Deseos extravagantes.

Capitulo 9: mi gran dia.

Fue poco lo que pude dormir, pero habia llegado la hora de empacar para viajar a California, a ver a mi madre y a mis hermanos. No podria estar mas ansiosa y feliz.

Estaba tan contenta de verlos, de disfrutar con ellos del hermoso verano.

Como veran mis padres se divorciaron cuando yo tenia 2 años de edad y desde entonces vivia con mi madre y hermanos, hasta que mi padre un dia pidio mi custodia a los 9 años y he vivido con el estos ultimos 7 años. Tengo dos hermanos mas pequeños que viven con mi madre. Emma que tiene 14 y Alvin 10, ambos son identicos, diria que son gemelos, pero no es asi.  Iba todos los años por solo 3 cortos meses que se iban volando con el viento, pero aun asi eran los 3 meses mas felices de mi vida.

De pronto me levante de la cama para ducharme e ir a empacar mis cosas. Empaque todo lo necesario, accesorios, traje de baño, CD'S, vestidos, hasta que vi la hora, ya eran las 11:15.. Mi padre me mataria. Mi padre me esperaba fuera de la habitacion desesperado.

-Aria, estamos retrasados para tu vuelo, apresurate cariño.

-Ya casi estoy lista padre, un segundo.

Segundo que para mi significaba 1 hora, tipico de mi. Sali como a las 10 minutos, mi padre me esperaba en el coche junto a su esposa Rebecca. Mi debil cuerpecito no resistia tanto de dos maletas, asi que mi padre vio que me derrumbaria y salio a ayudarme. Mel salio a despedirse de mi por ultima vez, me dio un fuerte abrazo, aun estaba nostalgica por su mal relacion con Nick. Ya en mi trayecto hacia el aereopuerto, mi padre y Rebecca no paraban de hablar sobre el futuro nombre del niño que esperaban, hasta que por fin llegamos. Estaba retrasada y mi padre no me queria soltar, el decia que 3 meses eran una eternidad y no podria vivir sin mi.

-Te amo mi niña hermosa.

-Yo tambien padre.

Ya en mi vuelo, me relaje tan comodamente que me quede dormida. No hadia dormido nada y que mejor que dormir por un buen rato. Al dormir, el tiempo paso en bola de humo, ya habiamos aterrizado y todos estaban fuera, menos yo que aun seguia en mi siesta, hasta que mi asesora me desperto con un fuerte tortazo en mi brazo, tengo el sueño muy ligero, pero esa vez parece que no despertaria ni el mil años.

Mi madre y hermanos me esperaban lo mas alegres que podian. Dios ahi estaban ellos, no lo podia creer tan grandes y hermosos, mis hermanos, los amaba con locura. Y mi encantadora y bella madre, no aguantaba las ganas de llorar y me dio un fuerte y nostalgico abrazo, que llore sin parar hasta llegar a casa. Tenian una gran comida preparada para mi. La casa estaba mas organizada y mas grande que nunca, no la reconoceria, parecia que tenia años sin venir a esta casa y sin ver a mi familia.