En un mar desconocido, en una noche oscura, por una brisa helada un barco lleno de individuos navegaba valientemente con la única iluminación de las estrellas y la luna media.
Un bravo marinero de cabello azul con un tatuaje rojo, controlaba la nave con mano firme y mirada desafiante hacia la nada.
- Freed, Natsu, Elfman y Alzack. - los llamó.
Los nombrados aparecieron frente al capitán y se posarón firmemente.
- Debemos prepararnos; Pronto nos encontraremos con una fuerte tormenta y tenemos que cruzar estas mareas para llegar nuestro destino. - aclaró el joven capitán. - Asi que adelante. Yo os llevaré hacia Magnolia.
- Sí capitan. - dijeron todos a la vez.
Natsu se dio la vuelta y chocó con un adolescente de cabello oscuro y con una bufanda parecida a la suya pero de color mango.
- Ey hola Romeo.
- Ah hola Natsu. Perdona me puse en medio.
- Eh, tranqui hermanito. Tú sigue trabajando como lo estás haciendo y verás como pronto te ascienden.
- Me esforzaré hermano.
- Bien. Ahora preparate para la tormenta. ¿De acuerdo?
- Vale ahora voy.
Los hermanos Dragneel se pusieron en marcha y en unos segundos empezó a llover. Al principio era un chispeo y luego jarreó.
Los truenos y los rayos empezaron a embestir al barco y a sus tripulantes.
Romeo estaba atando los cañones más fuertemente pero el viento era demasiado fuerte y las olas le nublaban la vista.
- ¡Natsu! ¡Ayudame! ¡Uno de los cañones se ha desatado!
Romeo perdió el equilibrio y cayó al mar.
Natsu escuchó el anunciado de que se había caido al agua y sin pensarlo dos veces se tiró al agua a salvar a su hermano pequeño.
- ¡Socorro! ¡Natsu, socorro!
- ¡Aguanta Romeo! ¡Ya voy!
Natsu nadó con todas sus fuerzas hacia Romeo y lo alcanzó.
- ¡Resiste hermano! Lo conseguiremos.
Volvió a nadar con su hermano inconsciente sujeto. Consiguieron llegar al barco pero cuando llegó a dejar a su hermano una enorme lo arrastró demasiado lejos del barco.
Intentaba coger aire pero las olas lo atrapaban una y otra vez sin compasión.
Se estaba quedando sin aire y cuando su cuerpo tocó la tierra marina sus ojos quedaron casi sin brillo.
Lo único que pudo ver fue las olas que pasaban y luego se detenían. Y de repente vio aparecer una luz blanca y frente a ella una chica de cabellos dorados, alas de hada y cola de sirena. No podía ver sus ojos pero si su sonrisa. Era una sonrisa tierna que le recordó a su madre.
Sin saber como, sonrió y después de dejarse acariciar por esas delicadas manos y dejarse abrazar por un cuerpo calido y sentir el latido de ese corazón, cerró sus ojos y se dejó llevar.
DU LIEST GERADE
El Hada Del Mar (Nalu)
FantasyEn un lugar lleno de magia y criaturas increibles, nace una nueva especie de Tierra y Mar. Un joven que fue maldecido por un demonio guarda un secreto aterrador en la lejanía de la civilización. Y una joven que desea desesperadamente la libertad se...