Capitulo 44

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Encendió el auto, y partimos hacia el aeropuerto. Jake jugaba con los dos juguetes que le indiqué que tomara, Samuel no decía nada, iba concentrado en el camino, y yo pensaba como conseguiría ver a mi familia, quería hacerlo. Después de varios minutos de silencio, llegamos al aeropuerto. Samuel bajó las maletas, que esta vez venían menos vacías, solo estaríamos ahí 4 días. Cargué a Jake, y con una mano sostenía mi maleta, y con la otra lo detenía a el, Samuel cargaba la de Jake y la suya.

Samuel se acercó a un hombre parado junto a la entrada, dijo algo, y el hombre asintió, tomó las maletas, y las llevó a la sección del equipaje del avión, volvió, y le hizo una seña a Samuel, de que lo siguiera. Camino delante de el, Samuel me hizo una señal con la cabeza para que lo siguiera.

-No es lo mismo cuando salgo de un país, con alguien sin documentos.- dijo Samuel refiriéndose a mi.
El hombre nos llevó directo a la entrada del avión, para no tener que mostrar cualquier documento. La chica de la entrada del avión recogió los boletos, y nos dejó pasar. Jake se volvió a sentar en la fila que estaba delante de nosotros, y comenzó a jugar con sus juguetes. –Es Bryan, un amigo.- dijo Samuel refiriéndose al hombre que nos evitó pasar por la prueba del equipaje, y entregar los documentos. –Sabe que... te compre, y no tienes documentos.- dijo pasando una mano por su cabello.

El avión despegó, Jake gritaba, haciendo que la poca gente del vuelo lo mirara, y riera un poco, otros se enojaban.

-Jake, basta.- le dijo Samuel con los ojos cerrados, intentando dormir, Jake obedeció, y guardó silencio.
Después de varios minutos, miré a Jake, quien estaba quedándose dormido. Miré a Samuel, y el ya lo estaba, decidí hacerlo también.

Desperté por la voz del piloto, que indicaba que estábamos por aterrizar. Miré a Samuel, ya estaba despierto, miraba por la ventana, y tenía a Jake en su regazo, jugando con el cabello de Samuel.
Samuel me miró, y sonrió.

-Estamos por llegar.- dijo sonriendo.

El avión aterrizó, bajamos, y Samuel cargó a Jake en sus brazos. Recogimos el equipaje, y salimos del aeropuerto. Eran las 4 de la mañana, el cielo seguía oscuro. Jake se recargó en el hombro de Samuel, y se quedó dormido. Samuel llamó un taxi, y le indicó que nos llevara al hotel. Después de pocos minutos, llegamos a un gran hotel, lo recordaba, ahí había pasado Navidad a los 17 años. Bajamos, y en la recepción había un chico, recargado contra el mostrador. Samuel caminó hacia el, aún con Jake en brazos, pidió una habitación, Samuel le entregó una tarjeta de crédito, el chico le entregó la tarjeta para abrir la habitación, y le deseó buenas noches. Un botones se llevó el equipaje, y subió por las escaleras.

Subimos por el ascensor, nadie dijo nada, las puertas se volvieron a abrir, y caminamos hacia la habitación. El botones esperaba en la puerta, dejó las maletas en la entrada, y Samuel le dio propina, este se retiró.
La habitación era grande, con dos camas. Samuel dejó a Jake en la más pequeña, y lo cubrió con sábanas. Suspiró, y se sentó en la otra cama, se desvistió, y se recostó. Dio un golpe a la cama para que me recostara con el, y lo hice. Me cubrí con las sábanas, y Samuel me abrazó por la cintura.

-Buenas noches.- dijo después de besar mi oreja, y apagar la mesita de noche. Desperté varias horas después, por los pasos de Samuel por toda la habitación.

-¿A dónde vas? – pregunté sentándome en la cama.

– Tendré que ir con alguien a arreglar asuntos de la empresa, razón por la que estamos aquí, te quedarás en el hotel, con Jake, ¿si?- dijo abrochando su saco. –Vuelvo para comer.- dijo sonriendo. –Vuelvo más tarde Jake.- dijo mirando como se sentaba en la cama, aún con sueño.

Pedí el desayuno en la habitación, y desayuné con Jake, después bajamos a la piscina, y cuidé de Jake en ella un par de horas. Volví a la habitación con Jake, este se quedó mirando televisión, mientras yo desempacaba las cosas de las maletas. Llamaron a la puerta, fui a abrir, y estaba Samuel, sonriendo.

-Hola.- dijo sonriendo antes de robarme un beso.- Muero de hambre.- dijo entrando a la habitación. -¿Vamos al restaurante del hotel?- me preguntó tirándose en la cama, mientras Jake corría a pequeños pasos hacia el.

-Vamos.- dije sonriendo. Salimos de la habitación con Jake, y fuimos hacia el restaurante. Pedimos de comer, Samuel y yo pedimos de beber una cerveza, y a Jake un vaso con limonada.

Comimos, y Samuel me dijo los planes de la empresa por la que estábamos ahí, querían abrir muchas sucursales en (tu país). Toda la comida, sentí la mirada de un mesero, joven, 16 años, no me fijé bien en su rostro, hasta que se acercó para traerle a Samuel  otra cerveza.

-¿____?- preguntó el chico mirándome. -¿____ Gray?- preguntó emocionado.

-¿Andy?- le pregunte mirándolo, poniéndome de pie, el solo asintió. Sonrió y me abrazó.

-Creí que no te volvería a ver.- dijo mientras una lágrima caía por su mejilla. –No sabes cuanto te extrañé.- dijo acariciando mi cabello.

-¿Y tu eres...?- preguntó Samuel poniéndose de pie.

¡Vendida! - Samuel De LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora