CAPÍTULO 6: Discusiones

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Uy sí, una más para la lista, Jackson —dijo con marcado sarcasmo uno de ellos—. Además me trae los apuntes y quizá podría hacerme la tarea si le digo que es guapa.

Su ser se infló de furia al reconocer la voz altiva de Taylor, hablando y riendo con sus amigos. No evitar sentirse como si acabasen de propinarle una bofetada y una patada en el estómago. Su mente trabajaba demasiado lento, como si cruzar los cables entre sí resultase algo tedioso. Una sensación agria y molesta subía enfurecido por todo su sistema como un huracán. Estaban hablando de ella, ¿de quién más sino? Había sido idea de Amber, desde un principio, ayudar a Taylor Bradford con sus tareas cuando se lo pidió, como si no estuviese interesada en llamar su atención. ¿Por qué tenía que ser tan ingenua?

Se cruzó de brazos, dispuesta a salir a darle un par de bofetadas y a romperle los apuntes en la cara, pero Aaron, con su manía por callarla, le puso una mano sobre la boca y la aprisionó entre los brazos para no dejar que la vieran.

Tay, en serio, ¿ahora qué demonios quieres con esa chica? —dijo otra voz también cerca a ellos.

Ella fulminó a Foster con la mirada mientras hacía vanos intentos por intentar morderle la mano para gritar y golpear a los chicos que, si no se equivocaba, estaban hablando de ella.

—Alguien me dijo que esa chica estaba saliendo con Drake Donovanrespondió Taylor como si nada—. Así que voy a quitarle a su novia. Le gusto, como a todas, así que no será muy difícil. Mi primer paso fue pedirle los estúpidos apuntes y ahora estoy aquí esperándola.

¿Acaso Drake Donovan sabía de su existencia? Amber luchaba por desprenderse del agarre de Aaron, intentando darle un buen golpe en cualquier lugar de su cuerpo. Quería liberarse y dejar ir toda la rabia que tenía acumulado en su interior.

Eso es ridículo, ¿puedes por favor escuchar lo que estás diciendo? Y de todas maneras, ¿cuál es tu problema con él? El amigo de Taylor parecía ser el único divirtiéndose en aquella conversación—. Supéralo.

Ese no es tu jodido problema, Jake —Suspiró fuerte—. Me lo debe, esto me lo debe...

Hasta que al fin pudo soltarse de Foster, dándole un golpe firme en el pecho. Aaron fue tras ella así que tan pronto avanzó un par de pasos, vio a Taylor Bradford y a Jackson, el mejor amigo de Bradford, sentados justo donde se suponía que los iba a encontrar para darle los tontos apuntes. Una sonrisa maliciosa se formó en la sonrisa del moreno, mirándola entre divertido y triunfal, como si le estuvieran dando un premio.

Y ella quería golpearlo muy fuerte. Lo miró de pies a cabeza con fastidio y desprecio, sin poder evitarlo. Enfundado en su chaqueta negra, ella se preguntó por primera vez en el par de años que llevaba supuéstamente enamorada de Taylor, ¿por qué demonios se creía tanto? Ya le parecía muy extraño que hubiese notado que Amber existía. Prefería seguir siendo invisible ante el chico, incluso.

—¿Tienes mis apuntes, preciosa? Estuve esperándote por... Vaya...— sonrió ampliamente, esta vez con mayor amabilidad mientras veía a alguien detrás de Amber—. Aaron, tanto tiempo sin verte, amigo.

Oyó el sonoro bufido brotar de la garganta de Jackson, girando la cabeza hacia el lado contrario. Su rostro marcaba hastío, de pronto.

—Lo mismo digo, Taylor —respondió Aaron con dureza—. Qué lástima tener que cruzarme contigo todo el tiempo.

—¡Oh, vamos! —exclamó Taylor mientras se ponía de pie y avanzaba hacia él con los brazos extendidos. Los ojos brillantes de burla y con una sonrisa reprimida en el rostro, observaba a Aaron como si de un animal herido se tratase—. ¿No piensas olvidarte del pasado y ya? Yo no hice nada. Esa loca nos tendió una trampa y tú le creíste a ella —murmuró antes de ponerse a mirar el puño con despreocupación—. Qué amigo eras...

— Amber, ¿podrías hacer lo que tienes que hacer? —siseó Aaron con furia, presionando la mano sobre su hombro con tanta firmeza que su cuerpo chocó contra la espalda del chico—. ¿O tengo que hacerlo yo?

Entonces todo sucedió muy rápido.

— ¿Ahora vas a golpearme? —rió Taylor con burla  cuando Aaron se arrojó sobre él, para cogerlo del cuello—. ¿Por cuál de tus amigas me vas a golpear, eh? ¿Por la loca de Jane o por... esta?

Increíble, ni tan siquiera recordaba el nombre de Amber.

—Déjale, Aaron, yo me encargo de él —espetó Jackson sin darle mayor importancia, como si estuviese acostumbrado a ese tipo de escenas.

Amber frunció el ceño y recuperando la respiración de golpe, se acercó a ellos con enfado. Estaba alterada, tan furiosa que apenas quería sopesar lo que estaba por hacer, porque ella no solía ser impulsiva. Tomó a Aaron del brazo, que no dejaba de dar todo tipo de golpes a Taylor, quien no dejaba de reír.

—Ya basta, Aaron —soltó ella.

El chico giró hacia ella con la furia llameando en los ojos. Estaba demasiado furioso pero en su mirada parecía haber mucho más: frustración y desprecio

—Cuando quieras, solo llámame. Extraño a mi amigo Aaron, ¿sabes?, hay que recuperar el tiempo perdio.

—¿Qué me podría dar una basura como tú?

— Bueno, pero no me odies, Aaron. Mira en todo lo que te he convertido —dijo orgulloso antes de ponerse de pie—. ¿Agradécemelo, no? Recuerda que si eres bueno solo van a aprovecharse de ti.

Entonces Amber dio largas zancadas hacia Taylor, y sin pensarlo siquiera una vez, impactó la rodilla con fuerza contra la entrepierna del muchacho.

—Supongo que esto es por los dos —escupió furiosa

Sólo entonces sí cayó al suelo de dolor y se retorció como si fuera una lombriz. Porque, de nuevo, ¿quién le mandaba a fijarse en un idiota como Taylor?

AMBER ©Where stories live. Discover now