Sobre todo en las malas

Capitulo 3: Mujer misteriosa

Adrien estaba perdiendo los cabales con el constante "pip...pip...pip" del electrocardiógrafo, la sinfonía de ruidos de ese lugar le ponía la piel de gallina, en algún lugar alguien no paraba de dar golpes con los tacones al frio piso de cerámica, el soplido de los ventiladores mecánicos y las luces parpadeantes del resto de las maquinas estaban minando su cordura. Plagg dormía en su bolso luego de atiborrarse de queso, aparentemente estaba muy cansado, supuso más energía de lo normal enfrentar a Hawkmoth y presenciar la aparición de la otra mujer.

Su padre se hallaba inconsciente, conectado a un montón de aparatos de los cuales no acabó de entender la explicación de su función al doctor de turno, había decidido quedarse en la sala de espera de la unidad, su padre no era el único paciente pero él era el único en ese lugar, jamás nunca se había sentido tan desesperado en su vida, ver a Marinette cae de esa forma, su padre inconsciente en sus brazos y el paralizado por el miedo, incapaz de articular palabra frente a esa mujer. Estaba perdido en su mente, tanto que no notó que alguien se acercaba a él hasta cuando esta figura tomaba asiento tranquilamente a su lado, provocándole una vuelta a la realidad y un sobresalto que no pasó desapercibido.

–Tranquilo –dijo con una sonrisa la recién llegada doctora –yo no muerdo.

–Lo siento... –Adrien agachó un poco la cabeza sonrojándose – estaba distraído.

– ¿Qué haces aquí solo pequeño? ­­–la mujer que no pasaba los treinta le miraba preocupada.

–Mi padre está ahí y no tengo ánimos para volver a casa...–no sabía porque estaba diciendo tanto, solo se le salió y sin esperárselo la mujer comenzó a confortarlo con unas palmaditas en la espalda y una sonrisa cálida.

–Hey! , tampoco te deprimas así, estoy segura que hay alguien que lloraría si te viera con esa cara –le animó.

–Creo que tienes razón ....–recordó a la antigua Marinette, la que no era capaz de mirarle a los ojos sin sonrojarse y no podía articular frase frente a él, se preguntó dónde estaba esa chica,¿ se esfumo con el conocimiento de que él era Chat Noir o solo no aparecía por lo delicada de las circunstancias hasta ahora? , ¿Cómo estaría Marinette? La dejó con sus padres pero había estado muchas horas inconsciente... y si la tenían que ingresar a la UPC igual que a su padre? ...jamás se lo perdonaría. En su rostro que se había esbozado una sonrisa gracia a los ánimos de la joven doctora, nuevamente había vuelto la expresión sombría.

–Oh! Vamos! –le reclamó –eres muy joven para estar poniendo esa cara... –le iba a tironear una mejilla como si fuera una hermana mayor cuando el celular de Adrien emitió el sonido de un mensaje, al leerlo el chico miró el techo con una sonrisa pero a punto de llorar.

–Pero que tonta... – el alivio que sentía y a la vez las ganas de reclamarle a Marinette eran increíbles.

–¿Quién es? ¿Tu novia? –preguntó curiosa por el cambio de actitud repentino.

–Solo es una chica tonta... –se levantó dispuesto a ir a verla, después de todo debía responder al mensaje –gracias por todo...

–No ha sido nada –dijo divertida –no en todas las guardias hay chicos lindos rondando las salas.

–Bueno...Nos vemos supongo...–se despidió con una mano, tomando su bolso con la otra y comenzando su camino hacia la habitación de Marinette, dejando atrás a la mujer que había intentado animarlo, la cual se levantó y desapareció por unos pasillos en la dirección contraria.

El hospital parecía un laberinto, y la quietud y soledad de la noche lo volvían lúgubre, aunque lo ignoró en ese momento, no entendía como esa chica podía ser tan tierna, volvió a ver el mensaje en su celular "¿Cómo te encuentras?" Nada más, pero a la vez suficiente, su Lady sabía que hacer o decir para animarlo después de todo. Plagg ya había despertado con todo el ajetreo y asomó la cabeza por el cierre del bolso para mirar a su alrededor.