- No sabía cómo te lo ibas a tomar.- dice girándose hacia mí y alisándose el vestido.- Por eso preferí que fuera una sorpresa.

- ¿Sorpresa? En serio mama que no tengo cinco años, ya soy adulta y puedes contármelo. Ya te dije que me alegraba de que estuvieras con él, me parece simpático y agradable y creo que te cuidará bien.

- Lo sé cariño, pero cuando tengas hijos verás que nunca los dejas de tratar como si fueran niños.- dice mientras me coge la cara con las dos manos y me la aprieta poniéndome los labios en forma de pez como cuando era pequeña.- Y ahora vete a vestirte que tiene que estar al llegar.

Me voy a mi habitación y abro el armario. Me decanto por un vestido de manga francesa de color azul marino que me queda un poco por encima de las rodillas, ni muy formal ni muy casual, es perfecto, y me calzo unos zapatos negros. Me peino un poco pero no me maquillo porque, al fin y al cabo, solo voy a estar en casa.

- ¿Estás lista? – pregunta mi madre asomándose por la puerta de mi habitación.

- Si.

- ¿Qué tal estoy?-pregunta entrando y girando sobre sí misma.

- Vaya! Que elegante pero... no es un poco excesivo?- está muy guapa pero parece que va a ir a una boda. Se ha hecho un moño y se a maquillado cosa que nunca hace.

- Bueno, un día es un día.- ambas nos reímos y suena el timbre.

- Oh, debe ser él.- mi madre se acerca a el espejo y empieza a mirarse nerviosa.

- Tranquila mama... es solo Christian. – me mira de reojo y se pone muy tiesa.

- Ya abro yooooooooooo- digo cuando veo que no se mueve.

Bajo las escaleras y abro la puerta con una sonrisa. Ahí está, Christian, igual que siempre.

- Hola.- digo sin saber muy bien que decir.

- Hola.- dice devolviéndome una sonrisa cuando, de repente, su boca se abre de par en par y se queda mirando detrás mío fijamente y con cara de tonto. Giro la cabeza y sigo su mirada. Mi madre va bajando lentamente las escaleras mientras le pone ojitos y coquetea.

<<Oh, Dios mío. Que noche más larga va a ser esta>>- pienso para mí.

- Esta preciosa – dice Christian a mi madre mientras le agarra la mano derecha y se la besa lentamente sin apartar la mirada de sus ojos. Mi madre se ríe tímidamente mientras se retoca el pelo con la mano libre.

El momento se me está haciendo eterno asi que prefiero acelerarlo de la forma más educada posible:

- ¿Vamos a cenar?

Entramos al salón y nos sentamos a la mesa. Mi madre sirve vino y comenzamos a cenar.

- Y bien Anne, ¿Cómo te encuentras?- me pregunta Christian intentando entablar conversación.

- Bien, al principio fue un poco duro pero ya me encuentro muy bien.

- Si, es una chica fuerte.- dice mi madre sonriéndome.

- Si, ya lo veo. Se parece mucho a ti. – ambos se sonríen. Esta escena me da escalofríos. No estoy acostumbrada a ver a mi madre así de cariñosa con un hombre, aunque sea Christian.- Y ¿Tienes pensado continuar con tus estudios?

- Bueno, a ver el año que viene como me encuentro pero sí, me gustaría estudiar arquitectura.

- Oh... muy bien.

Más allá de las estrellasWhere stories live. Discover now