capitulo 26:

3.8K 165 13
                                    


  POV HARU

Me quede pensativa ¿por que me sentía así? jimin me demostraba su amor día a día y ella lo había tenido cuatro meses en Londres aun así el no había deseado que sucediera nada ¿porque iba a suceder ahora conmigo presente siendo tan felices como eramos? Mas aun ahora que esperábamos un bebe.

—harumi — dijo sacándome de mis pensamientos — ¿que pasa? sabes que puedes confiar en mi.

—Lo se — susurre acariciando sus manos — pero no confió en ella.

—Princesa ¿vamos a dejar que esto nos afecte? estamos bien y sabes que yo jamas haría nada para dañarte, tampoco a ella — sonrió acariciando mi vientre.

—jimin se que aunque no tenga motivos voy a estar inquieta con ella aquí — susurre con tristeza — tengo miedo jimin... cada día te miro y no entiendo que tu estés tan enamorado de mi, tu eres tan perfecto y yo... tengo miedo que un día te des cuenta que no soy suficientemente buena para ti...

—¿De que hablas? — preguntó confundido — Princesa no quiero que jamas vuelvas a pensar algo así, tu lo eres todo para mi. Eres hermosa, dulce, cálida, tierna, pura y sobretodo me amas, jamas olvidare cada una de esas cualidades que tanto amo de ti, harumi jamas podre dejar de amarte.

Sonreí complacida, se me formaba un nudo en el estomago al pesar que todo pudiese ser de otra manera.

—También quiero que sepas algo — continuo algo mas tenso — Le he echo saber a Zafrina que tu sabes lo de aquel beso... para que supiese que entre tu y yo no hay secretos. Pero no quiero que temas harumi, se que ella no es una mujer vengativa, no habrá problemas.

Por un momento me sentí celosa. El la defendía como a la amiga que había conocido en Londres ¿pero y si ahora utilizaba sus armas de mujer? No, el jamas me haría algo así.

—Todo va a estar bien — sonreí tranquilizándolo — confió plenamente en ti y en tu amor.

—Así me gusta mi vida — sonrió acercándose a mis labios para darme un tierno beso que hizo que me derritiese en sus brazos. Su lengua tan pasional recorría cada rincón de mi boca con devoción y anhelo, era imposible no sentir su amor en cada gesto .

Cuando nos separamos nos miramos a los ojos dedicándonos una mirada de complicidad que no me hizo dudar un tan solo segundo mas, que todo estaría bien.

—¿Te apetece algo de comer? — dijo con sonrisa picara — algún antojo...

—¿Bombones? — sonreí ampliamente.

El asintió con una hermosa sonrisa.

—Enseguida vuelvo — rio incorporándose. Antes de dejarlo marchar bese cada una de sus manos demostrándole cuanto me costaba dejarlo marchar — te amo.

—Yo también — le lance un beso invisible — jamas lo olvides.

—Seria imposible — contesto con voz intensa antes de marcharse.

Sonriendo acaricie el fruto de nuestro amor. Me sentía ansiosa por ver a esa barriguita crecer cada día, ver los cambios en mi cuerpo y sobretodo ver la cara de nuestro bebe ¿como seria? ¿mas parecido a jimin o mas a mi? Sonreí tontamente.

—Solo importa que seas sano — acaricie mi pancita plana.

Unos golpes en la puerta llamaron mi atención de nuevo.

—Pasa — dije sin saber aun quien era.

Al abrirse la puerta, una doctora muy exótica de color me observaba con cautela.

—Hola harumi — dijo tendiendo una mano hacia mi en modo de saludo — soy la doctora Zafrina.

Zafrina ... ella ¿que hacia aquí? Sin poderme controlar, mire su mano con desprecio y un segundo después caía sin mi saludo. Me la había imaginado de tantas formas, pero jamas esperaba una mujer llamativa y exótica como era.

—¿A que has venido? — pregunte directa y secamente.

—Soy doctora — sonrió aunque de forma tensa.

