.La tristeza de un neko.

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Naruto abrazó protectoramente a su neko mientras que Orochimaru salía molesto deteniendo la sangre que aquel rasguño hecho por el menor.

-¡¿Qué le hiciste a Orochimaru?!
-¡¿El?! ¡Su gato seguramente lo quiso dañar! Sasuke no es asi ttebayo. -acarició su cabello al notar que temblaba con rapidez.
-Naruto, no es forma de hablarle a tu abuela.
-¡Te has vuelto muy respondón!
-Yo solo estoy defendiéndolo.

Sasuke se perdía en el rostro sonriente de Orochimaru quien lamía la sangre de su mano.

Dañar...

Sus ojos temblaban y las lágrimas parecían estar acumuladas en sus pupilas. Sus garras aun estaban descubiertas y tenía una fuerte sensación que le rogaba hacerlo una vez mas. Su cuerpo se mecía cada vez que Naruto se movía ya sea para adelante, ya sea para atrás.

Estas garras...

Nunca había usado sus uñas para nada mas que aferrarse a las playeras de su amo. Estaba tan desconcertado, lo había hecho sin pensar, cuando sintió la amenaza simplemente reaccionó asi.

-Naruto, cálmate.
-¡Si, ya me calmé! -se giró molesto para recoger el biberón que había olvidado en el suelo.
-¡Esa no es forma de hablarnos! -la mano de Minato se levantó para detener la caminata de su hijo pero no contaba con que Sasuke reaccionaría de manera violenta de nuevo.
-¡Minato! -Kushina fue tras él cuando Sasuke se lanzó directo a su mano y la rasguñó con fuerza.

Naruto sintió como Sasuke se removía inquieto y luego escuchó el quejido de su padre.
-¡Sasuke, no!

El neko estaba incontrolable, atacaba sin fijarse qué estaba haciendo, su mente estaba en blanco obligándolo a seguir solo su impulso de proteger a quien amaba. Minato esquivaba los ataques y Kushina intentaba, a base de golpes y gritos, quitárselo de encima.
-¡Ese gato! -Tsunade tomó una cacerola y la llenó de agua para lanzársela.
-¡No, no, abuela! -no pudo evitar que empapara al pobre neko que enloqueció y aterrado empezó a dañar en serio el brazo del mayor. -¡Sasuke! ¡Detente! ¡Sasuke! -su mano logró tomar la cola alzada del neko y lo jaló logrando que cayera al suelo.
-¡Rápido! ¡Una olla!
-¡No! -Naruto estaba convencido de que Sasuke solo estaba asustado pero no pudo detenerlos
y Sasuke quedó atrapado bajo la olla. Se podía escuchar los maullido y golpes, el metal resonaba con cada alarido de terror.

-... Sasuke... -Naruto se miró la mano cubierta de rasguños. -¡Sáquenlo de ahí! ¡Se va a asfixiar! -empujó con.mucha fuerza a su padre y levantó la olla, solo pudo ver un manchón saltar de ahí para regresarse directo a la cara de Kushina.

-¡No! -la peliroja colocó ambos brazos sobre su rostro para protegerlo. -¡Ah! ¡Minato!
-¡Basta! ¡Sasuke! -Naruto lo tomó del tronco para quitárselo de encima cuando de repente Sasuke se giró y dio el mayor rasguño. Todo quedó en silencio.

...Naru...to...

Se detuvo tembloroso al ver como su amo pujaba adolorido aun con su mano cubriendo su cara.

-¡Hijo! -Kushina se puso tras él.
-¡Estoy bien! ¡Estoy bien!
Sasuke estaba asustado, miraba a todos lados con las orejas caidas y la cola estaba escondida bajo su cuerpo.
-Hay que llevarlo al hospital.
-Estoy... bien... argh... -Tsunade le obligó a quitar su mano mostrando la enorme herida.
Sasuke vio como la sangre pintaba su acanelada piel y justo en la parte de sus ojos, tres rasguños brillaban rojizos.

