Capitulo 4

14.8K 1K 101
                                    

AVISO:

•CONTENIDO NO ACTO PARA MENTES SENSIBLES. •ABUSO/VIOLENCIA •AUTO LESIÓN 

LIZ



Me desperté por el sonido de la alarma, me levanto y veo la hora, son las siete con quince minutos. Entro al baño, me ducho y lavo mis dientes, me visto con unos pescadores y una blusa holgada de color rosa palo y mis vans blancas, estoy mas que lista para ir a desayunar. Voy bajando las escaleras y me encuentro con Reik sentado en su el sillón, cuando estoy por terminar el último escalón me mira y pregunta:

—¿Quienes vinieron ayer a casa?—Olvidaba que esta al tanto de todo sin estar en casa. ¿Me pregunto donde están las cámaras? porque de alguna manera el lo sabe todo—¿Niña, te he preguntado quien mierda vino ayer o estas sorda?

—Unos señores, preguntaron por el hospital—Respondí seca.

Me doy media vuelta y voy a la cocina, me sorprende que me hablara ya que tenía unos cuatro meses sin hacerlo; me duele un poco que me trate como si fuera una vagabunda, ya que hasta las servidumbre son tratadas mejor que yo, al igual que ellos, las servidumbre me tratan con mucho respeto y secas, la única que me llama por mi nombre es Mary, tiene unos cuarenta y dos años y es la encargada de la cocina.

Entro a la cocina, desayuno y veo a mi madre, le sonrió y ella igual. Cuando esta mi padre en casa ella es mas distante conmigo, gracias a Dios ya no me afecta tanto ya que desde mis quince años de edad todo cambio. Le resto importancia y me voy a la parte trasera de la mansión a jugar y alimentar a los perros.


Decido ir a dar un paseo al pueblo, esta un poco lejos de mi casa, pero voy caminando, no quiero que se den cuenta que salí. Al llegar voy a una cafetería, cuando entro todos me observan y tengo una idea del por que. Llevo un pescador que me queda lo suficientemente ajustado y se me nota mi trasero mas de lo normal , a pesar que no tengo una camisa con escote mi busto resalta, me siento incómoda ya que al parecer es una cafetería de hombres, pido un café con leche y veo si alguna mesa esta vacía, pero, mi vista se posa en un chico de ojos azules que tiene sus ojos en mi, luego reconozco a Noel, el hijo de David, me aproximo a su mesa y veo que esta con un niño de unos cinco o seis años, me siento y saludo.

—Hola Noel, espero no molestar—Sonrió y el me devuelve el gesto—¿Quien es esta preciosura?—Pregunto refiriéndome al niño, que por cierto es muy lindo.

—Yo soy cesar y soy el manito de mi manito Noel—Responde y sonrió por como habla.

—Pero que lindo nombre tienes—Le vuelvo a sonreír, para luego darle un beso en la punta de la nariz y se sonroja.

—Gracias Luna pero no hagas eso que me da vergüenza y mi manito se va a enojar—Dice haciendo puchero .

—Bueno, entonces no le digas a tu manito que te voy a comer a besos—Empiezo a darle besitos por toda la cada.

—¡Ño luna que me haré pipí!—Toma mi cara con sus manitas y me dice—¿Como es tu nombre?

—Pues verás preciosura, mi nombre es Liz—Digo y le doy otro beso en la nariz, es que es muy tierno.

Noel me ve serio y Cesar me abraza, escondiendo su rostro en mi cuello, lo miro seria y le pregunto.

—¿Por que me miras tan serio?

Tu eres mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora