Capitulo 16

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+Narra Pan+

Aterricé en la playa tratando de encontrar a Maggie... La preciosa Reinita me preocupa. No me agrada ni un poco, no mal interpreten... Pero su corazón... ¡Nada parece afectarle maldita sea! ¡Me estoy quedando sin tiempo y sin ideas!... ¡Un puto pedazo! ¡Eso es todo lo que necesito! ¡No es mucho maldición!...Respira Pan. Respira. Ese corazón se quebrará y tú obtendrás lo que quieres... Solo respira... Oh al diablo.

Cuando por fin encuentro a Maggie, la veo retorciéndose en el suelo. Me acerco a pasos cautelosos y no distingo si se encuentra... Sip. Está dormida. Camino a su alrededor evadiendo sus piernas lo mejor que puedo. Está murmurando palabras sin sentido y bajo la luz de la luna puedo distinguir rastros de lágrimas... ¿Qué estará sucediendo dentro de esa mente suya?... Oh, ya recordé... Extiendo una mano sobre ella y a los dos segundos ella deja de retorcerse, deja de balbucear todas esas palabras sin sentido y su cuerpo se rinde ante la arena.

Casi inmediatamente después, mi sombra sale de su cabeza y, por la forma en la que me mira, ha cumplido con lo que le he pedido que hiciera... Pero he interrumpido su proceso.

–¿Qué estabas haciendo exactamente?– Pregunto, Sombra se encoge de hombros (aunque con la noche me cuesta distinguir el movimiento) –. Te pedí que encontraras su punto débil, algo que nos ayude. No que le provoques pesadillas.–

–Lo sé–. Responde cortante –. Te contaré todo en el campamento.– Y antes de que pueda protestar, sale volando en dirección al campamento.

Como puedo, tomo a Maggie en brazos, la coloco sobre mi hombro y alzo vuelo al campamento, sin embargo me detengo...No puedo llegar nada más al campamento con la Reina de los Ladrones estando inconsciente y en mi hombro. Harían demasiadas preguntas (las cuales, obviamente no respondería), pero será mejor prevenir...

Me regreso a la playa para poder aterrizar de nuevo y dejo a Maggie de vuelta en la arena. Después de unos cinco minutos decido que ya es hora de regresar al campamento y la vuelvo a tomar en brazos, pero esta vez la cargo al estilo nupcial, nos teletransporto a mi cabaña (a mi habitación para ser más exactos) y la recuesto sobre la cama.

–Entonces, ¿por dónde quieres que comience?– La voz de Sombra me hace pegar un salto. Miro sobre mi hombro y lo veo recargado (como puede) en la esquina de mi cabaña. No me había dado cuenta, pero me había quedado contemplando a Maggie... No estoy seguro de cuanto tiempo me había quedado observándola... Sólo espero que no haya sido mucho.

–¿Qué te parece si comienzas desde el principio?– Suelto irónico.

Sombra suelta lo que parece ser un suspiro, se acerca a mi y toma mi mano para guiarla hasta el pecho de Maggie justo sobre su corazón. Capto inmediatamente el mensaje y separo al preciado órgano latiente de su cuerpo... Su brillo no ha disminuido... Pero ahora, como antes, tiene aspecto cristalino. Sumamente delicado... No veo ningún daño en especifico. Confundido, examino más minuciosamente esta bola de nieve latente y ahí es cuando lo veo... Tres... No. Cuatro grietas se han formado en el lado superior derecho... No son muy grandes. De hecho, son muy finas. Diminutas... Pero en esta semana y media es todo el progreso que he logrado.

–Como?– Por fin suelto. No podía despegar mis ojos de las grietas.

No tengo ni la menor idea... Pero Graham fue la clave... Me descubrió poco después de haber aparecido como él... Tuve suficiente tiempo para provocar eso, creo. Su voz había cambiado. Voltee a verlo, se había materializado a su forma humana (un chico, alto, cabello negro y ojos oscuros. De apariencia normal y corriente). Tomó el corazón de Maggie de mis manos y lo colocó en mi mesa de noche junto a mi cama y me tomó por los hombros Su pasado es la clave. No ha superado nada de lo que ha pasado. Desde la pérdida de Graham cuando era una niña hasta su vida en Storybrooke. No lo ves? Con suficientes recuerdos... Se alejó y tomó de nuevo el corazón. Una sonrisa cómplice se posó en su rostro mientras meneaba burlonamente el órgano (aunque con cierto cuidado de no hacerle daño... O bueno, no demasiado) Si su corazón se destroza en miles de pedazos aquí, todos en la isla, sobre todo TU Me apuntó con la mano que sostenía el órgano tendríamos muchos mas años de vida de los que puedas imaginar...–

La reina de NeverlandWhere stories live. Discover now