Soy un monstruo... yo...

-Sasu... argh... tranquilo. -intentó sonreír para relajarlo pero la imágen que mostraba era demasiado para el bajo razonamiento infantil del gatito quien se alejó de la mano de su amo.

La sangre...

-Vamos, Minato, ayúdame.
-¡No! -Naruto se removía molesto entre los brazos ds su padre viendo como Sasuke saltaba por la ventanita saliendo directo a la calle. -¡No! ¡Sasuke! ¡Detente! ¡No! ¡Basta, papá! ¡Sasuke! ¡Sasuke!

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Naruto no dejó de llorar en todo el camino al hospital y tuvieron que cedarlo para conseguir tratar sus heridas. Una vez en la casa, lo recostaron en su cama pero no quiso ver a nadie.
Kushina estaba molesta, Minato estaba preocupado y su abuela, arrepentida. Había olvidado la razón por la que tenía a Orochimaru a su lado a pesar de la muerte de su esposo pero el incontrolable dolor de su nieto se lo había recordado:

"Los nekos son personas como nosotros y no hace falta prueba para ello, observa a Orochimaru, míralo crecer, estudiar, pensar... esta mal que piensen en ellos como si fueran seres inferiores."

-... ah, viejito, cuanta falta me haces...

-¡Quiero entrar! -Kushina estaba molesta, realmente molesta con la actitud de su hijo. -¡No me importa que no me quiera ver!
-Kushina, démosle su espacio, entiende. -Minato se acercó a ella para acariciar sus cabellos. -Para nosotros solo era un neko pero para nuestro hijo era algo mas importante, era su vida y lo sabes.
-¡Yo no tuve la culpa de..! -sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¡Nadie la tuvo! -la interrumpió besando sus mejillas.
-¡Si no hubiera atacado asi!
-El atacó por miedo. -dijo Tsunade sin necesidad de levantar la voz, sus ojos miraban una fotografía de la sala, en ella estaba retratados Naruto y Sasuke tras un dia de campo. Suspiró recordando cómo Jiraya también había adoptado asi de pequeño a su neko.
-Pero el... estaba... tu no atacaste Minato.
-¿Estas buscando condenarlo? -la mujer palideció al escuchar la voz de su hijo. -Si es asi, basta. Ya ganaste, mamá. Sasuke se fue... -su ojo izquierdo estaba vendado y su expresión se tornó tan dura hacia su familia que los tres adultos llegaron a sentir escalofríos.
-Lo encontraremos, hijo.
-¡No! Yo lo voy a encontrar. No quiero nada de ustedes... ya nunca mas. -subió los escalones con lentitud y en completo silencio.
-... Mi Naruto... -Kushina comenzó a llorar desesperada por la actitud de su hijo. Tsunade no se movió de su silla pero sacó su teléfono para marcarle a alguien especial.

-Contesta...
-...Ya lo hice... ¿qué sucede?
-No pensé que tuviera que hacerlo pero... ¿recuerdas el favor que me debes?
-Pues... si...
-Necesito que busques a un neko ¿cuanto puede tardar?
-Déjame ver...

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Cuando Naruto abrió los ojos no tardó en comprobar que ya había pasado un día desde la partida de su neko. Abajo escuchó las voces de sus padres, al parecer su abuela seguía ahí tambien... pero había alguien mas. Naruto era un niño curioso asi que no tardó en bajar ya vestido para comprobar de quién se trataba.

-Lo se, lo se. Sin embargo... hay cosas importantes como el lugar, los posibles accidentes... -guardó silencio cuando vio la reacción de los padres, se giró para ver al pequeño.
-Hijo... él... es amigo de...

Naruto estaba enmudecido, su ojo sano brilló por un momento, algo en su corazón se removió un poco al ver el rostro varoníl de aquel muchacho.

-Naruto... te presento a Gaara, un amigo mio que nos ayudará a encontrar a tu neko.

Viviendo con mi nekoWhere stories live. Discover now