Capitulo Final "El fin de una Era"

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Encontré a Christian parado junto a la ventana. Había envejeció mucho en los últimos tres días, senti mucha impotencia y tristeza ya que no podía hacer nada para ayudarlo, no podía sacarse el anillo a menos que uno de los dos muriera y ese estaba siendo el fin para Christian.
-Es hora, las tropas están listas
Mi padre no volteo a verme enseguida, pero cuando lo hizo tuve que resistir las ganas de desviar la mirada.
-Dejame ir contigo
Yo sonríe tristemente.
-Sabes que no puedo hacer eso, todos se pondrían más nerviosos de lo que están
-¿No confias en mi?
-Lo hago, pero resulta que hay miles de personas allá afuera que no
Christian asintió lentamente.
-Escuchame ____(tn) porque lo que te diré puede ser tu perdición
-¿De que hablas?
-Tus amigos no se equivocaban al decirte que tuvieras cuidado
-Christian se que Jeremías es más fuerte, y que tiene a muchas criaturas de su lado, y que...
-Se que sabes eso, pero hay algo que no sabes
-¿Que es?.-Dije tensandome rápidamente.
-Jeremias puede matarte
-Pero...
-El tiene mi sangre hija, y estoy seguro de que hizo una daga con ella. El puede matarte.
Me paralize de pies a cabeza.
-Por eso es esencial que tengas mucho cuidado, no eres invencible y el lo sabe
-¿Pero de dónde sacó tu sangre?
-Eso es lo de menos, lo que importa es que estés alerta ____(tn) , tiene suficiente de mi sangre para matarte así que por favor hija, ten cuidado.
" ____(tn) tienes que venir ya "
La voz de Julia interrumpió mis pensamientos.
-Te prometo que estare alerta, gracias por el aviso.
Iba a salir de la casa, pero Christian tomó mi mano.
-Te quiero hija.-Dijo abrazandome, todo mi cuerpo se tenso ante su tacto y sus palabras.
Christian se separó rápidamente.
-Vete
Yo asenti rápidamente y salí, creí escucharlo decir mi nombre otra vez, pero no preste atención.
La adrenalina corría por mis venas, no tenía miedo, estaba enojada. Jeremías no lograría matarme, y eso lo juraba por mi madre.
-Ciudenlo.- Les dije a los dos guardias que se encontraban afuera de la cabaña de Christian.
-Lo que usted ordene señorita

Para llegar al frente de mi ejército tuve que pasar al lado de todos y cada uno de los soldados. Todos me abrían el paso con cierto temor, no los culpaba, mi aura indicaba muerte. Tenía una capa negra puesta y la mitad de mi cara estaba cubierta dejando ver sólo mi sonrisa macabra. Mi cabello estaba trenzado hacia un lado y mis manos hechas puño.
Jeremías quería jugar con el monstruo, pues que lo hiciera.
Cuando llegue al frente vi a Julia, a Cleiton, a Camila, William, Niall y Zayn y a varios embajadores de diferentes partes del mundo.
Todos estaban tensos, armados y listos para atacar.
Cuando estuve al frente descubri mi cara, dejando ver mis colmillos y mis supongo que ahora ojos color azul marino.
De inmediato todos los susurros que se escuchaban desaparecieron.
-El día de hoy lucharemos para ganar nuestra libertad, para ganar lo que se nos ha arrebatado.-Dije viendo a todos y a cada uno de los vampiros presentes.-Todos hemos perdidos a seres queridos por culpa de aquellos que se hacen llamar la corte, el consejo. Por su culpa y la de Jeremías nuestro mundo ha agonizado, pero ha llegado la hora de liberarnos, ha llegado la hora de un nuevo inicio. Pero déjeme advertirles, esta lucha no es para los cobardes, Jeremías va a poner las cosas difíciles, pero si están dispuestos a sacrificar su vida para el futuro de sus hijos y nuestra raza están en el lugar correcto. El día de hoy nos enfrentaremos a nuestro más grande miedo, pero si logramos superarlo, podremos superar cualquier cosa que la vida nos ponga por delante. ¡Así que adelante, es hora de luchar con uñas y dientes para ser libres!

Los gritos no tardaron en hacerse presente. Todos se unieron en el grito y sonrei, porque sin importar que era lo que Jeremías tenía planeado nosotros teníamos fe y esperanza y ni el ni nadie podría quitárnoslo.
Así que volví a cubrir mi cara y le di la espalda a mi ejército justo para ver como al otro lado del valle, varias siluetas comenzaban a aparecer.
Senti a Zayn pararse al lado de mi
-¿Estas listo?.-Dije volteando a verlo.
Zayn asintió y me devolvió la mirada con una sonrisa ladeada, creó que pensaba lo mismo que yo.
-¿Tu?
-Más que nunca
La sonrisa de Zayn se amplio más al recordar, esas palabras habian sido las mismas que habíamos dicho cuando nos internamos en el bosque el último día de los juegos.
Cleiton apareció del otro lado y la sonrisa de Zayn se evaporo.
-Nos superan un poco en número
-Pero no en fuerza.- Dije convencida.
En ese momento pude ver a Jeremías, el encabezaba la marcha montado en un caballo blanco.
Mi vista se centro en el y sólo en el.
Llevaba puesto una armadura, bufé, el aun creía que estábamos en la época medieval. Pero aun así pude notar los pedazos de oro incrustados en su armadura, eso no me preocupaba, el oro no me hería. Pero mi vista se detuvo en una daga que sobresalía de su traje, la punta de la daga era roja, estaba segura que esa era la daga que contenía la sangre de mi padre.
Mis manos se convirtieron en puños.
Y pude ver como Jeremías sonreia.
Resprie profundamente y puse en mi rostro la sonrisa más cruel que jamás había ocupado mientras mantenía mi mirada gacha. Comence a caminar hacia el centro del lugar, pero no me aleje mucho de mis tropas.
-Aún puedes retirarte princesa.-Habló Jeremías, su voz cargada de burla. Varios de sus soldados (si así se les podía llamar a las criaturas atrás de el) se rieron.
Lentamente comence a alzar mi cabeza y las risas cesaron. Todas las tropas de Jeremías tenían sus ojos puestos en mi, algunos con la boca abierta y otros con el ceño fruncido. Eso hizo que sonriera aún más. Aún no ocupaba mis poderes y ya notaba la tentación que causaba en varios hombres.
Arquee una ceja.
-Te diré esto en un idioma que puedas entender, esperó que tengas puesto tu pañal para ancianos Jeremías, porque estoy muy segura que mancharás esa bella armadura el día de hoy.-Se escucharon varias risas provenientes de mi ejército. Pero estaba segura que mi voz había sonado letal.-El único que debería considerar retirarse eres tu anciano, y tal vez, solo tal vez no te arrancare la cabeza por todo lo que le has hecho a nuestra raza y a Christian.
El rostro de Jeremías estaba impasible pero pude notar un breve temblor en sus manos.
-Tu lo decidiste
Un cuerno sonó y la guerra comenzó.

Sangre Derramada (En Edición)Where stories live. Discover now