Crisálida

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Foxy miraba por la ventana de su clase en silencio y envuelto en un aire de tristeza, aún así hubiera sido mucho peor si Bonnie no hubiera estado allí para apoyarlo. El zorro estaba sumergido en sus pensamientos, sin atender a la clase que el profesor estaba dando, la verdad es que los profesores le habían dicho que no viniera a clases ya que debía de estar destrozado y sin fuerzas para atender en una clase. Sin embargo Foxy rechazó la oferta "Necesito distraerme" fue lo que dijo.
Entonces se escuchó una sirena de policía y luego una ambulancia que se dirigían hacia la zona donde vivía Bonnie. Fue entonces cuando a Foxy se le heló la sangre y se levantó de la silla para salir corriendo de la clase, nadie lo detuvo.
El zorro corrió hacia la casa de Bonnie con todas sus fuerzas hasta que finalmente llegó y se abrió paso entre la multitud de vecinos que se habían reunido alrededor de la casa del conejo.
Este se encontraba sentado en la parte trasera de la ambulancia con una sábana sobre los hombros para darle calor.
- ¡Bonnie! -dijo corriendo hacia él para abrazarlo- ¿Estás bien? He visto la ambulancia y yo pensé que...
- Estoy bién, mis padres han muerto.
- ¿Q-que?
- Hubo una fuga de gas en mi casa, mi padre se ha asfixiado. Y mi madre cayó a las vías del metro mientras volvía del trabajo.
- Yo... Lo siento.
- No sientas nada... Solo ha sido un golpe de suerte -sonrió-.
- ¿Estas bien?
- ¿Eh?
- Tus padres murieron y tú éstas sonriendo... Ya se que los odiabas pero... Son tus padres.
- No necesito a mis padres, solo te necesito a tí -toma su mano-.
- ...
- Cuando los bomberos solucionen lo del escape de gas... ¿Quieres que comamos juntos? A mis padres no les importará -dijo con una risita nerviosa-.
- Creo que estás en shock.
- Yo también... Por una vez mi vida empieza a mejorar ¿No es genial?
- Bonnie... -rodea al conejo con sus brazos y lo abraza con fuerza- ¿Que te pasa? Tú no eres así...
- Lo siento... Se que no es bueno reirse de la muerte de alguien pero yo... Ellos me han hecho daño... Todos me hacen daño...
- ¿Yo también?
- Sí... Pero me gusta si lo haces tú...
- ...
- Te quiero Foxy... -dijo con cansancio-.
- Sí... Lo sé.
Entonces Bonnie se quedó dormido en sus brazos. Foxy suspiró, por un lado se alegraba de que Bonnie estuviera bien y por otro lado se sentía tremendamente cansado al ver como tanta gente a su alrededor moría. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando sin embargo uno de los enfermeros se acercó a él para hablarle.
- Hola -dijo Foxy bostezando-.
- Buenos días ¿Eres familia del chico?
- No, bueno... No tenemos lazos de sangre pero...
- Ya veo...
- ¿Porque lo pregunta?
- Solo quería saber si podía darle los resultados del test psicológico que le hicimos.
- Sí claro.
- Bien... Su novio parece tener un pequeño desorden mental de manía.
- ¿Mi novio?
- ¿Eh? ¿No son pareja?
- No, somos amigos.
- Bien... Entonces añadiré erotomanía e idolatría a la lista.
- ¿Que?
- Básicamente su amigo tiene una gran obsesión por usted, está enamorado y le idolatra hasta el punto de, y cito palabras textuales "Es lo que me mantiene con vida".
- S-sí... Soy consciente de que está enamorado de mí... Pero lo superará.
- No lo hará, no sin un tratamiento psiquiátrico. Mis compañeros y yo hemos llegado a la conclusión de que su personalidad está rota o a punto de estarlo.
- ¿En serio?
- Sí, esto se debe a muchos traumas de la infancia.
- Sus padres lo maltrataban...
- ... Eso explica algunas cosas -mira sus papeles- Podríamos ingresarle en un psiquiátrico y...
- No.
- ¿Perdon?
- No voy a meter a Bonnie en un asilo.
- Bien... Lo entiendo... Entonces debería visitar a un psicólogo al menos 3 veces por semana. Ya que no quiere optar por la opción A.
- Sí, eso está mejor.
- Vale -Empieza a escribir en un papel- Tome, es la dirección de un psicólogo que el seguro sanitario del chico puede permitirse.
- ¿Es bueno?
- Bastante.
- Él... ¿Se pondrá bien?
- He visto casos peores, él solo tiene un corazón roto.
- Por mi culpa.
- Mi trabajo no es culpar a nadie, pero si le sirve de consuelo... No es su culpa.
- ...
Poco tiempo después los Bomberos aseguraron la casa y los demás se fueron dejando solo a Foxy. El zorro entró en la casa y dejó a Bonnie en la cama, luego se quedó mirándolo mientras acariciaba sus mejillas. Suspiró, de verdad le dolía ver así a Bonnie, verlo tan mal y el hecho de que tuviera que ir a un psicólogo por su culpa. Por primera vez veía cuan mal lo estaba pasando Bonnie y todo lo que estaba sufriendo por su culpa. Al final el zorro acabó llorando en silencio hasta quedarse dormido al lado de su amigo.

"Lo siento".

Efecto mariposaWhere stories live. Discover now