-Bienvenida Amante del Diablo- el hizo una estúpida reverencia.

-Richard- yo asentí hacia él.

-No pareces tan contenta como yo por verte.

Yo rodé los ojos mientras veía a los dos hombres a su lado. Uno parecía cerca de los cuarenta y el otro pasaba los cincuenta e iba con un traje, tanto Richard como el de cuarenta parecían vagabundos... mas Richard. Ninguno de los tres me ofreció la mano así que me senté y los demás me siguieron. Los tres hombres tenían la mirada puesta en mí tratando de ponerme nerviosa.

-¿Decidiste venir a entregarte?

-Decidí venir a ayudarlos.

Los tres sonrieron con burla.

-No necesitamos tu ayuda, solo necesitamos ponerte frente a ese loco para que venga por ti y nosotros lo atrapamos

-Exacto, y estoy dispuesta a ponerme en peligro para que lo atrapen si aceptan mi trato.

-¿Por qué haríamos un trato si podemos simplemente arrestarte?

-¿Porque la arrestarías?- pregunto Jay.

-Por obstrucción a la justicia. Por su culpa han muerto personas... tenemos las cartas. También estuvo en la explosión de hace unos meses que dio como resultado la muerte de Alexander. Y es cómplice del Diablo.

-¿Obstrucción?- Jay sonrió- Las cartas hablan de la amante del Diablo- él se encogió de hombros- nunca hablan de ____ Swan. ¿La explosión? Nosotros estuvimos ahí y ella nunca estuvo en ese lugar y no hay ni una huella para incriminarla o algún vídeo. Y la complicidad con el Diablo, tomando en cuenta lo que ustedes tienen que ver con él no creo que con eso tuviera suficiente para arrestarla... aparte de que no hay ninguna imagen y ninguno de ustedes tres la ha visto a ella con él.

Mierda, yo apreté mis manos en mi regazo mientras apretaba los anillos. Los saque y me moví hasta guardarlos en la bolsa de mi pantalón. Jay estaba teniendo buenas ideas, pero todo eso no serviría si veían los anillos... ¿cuánto tiempo les llevaría encontrar el acta de matrimonio? Me acomode nuevamente más tranquila al no tener ninguna otra prueba. Para arrestarme tendrían que buscar testigos y en lo que les tomaba hacer eso Justin y yo nos largaríamos. Pero aun no entendía lo de Justin y la CIA.

-Todos sabemos quién es ella y que todo lo que dijimos es verdad.

-Nosotros no sabemos nada- Max negó- solo tenemos a una agente que está dispuesta a ayudar si hacen un trato.

Los tres hombres parecían querer saltar de su silla para golpear a Jay, no los culpaba el hacía que yo sintiera lo mismo casi siempre.

-¿Que tiene que ver la CIA y Justin?- pregunte por fin.

Todos se voltearon a verme.

-¿No lo sabes? –pregunto uno de los hombres.

Yo solo negué.

-Bien vamos a hablar claro- hablo el otro hombre pasando una mano por su cabello que ya tenía una hebras platas- Ya entendimos su juego, nos llevara quizá dos horas tener pruebas para encarcelarla.

Era realmente un milagro que se les hubiera pasado eso, suponía que se habían enfocado más en Justin.

-Y en ese tiempo podrían escapar. Y tal vez los encontremos, pero eso llevaría meses y más muertes.

Ninguno hablo. Richard abrió un cajón bajo la mesa y lo vi sacar varios papeles.

-Contratos. Ustedes pueden hablar claro y nosotros también.

Jay lo tomo y comenzó a leerlo mientras yo pasaba mi mirada por toda la sala, había una pantalla enorme y alado una pizarra con fotos mías y de Justin, pero ninguna juntos y entonces supe que Jay, Max y Chris nos habían cubierto desde el principio, en cada uno de los pasos... si no ya estaría en la cárcel.

-Es legal- acepto Jay mientras me lo pasaba para que le diera una mirada.

-Apaga las cámaras- hablo el hombre mayor a él otro y el camino a una esquina para hacerlo.

Yo repase cada parte del las dos páginas y revise que fuera legal... todo era correcto. Firme y se lo entregue a los ellos para que hicieran lo mismo.

-Credenciales- hablo Jay mientras arrebataba el contrato y lo revisaba otra vez. Max sonrió mientras los tres hombre las entregaban para que revisara las firmas- Ustedes deben saberse la de ___ de memoria... así que está todo bien, solo quiero copias.

-Bien- Richard rodó los ojos mientras iba a una de sus grandes copiadoras y sacaba todo para entregárselas a Jay.

-Ustedes hablan primero, para que esté informada.

-¿Ella realmente no lo sabe?- pregunto con escepticismo el hombre mayor.

-Él no la pondrá en peligro.

Los tres asintieron.

-Justin trabaja para nosotros- yo asentí mientras sonreí y no pude aguantar reír.

-Si claro.

-No es broma- hablo el hombre mayor.

-Ten tacto Brian– Max hablo y después vi al otro hombre- tu también Caleb.

Mi risa murió.

-¿Qué?

-Que tu novio trabaja para nosotros.



TRUE and LOVE: La Amante del Diablo 4 (Justin Bieber y Tu)Where stories live. Discover now