—Sabes a que me refiero — dije furiosa — jimin es mi marido ¿has vuelto por el?

Ella me observo pensativa y rápidamente tomo un banco para sentarse cerca de mi.

—harumi creo que hay una confusión entre tu yo — dijo amablemente — yo intente algo con jimin porque pensé que contigo todo iba mal, que tu no lo amabas ...

—Yo lo amo — le respondí algo terca — estamos esperando un bebe y quiero que lo dejes en paz.

—No vine por el, pero tampoco puedo ignorarlo ... a menos que tu o el me lo pidáis. Yo no vengo a dañar a nadie, como ya te he dicho yo pensé que la situación entre ustedes era diferente — parecía melancólica — Yo se cuanto te ama el a pesar de todo lo que habéis pasado... yo lo quiero tener a mi lado como el amigo que tuve en Londres y por ese motivo jamas podría dañarlo, al igual que tampoco podría dañarte a ti porque se que para el seria lo mismo, ya que tu dolor es el suyo . Si tu deseo es que no me vuelva a acercar a el... así lo haré, aunque me duela.

Su sinceridad me dejo atónita. Ella aun quería a jimin yo lo sabia, pero también creía en sus palabras. Parecía una mujer sincera y de palabra ¿por que no creer en su palabra? Aun así sentía que no podía confiar en ella, no cuando se trataba de mi relación con el.

—jimin escoge sus amistades, no yo — conteste mas serena — No te voy a negar que tu presencia aquí me altera, pero confió plenamente en jimin y en su amor por mi.

—harumi no te voy a pedir que confíes en mi porque yo tampoco lo haría en tu situación — confeso con sinceridad — pero si me gustaría que creyeses en mi palabra de que jamas me interpondría en una familia , porque yo he pasado por eso y se cuanto duele. Por supuesto cabe destacar que jimin jamas te haría algo así.

—Eso creo que ambas lo tenemos claro — dije secamente.

Entre ella y yo no había nada mas que decir. Zafrina estaba enamorada de mi marido y de mi no obtendria nada mas que rencor.

—Sera mejor que me valla — dijo incorporándose — me alegro que todo este bien.

—Gracias — dije mirándola a los ojos — Me alegro que todo quede claro entre tu y yo. Quiero que sepas que como su mujer, jamas le prohibiría tu amistad si todo fuese como tal. Quiero advertirte que si veo algún gesto hacia jimin que traspase la linea de la amistad no tendré mas opciones.

—Tienes mi palabra — contesto sin alguna duda.

Entonces la puerta se abrió lentamente, lo primero que se vio fue un ramo de flores, luego la cabeza de jimin sonriente hasta que vio Zafrina.

—Hola — contesto algo confuso al ver la situación. Pero al instante su rostro se dirigió de nuevo hacia mi y una hermosa sonrisa floreció — te traje los bombones y flores.

Le sonreí ampliamente, a el no le importaba que estuviese Zafrina para demostrarme su amor y eso me complació enormemente.

—Bueno he de irme... encantada harumi y hasta luego jimin — ambos le hicimos un gesto con la cabeza y Zafrina se marcho sin mirar atrás.

—¿ Que hacia aquí ? — pregunto jimin sentándose a mi lado — ¿todo bien princesa?

—Si, todo esta bien. Zafrina me ha dejado clara su postura, solo pretende ser tu amiga y aunque debo confesarte que me ha parecido sincera, de igual manera no me fio de ella — confesé con sinceridad.

—Te entiendo — musito acariciando mi mejilla — no quiero que nada nos afecte, quiero que seamos felices de una vez por todas.

—Y lo soy — musite con intensidad.

jimin asintió emocionado y rompiendo el hielo, comenzó a abrir los bombones.

—¿Quieres o no? — sonrió con picardia cuando yo asentí — entonces cógelo de mi boca.

Lamiéndome los labios, saboree el bombón de su boca con sensualidad. Y sin saber como, mis manos llegaron a su pecho para un segundo mas tarde ir bajando, mientras nos devorábamos los labios ya sin bombón.
harumi... — me advirtió con un jadeo al sentir como mis manos bajaban por su piel desnuda debajo de su camisa — sabes que no podre parar... tranquila, pronto estaremos en casa y allí no nos detendrá nada.

Apartándome de el asentí ansiosa, deseando que ese día llegase.

.

.

.

POV HYE MI

Al fin tras dos semanas en el hospital, haru recibía el alta medica. Nuestro bebe se había sujetado bien fuerte a la vida de su madre y ahora estaba perfectamente. Aunque haru a penas estaba de un mes y medio, la ilusión por verle la cara a nuestro bebe era sorprendente. Cada día transcurrido en el hospital habíamos imaginado como seria ese momento de su llegada, sin que ambos pudiésemos evitar emocionarnos.

La felicidad se ensombrecía con las no noticias de hye mi. La policía era incapaz de dar son su paradero y aunque intentaba parecer tranquilo delante de haru, ese asunto me tenia muy preocupado. Hasta que hye mi no estuviese entre rejas la tranquilidad y felicidad no serian completa. De yoongi y nana teníamos noticias que lo estaban pasando realmente mal, pero ese hecho no hacia que yoongi hablara.

—¿ jimin? — me llamo haru ya guardando las ultimas cosas suyas que tenia en el hospital — ¿Que piensas? estas muy ausente.

No quería preocuparla y entonces decidí contarle otros planes que había pensado en días anteriores.

—Solo pensaba que seria buena idea hacer una cena romántica en casa — susurre acercando su cuerpo al mio por la cintura — ya que el día de san valentin lo pasamos aquí y no pudimos hacer gran cosa... ¿que te parece princesa?

—¡Me encanta! — gritó emocionada — ¡yo cocino!

—Lo haremos juntos — susurre besando sus labios — ¿vamos a casa?

—Por favor... — susurro con voz sensual haciendo que mis sentido cobraran vida.

—Bien vamonos pronto por favor — nos sonreímos con complicidad entendiendo lo grande que era ya nuestra necesidad por estar juntos y solos.

Con ilusión la tome de la mano para encaminarnos hacia nuestra nueva casa, la cual haru aun no había visto en persona.

Mi familia había pasado la mayor parte de la tarde/noche del día anterior con nosotros al saber que hoy querríamos intimidad en nuestra casa. Con heechul... todo era diferente, se encontraba hundido y derrotado esperando la llamada que le dijese que su hija hye mi estaba detenida. haru sabia lo duro que era ese camino para el, por eso lo apoyaba cada día cuando el la visitaba y aunque le costaba mucho, lo hacia sonreír al hablarle de que pronto seria abuelo .

Con Zafrina todo había resultado mas cómodo de lo que esperaba. haru tomaba bien la decisión de que yo a veces hablara con ella y Zafrina en todo momento me trataba como un amigo mas. Cosa que agradecía por su parte sobretodo al contarle mas tarde a haru la situación. harumi parecía mas satisfecha y tranquila cuando a veces Zafrina venia a revisarla.

Cuando llegamos al auto la mirada de haru se perdió entre los guardias de seguridad que nos custodiaban día y noche, su mirada se cristalecio al segundo.

—Princesa no llores mi vida — se me partía el alma verla así — todo esta controlado... por favor disfrutemos de nuestra vida, de nuestra casa, de nuestro bebe y sobretodo de nuestro amor.

—Perdóname — suplico con su hermoso rostro bañado en lagrimas — no puedo evitar sentir miedo y pena a la vez... al ver lo lejos que ha llegado todo esto.

—Lo se princesa, lo se — susurre limpiando sus lagrimas — piensa en nuestro bebe ¿si? cualquier dolor o sufrimiento se olvidara ante ese pensamiento.

haru asintió intentando regalarme una sonrisa que no le llego a los ojos.

—Recuerda que estoy a tu lado — su sonrisa se hizo mas amplia y hermosa — y que te amo princesa.

—Yo también te amo mucho mi amor — susurro dejando un sendero de besos sobre mis labios — vamos a casa, es hora de descansar.

Abrazándola con fuerza la conduje hasta el auto. Un día, me jure a mi mismo... un día su vida de princesa seria un completo cuento de hadas.

Mi amor por ella era tan grande e intenso, que con La Fuerza Del Amor lo lograría.

.

.

POV HARU

La casa que tenia ante mi no podía ser de verdad. Era la casa que siempre había soñado para vivir con la familia que un día iba a formar y ahora había llegado el momento. El catalogo no le hacia justicia, pues la verdad la casa era impactante.

—jimin es perfecta — susurre apretando su mano — gracias.

—No tienes que darlas princesa. Ahora esta es nuestra casa y aquí vamos a criar a nuestros hijos, aquí vamos a ser muy felices lo prometo — todo lo decía con una ternura que era imposible no amarlo como yo lo hacia — venga vamos a pasar .

Al entrar la casa me sorprendió aun mas, era mas amplia de lo que yo en un principio había pensado y aun mas completa de lo que yo esperaba. Toda la casa en si era perfecta, mas aun el dormitorio de nuestro bebe y la sala de juegos para el, por supuesto también el esplendido jardín que tendría para jugar.

—Es perfecta para nosotros — le decía emocionada paseándome por la habitación de nuestro bebe, completamente vacía aun.

—No he querido un solo mueble aquí... quería que lo preparásemos juntos — asentí ilusionada, pronto ambos estaríamos decorando esa habitación con ilusión.

—Gracias — volví a susurrar acercándome a el de forma coqueta.

Tenia tantas ganas de volver a sentirlo dentro de mi... ya hacia demasiados días sin su calor dentro mi cuerpo.

—No me puedo resistir ante esa mirada — susurro jimin muy tenso adivinando mis intenciones — vamos a nuestro dormitorio.

Con muy poco que decir, me tomo en brazos y me llevo hasta nuestra habitación.

Al llegar allí me deposito en el suelo y comenzó a devorarme con una mirada intensa.

—Cada día estas mas hermosa — susurro con voz pasional desnudándome muy lenta y sensualmente — tengo demasiadas ganas de ti.

Mi cuerpo reacciono temblando ante sus palabras, yo también anhelaba esa sensación que el me producía cuando se hundida profundamente en mi.

—Me muero por ver ese vientre tan redondo como tus hermosos pechos — gemí al sentir sus cálidos dedos jugar con mi pezón — eres tan cálida , tan dulce...

—jimin... — gemí algo desesperada por la necesidad de sentirlo dentro de mi llenándome y colmandome como solo el sabia hacer.

—Tranquila princesa tenemos toda una vida... hoy quiero disfrutarte demasiado — musito quitando las ultimas prendas, dejándome completamente desnuda ante el — eres tan hermosa.

Quede callada, sus palabras y su mirada me tenían hipnotizada.

—Voy a saborearte entera — no pude evitar jadear al imaginar esa imagen — túmbate mi vida.

Hice lo que el me pedía. Me tumbe en el centro de la inmensa cama retorciéndome al sentir esa mirada tan ardiente en cada parte de mi cuerpo. Cuando comenzó a acercarse sentí que me derretía, cuantas ganas. Cuando llego, se tumbo a mi lado y sus labios se posaron en mi cuello de manera seductora .

—jimin... — suspire al sentirlo tan delicado besando cada sentimiento de la base de mi garganta.

—Pídeme... — susurro con la voz cargada de pasión — pídeme... pídeme.

—Hazlo así... tu sabes como encender... cada rincón de mi cuerpo — gemí cuando lo sentí bajar muy lentamente y se llevo el pezón a la boca — mmmm...

—Eres tan exquisita... — lo sentía gruñir con cada lamida sobre mi pezón, que últimamente estaba mas sensible de lo habitual — amo cada centímetro... de ti.

No pude evitar arquearme al sentirlo tan entregado. Sus labios jugaban con mi pezón y sus manos comenzaron a bajar muy lentamente, antes se detuvo y acaricio mi vientre con verdadera ternura.

Cuando sentí su mano en mi sexo me sentí enloquecer, lo había anhelado tanto a el y a las sensaciones que me hacia sentir en esos momentos tan íntimos.

—Tan húmeda... — lo sentí gemir sobre mi pecho mientras su mano comenzaba a dar leves caricias sobre mi centro haciéndome temblar de pasión.

—Quiero tocarte... — jadee enredando mis manos en su cabello.

—Mas tarde princesa... — lo oí murmurar muy bajito. Su mano dejo de jugar con mi sexo y entonces si comenzó a acariciarlo en círculos haciendo que yo no dejase de gemir ni un solo segundo — me vuelves loco...

El gemía conmigo. Su respiración igual de alterada que la mía y se notaba en la tensión en su voz de lo contenido que estaba. Cuando sentí que su lengua dejaba de jugar con mis pechos para bajar hacia donde su mano se encontraba acariciándome, grite ... me moría de ganas por sentir su boca ahí.

—Estas dos semanas han sido... una tortura — confeso al llegar a mi sexo y con lentitud su lengua comenzó a lamerlo extendiendo toda su humedad alrededor, haciéndome convulsionar de placer — tu sabor es... como una droga para mi.

Su lengua no tenia piedad de mi y entonces de forma mas intensa comenzó a lamerme y succionarme esa parte tan sensible de mi cuerpo, haciendo que no pudiese contenerme un segundo mas y entonces me deje arrastrar por las tórridas sensaciones que producía el orgasmo.

No pude dejar de gritar su nombre en los siguientes minutos sintiendo como todo mi cuerpo expulsaba toda la tensión acumulada de los últimos días. jimin me observaba con la mandíbula apretada mientras yo temblaba de placer.

Su mirada me decía la necesidad que tenia de mi y cuando me sentí con un poco de fuerzas, me incorpore un poco y sentándome sobre mis rodillas.

—Es mi turno — sonreí cuando comenzaba a desnudarlo.

El gruñía muy bajito. Su cuerpo me decía todo lo que había estado soportando minutos antes y era mi turno de complacerlo.

Temblando, lo deje desnudo para mi y una vez mas me sorprendí de lo atractivo que era mi marido, no había otro como el.

—harumi — jadeo al sentir como mi lengua lamia sus labios, su mandíbula, la base de su garganta, hasta bajar a ese magnifico pecho. Jugué con el sintiendo como a jimin a cada segundo se le alteraba mas la respiración y entonces decidí no angustiarlo mas. Mis labios finalmente llegaron a la base de su pene — dios...

Sonriendo, chupe ahí impregnándome de ese sabor tan intimo que era solo mio. De su sabor tan salado y exquisito que me enloquecía. Note la tensión de jimin, sabia que no iba a soportarlo mucho, por eso ayudándolo con su agonía, lo lamí, chupe y succione con mas ansias una y otra vez muriendo por verlo hacerse pedazos en mis brazos.

Lo lamí con sensualidad sintiendo su mirada lujuriosa en mi, hecho que me excitaba mas. Entonces decidí devorarlo sin mas una y otra ves, saboreando la punta de su pene sin piedad para mas tarde lamerla completamente.

—haru... no lo soporto — gimió. Con unas suaves lamidas mas sin dejar de observarlo a los ojos, sentí como todo su ser se tensaba y comenzaba a temblar. Con delicadeza jimin me aparto de el y se dejo ir delante de mi — haru...

Rápidamente mientras dejábamos que los últimos resquicios de placer nos abandonaran, nos abrazamos el uno al otro viviendo el momento. Aunque me sentía satisfecha aun me sentía vacía, necesitaba sentirlo dentro de mi.

—haru — lo oí murmurar cerca de mi oído — ¿Que me pasa?

Asustada, lo mire con confundida al no entender sus palabras.

—Tengo mas ganas de ti — sonreí relajada — me quiero fundir en ti completamente... lo necesito mucho ¿puedes?

