Prevención de recaídas

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¿Porqué hay recaídas?

 Dentro de los postulados de la terapia cognitiva se piensa que las recaídas se dan por la re-actualización de los pensamientos distorsionados, ya sea espontáneamente o por activarse nuevas áreas de vulnerabilidad.

 Si hay recaídas lo primero que hay que hacer es evitar el pensamiento polarizado y extremista de "antes estaba bien, creía que ya estaba curado, ahora con esta crisis me doy cuenta de que todo lo que hice no vale nada"

 Ese tipo de pensamiento dicotómico (“o estoy bien y soy feliz o estoy mal y no sirvo para nada”) lleva al desánimo  y sienta las bases para la visión pesimista de sí, del entorno y del futuro (que son las tres patas en las que se apoya la depresión). En vez de esto saber que si se aprendió a salir de las crisis una vez, la vez siguiente es aún más fácil.

Las recaídas y su prevención

 De todos modos las recaídas no son infrecuentes. Se debe estar advertido, al finalizar el tratamiento, respecto de este riesgo. Hechos de la vida que signifiquen tensión, aumento de las responsabilidades, promociones laborales o académicas (y situaciones que por lo general activan el conflicto dependencia-autonomía) generan ansiedad y predisponen a las crisis.

 Factores que pueden causar recaídas.

 Una recaída es la reaparición de los síntomas durante el periodo de convalecencia del trastorno (período intermedio entre la enfermedad y la salud durante el cual se restablecen progresivamente las funciones que se habían alterado).

 Es un concepto distinto al de recidiva, que se define como aquel momento en que la persona ya está curada (después de la convalecencia) pero en la que nuevamente vuelve a aparecer la enfermedad.

 El tratamiento cognitivo, comportamental asociado al tratamiento  farmacológico ha significado un progreso significativo en el tratamiento del trastorno de pánico, aportando un cambio importante en la calidad de vida de las personas. Sin embargo pese a estas medidas es de esperar recaídas y recidivas.

 Recomendaciones generales para evitar la reaparición de las crisis.

 Evitar el consumo de alcohol, "medicamentos para adelgazar", café y bebidas cola.

Si tiene, tratar las enfermedades de la tiroides, de la presión arterial,  del azúcar, asma y trastornos cardíacos.

No realizar ejercicio físico extenuante (salvo que se lo venga haciendo habitualmente)

Evitar trasnochar.

Dentro de lo posible, llevar una vida con pocas situaciones estresantes.

Tratar de elaborar duelos no resueltos, síntomas fóbicos o trastornos de personalidad, si los hubiere, ya que estos, además de hacer más severo el cuadro de pánico, pueden favorecer las recaídas.

Con respecto al uso de las benzodiacepinas en el tratamiento, si bien resultan muy efectivas en el corto plazo, pueden con su uso prolongado reducir la tolerancia a la ansiedad y a los malestares propios del pánico.  Por eso se tiende a mantener su uso el menor tiempo posible.

Hay variantes genéticas en las personas que condicionan un bajo umbral de activación biológica, con fácil respuesta de ansiedad. En estos casos es posible que el médico considere conveniente medicar por tiempo prolongado.

Mantener consultas periódicas aún cuando no haya síntomas. El esquema cognitivo distorsionado, disparador de las crisis, puede aún estar latente.


La detección precoz de las recaídas

La importancia de la detección precoz reside en considerar que casi la mitad de los pacientes que se recuperan pueden recaer entre los tres y los doce meses posteriores. Por eso, antes de que se manifieste nuevamente las crisis de pánico, hay que testear la presencia de indicadores de recaídas para tomar medidas efectivas. Estos son:

 Un aumento general de la ansiedad;

La aparición o exacerbación de temores;

Dificultades laborales;

Perturbaciones en las relaciones familiares.

 

Si bien no todas las personas que presentan estos indicadores terminan necesariamente en una crisis de pánico, en estos casos es útil reinstalar el tratamiento farmacológico por más tiempo, a fin de favorecer la prevención.



Diez medidas que pueden reducir las recaídas

1- Informarse: Ante situaciones de estrés se puede volver a experimentar síntomas de ansiedad y pánico. No asustarse y retomar la consulta o bien, tratar de implementar nuevamente lo aprendido para el tratamiento del trastorno.

2- Complementar el tratamiento  psicofarmacológico con terapia cognitiva durante la convalecencia. La discontinuidad del fármaco debe hacerse en forma lenta y progresiva, a medida que se aprenden e incorporan estrategias de afrontamiento cognitivas y comportamentales.

3- El uso único de psicofármacos, sin terapia cognitiva es suficiente solo en caso de trastornos muy leves, sin antecedentes fóbicos y con  propensión natural al afrontamiento y la auto-exposición. De otro modo complementar con terapia para evitar recaídas.

4- No interrumpir o modificar las dosis de psicofármacos. Recordar que esto puede determinar la presentación de crisis o la persistencia de episodios menores que desalientan la recuperación.

5- Tener en cuenta que la combinación TCC y medicación es más efectiva que cualquiera de ambas por separado.

6- Un cambio de actitud frente a los síntomas y situaciones temidas, por un aumento del autocontrol, es muy favorable y puede conseguirse mediante las técnicas de exposición. A su vez este sentimiento de eficacia actúa favorablemente para el afrontamiento de futuras situaciones.

7- Las técnicas de exposición son mucho más efectivas a la hora de prevenir recaídas si se amplían a distintos contextos (trabajo, hogar, eventos sociales) para favorecer la generalización de la respuesta de control de la ansiedad.

8- Los procesos de cambio cognitivo profundos son la mejor prevención de recaídas ya que modifican los esquemas disfuncionales básicos.

9- Recordar que la participación activa en la detección de las propias distorsiones o en la exposición es fundamental para mantener los cambios.

10- Cuando hay problemas de entendimiento o apoyo familiar es importante trabajar con la familia para que ayude en  la recuperación. Las actitudes de incomprensión y críticas al tratamiento se correlacionan con aumento de las recaídas.

En síntesis: la modificación de la propia imagen y de la forma de significar las experiencias del mundo,  sumado al aumento de la propia eficacia son los factores fundamentales que permiten el mantenimiento del cambio terapéutico y la prevención de las recaídas.

Las Crisis de PánicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora