?

Karen se fue a dar un paseo sola y yo estaba viendo la televisión mientras hablaba sólo sobre lo que pagamos... bueno page, en la comida.

Pasaba de canal en canal, hasta que uno me llamo la atención, estaban hablando sobre un robo que ocurrió no muy lejos de aquí, sobre un tipo suelto que robaba a las casas y si le pillaban se cargaba a las personas sin piedad.

En ese momento de máxima tensión, llamaron a la puerta, ¡a la puerta a estas horas! Vale tampoco era muy tarde, sólo las 18:00 pero en mi defensa diré que ya era de noche, sólo se me pasó por la mente que fuera Karen, pero ella tiene llaves.

Iba acercandome a la puerta, y una pregunta se me pasó por la mente ¿y si es el ladrón?

¡¡¿Pero como va a ser el ladrón cacho imbécil?!!, si viene a robarte, ¡¿porque tendría que llamar a la puerta?!

Ah si, tienes razón... o sea que tengo razón.

Me paré enfrente de la puerta y la abrí, para mi suerte no era el ladrón, pero tampoco era Karen.

-Hola tío, ¿esta tu mujer? Osea mi hermana.

-¿Estas bien? Te veo un poco acalorado, ¿hace calor fuera?

-No, es sólo que me voy con mi mujer a un viaje por unas cuántas semanas y quiero que os quedeis a mi hijo.

-A vale, ¡Kyle el superniñero en acción!, si sólo era eso, ¿como se llamaba?

Conviviendo con mi Playboy © (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora