My Lady: boda arreglada

Capitulo 10

Oh por dios 102 seguidores, gracias bebés, con ustedes Beatrice!!!

La mayor se retiró dejando a una muy confundida Marianne. Su hermana era incapaz de mentir le ¿verdad? Desde siempre se habían tenido mucha confianza mutuamente y a hora no era momento de dudar de ella, sin embargo la mirada de Isabel era determinada, como si supiera de lo que estaba hablando pero ¿que sabría ella? después de todo era una "cazandera señorita" y señoritas de su porte y altura no saben mucho de aquel tema por que no es algo que se tratara con facilidad, y se supone que si Isabel era de tan alta alcurnia como decía, ella tampoco había tenido nunca una relación sexual

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Isabel reprimió las ganas de reír tras retirar se después de lograr "asustar" a Marianne, o bueno  tras intentar asustar la, la hija de su madrina siempre se le había hecho una mujer insoportable, era tan hermosa, quizá no era odio lo que se tía por ella, a lo mejor y eran celos, siempre llamaba la atención con sus bellos ojos, y aquel exótico cabello rojizo casi naranja, con la piel blanca y con su porte de señorita, y a hora esto, se acaba de casar con el hombre más deseado por las mujeres de esa época

--quizá no evitaste esto--susurro la rubia--pero si puedo dañar la felicidad de Marianne

Se dijo a si misma mientras respiraba hondo intentando calmar todas las ganas de gritar el odio que sentía hacia la a hora duquesa

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El viento nocturno acariciaba con suavidad sus cara revolviendo a si sus rojizos cabellos, Marianne ahora se encontraba mucho más tranquila, tras hablar con su madre del tema se sentía segura y en aquellos precisos instantes se mantenía en el balcón que daba a los jardines respirando un poco de el tranquilo aire

--hermosa noche ¿no lo cree así señora de Danwork?

--oh pero si es usted conde--respiro algo más tranquila la de cabellos fuego--creo que se nos hace costumbre encontrarnos de esta manera

--ya lo creo Marianne

--duquesa por favor--respondió incómoda--no creo que a mi marido le agrade la idea de que me llame por mi nombre

--yo lo entiendo no se preocupe--respondió el conde

Marianne incómoda respiro mientras le daba la mano a el hombre y se retiraba nuevamente hacia el interior de la recepción, mievtras que allí se quedo Lucas mirando a la hermosa mujer

--tranquilo Lucas tranquilo--se decía a si mismo--pronto esa chica caerá a tus pies

Marianne caminaba, buscando con la mirada a su esposo, pero tras un par de vistas a la prisa de baile las mesas de los invitados y la suya no le encontró

--buscas a alguien querida?--Pregunto  esta vez una mujer de edad mientras la miraba

--oh Adelaida--pronuncio mirando a su suegra--no es nada, es solo que estoy buscando a Antony

--Antony? Pero si el dijo que estaría contigo querida

--ha si?--la duquesa dudo unos segundos ¿con ella? ¿Le estaría buscando?--oh si perdón es que lo he perdido tras salir a la terraza

La mujer sintió mientras abrazaba con cariño a la menor y seguía su camino, mientras la nueva duquesa, se encaminaba hacia alguien a quien preguntar le que estaba ocurriendo, ¿el duque la estaría buscando? No eso era imposible, después de todo ella siempre había estado en el mismo sitio, en donde antes había visto a el duque salir a saludar le, pero si no le buscaba ¿pie que le habría dicho a Lady Adelaida que le iría a buscar?

--a quien buscas con tal desesperación?--pregunto Beatrice

La novia subió la cabeza admirando a la chica de cabellos tan rojos como la sangre mirando le, ¿debería decir le? Era su amiga, claro que le diría, después de todo Beatrice siempre tiene los ojos en todo

--estoy buscando a el duque,

--el duque?

--si Antony, mi--suspiro ¿debía realmente decir "esa" palabra?--esposo 

Beatrice sonrió socarrona, ¿tan difícil le era decir que era su marido? Y al parecer no estaba equivocada, aún que marian estaba más que feliz por su boda, aún le era extraño más que incómodo el llamar Antony por lo que era, su esposo

--no esta contigo?

--no, no lo esta le has visto?

--pues a hora que lo dices, hace unos minutos me lo tope en el jardín, se veía algo extraño parecía buscar a alguien

La novia, a hora duquesa, no se izó de esperar agradeció a la de cabellos fuego y salió hacia el lugar, quizá su esposo si le estaba buscando, agradeció con una caravana y salió hacia los jardines de la casa de su madrina, donde se celebraba la fiesta a petición suya

Bajar las escaleras jamás se le había hecho tan difícil y extremadamente peligroso como en ese día, un que bueno era de suponer, después de todo llevaba un vestido sumamente grande, y si ya caminar de por si era difícil bajar escaleras era casi que imposible, sin embargo lo,logró, y llego sana y salva al final de la escalera

--bien lo logre--suspiro entusiasta

Y comenzó a buscar, conocía aquel lugar de pies a cabeza, después de todo iba allí de niña cada que podía, sin embargo, no había ni rastro de su esposo

--señorita--hablo una voz de fondo

A lo cual ella volteó, encontrando se con unos profundos ojos de un maravilloso jade, los cuales reconoció casi instantáneamente

--oh Vincent--grito

Y allí frente a ella se encontraba un chico de ojos verdes maravillosos de un cabello liso color arena espectacular. Vincent sonrió, no podía creer se que su querida mejor amiga de la infancia se estaba casando en aquel momento

--Marianne, deja me decirte que estas hermosa

Ella sonrió, y su sonrisa pareció iluminar casi que el lugar completo, o eso fue cuanto él creyó, y al ver así a su querida amiga, recordó cuando de niños, ambos jugaban a casar se, y una punzada de celos le invadió por unos minutos

--¿Vincent que haces aquí? Creí que no vendrías

--no podría faltar a tu boda, además le prometo a mi futura esposa que le presentar a mi mejor amiga

La joven novia sonrió, realmente tenía ganas de conocer a esa afortunada mujer sin embargo aún no encontraba a su esposo, y la sonrisa se desdibujó de su rostro

--Vincent, busco a alguien,

--te ayudo ¿quien es?

--no, por favor ve dentro, en unos minutos yo te buscare

El asintió mientras ella reanudaba la búsqueda de su escurridizo esposo, solo esperaba que aún siguiera allí y no hubiera decidido por ir dentro