- que sucede- dije exaltada el ruido de la puerta contra la pared me asusto.

- levántate- me ordenó cuando lo hice comenzó a juntar las cosas que había en el piso como frazadas y otras cosas, luego se dirigió al baño y junto los utensilios de limpieza y los iba guardando en un bolsón.

- que haces- pregunté curiosa.

- volveremos- dijo y se marchó nuevamente a su habitación.

¿A dónde volveremos?- me preguntaba ¿será que me dejará libre? Si es que me deja libre ahora ¿Por qué no lo hizo antes si ya hace días que le di el número de mis cuentas bancarias? Tantas preguntas rondaban mi cabeza, de pronto volvió a entrar en mi habitación y arrojó un bolsón en el piso- Junta tus cosas- me ordenó, junte lo poco que quedaba de ropa casi nada dos pares de pantalones y el short que tenía puesto cuando me secuestraron, fui hasta su habitación y la puerta se encontraba abierta.

- aquí está- dije pasándole el bolsón el agarro en sus manos luego miró su reloj.

- ya es hora – dijo volviendo hacia su cama y colocó en su espalda una mochila y colgó por su hombro dos bolsones- debemos irnos.

- a donde iremos- pregunté curiosa.

- volveremos a Corea- me respondió.

- me dejarás libre- pregunte emocionada.

- aun no- comentó.

- entonces para que me llevas.

- Deja de hacer tantas preguntas y vamos- respondió enfadado, siguió su camino hasta la puerta y la abrió, luego la volvió a cerrar y volteo a mirarme- saldremos afuera pero si intentas huir te mataré en el mismo instante me oíste- me advirtió y yo sólo asentí con la cabeza, salimos afuera del pasillo y nos dirigimos hasta el estacionamiento.

- tienes un carro- pregunte sorprendida.

- no es mío pero digamos que si- dijo sonriendo- sube- me ordenó.

Subí al auto y nos dirigimos a la ruta yo miraba fascinada el cielo, hacía tiempo que no lo veía tan resplandeciente y azul.

- Que hora es- pregunte.

- son las 1:30pm- me respondió-

- Que día es hoy- le pregunté nuevamente.

- 20 de noviembre llevas diez días conmigo.

- ya había perdido la cuenta- le respondí, cada vez nos alejábamos más de la ciudad luego el camino ya se había convertido en árboles desiertos- sería un lugar perfecto para matar a alguien- pensé y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Suho me miró luego con una mano abrió uno de sus bolsones y sacó una botella de agua- bebé esto me ordenó.

Tome la botella y me quede viéndola- Vas a drogarme- afirme

- Sólo dormirás unas horas hasta que lleguemos a Corea.

- ¿Quieres violarme?- pregunte.

- No soy un violador, si quisiera violarte créeme que no te drogaría preferiría que estés en tus cinco sentido para que así lo disfrutes- me respondió mientras alzaba una ceja en forma de arrogancia

- Pues drogándome sería la única manera en la que me tendrías en tu cama.

Me miró sorprendido y luego me respondió con orgullo- No estés tan segura una vez que pases por mi cama rogarás por volver.

Ignoré ese comentario machista e idiota, bebí el agua que me había pasado y luego fije nuevamente mi vista en el camino, nos íbamos acercando a un lugar abandonado cuando mi vista se comenzó a nublar y luego caí rendida en un profundo sueño.

Secuestrada /Suho - ExoOnde histórias criam vida. Descubra agora