Con pasión me apodere de su boca y lo bese con amor, aun en momentos así el pedía y no exigía, no podía amar mas a ese hombre que daba tanto por mi.

Con cuidado se posiciono entre mis piernas sin dejar caer su peso sobre mi. Sus labios no me daban respiro, mis labios lo buscaban con ansiedad y cuando lo sentí entrar en mi, me sentí morir.

Los dos gritemos, jadeamos y gruñimos con cada movimiento, con cada caricia y cada beso. Hicimos el amor con mucha ternura y dulzura a la vez, dejándonos llevar por nuestros sentimientos, por ese amor que era tan inmenso que hasta dolía sentirlo.

Su cuerpo ansiaba al mio con desesperación, mi cuerpo lo reclamaba con anhelo, las embestidas eran cortas y lentas , demasiado placer en un solo día, pero con el jamas seria suficiente. Lo rodee con las piernas para sentirlo hasta lo mas profundo dentro mi y sentí como jimin volvía a tensarse. Sintiéndolo débil en ese momento me contraje contra su miembro haciendo que mi cuerpo comenzara a tensarse junto al suyo. Entonces jimin comenzó a adentrarse en mi de forma mas suplicante y caliente haciendo que las emociones se apoderan de nosotros. Se hundió en mi para luego salir una y otra vez con ese balanceo tan sensual y excitante que derretía.

Esta vez los dos nos dejamos llevar juntos por ese huracán de sensaciones y gritemos juntos nuestra liberación sin decir una sola palabra... pues las palabras habían sobrado en ese momento tan hermoso.

Nuestros cuerpos y nuestras almas lo habían dicho todo, era imposible no sentir ese amor tan puro y verdadero del otro después de ese mágico momento.

Agotados pero satisfechos nos observemos el uno al otro.

—harumi, te amo mas que a mi propia vida — musito sin dejar de mirarme — Es tan inmenso este amor... soy feliz haru. Tenerte a ti y muy pronto a nuestro bebe es lo mas grande que me puede pasar en la vida. Nunca me dejes que olvide eso .

—Te amo — susurre con intensidad acariciando su mejilla — Estaré a tu lado cada día y si algún día te sientes perdido recuerda que estoy aquí, que vivo por y para ti.

Con un hermoso y emocionado beso, nos acurrucamos en los brazos del otro dejándonos llevar por la tranquilidad y felicidad del momento.

POV JIMIN

Cocinar con harru no era cocinar. No habíamos dejados de reírnos pues ella apenas me dejaba hacer nada. Yo me sentía ansioso por compartir cada segundo con ella aun en las cosas tan cotidianas como esa, pero ella en la cocina no jugaba.

—¿Puedo al menos preparar la mesa? — le sonreí dejando un beso en su mejilla.

Ella sonrió burlona, como adoraba sentirla así de feliz y despreocupada.

Mientras servia la mesa pensaba en lo felices que estábamos en esos momentos, todo parecía perfecto y eso a veces me asustaba. Cuando había echo el amor con ella me había sentido desesperado por recordar, vivir y sentir cada segundo vivido... aun no entendía que era ese sentimiento, pero sabia que me atemorizaba.

Cuando ya estaba todo listo nos sentamos a cenar uno frente del otro. El ambiente era perfecto con velas, poca luz y sentir la intimidad de estar solos.

—jimin ¿que planes tienes para mañana? — pregunto con timidez mientras cenábamos.

Era mas hermosa aun cuando se sonrojaba sin motivo alguno.

—Bueno mañana tengo el día libre ¿que es lo que te apetece hacer? — le sonreí con complicidad.

—Me gustaría que comenzáramos con la habitación del bebe — contesto con la mirada iluminada — se que aun es pronto, pero... no puedo contenerme.

Asentí sonriendole. Se veía tan hermosa, ya había recuperado los kilos perdidos desde mi vuelta... ahora sus pechos estaba algo mas redondos y su mirada era diferente desde que estaba embarazada.

— ¿Tienes planeado el color — sentía ganas de jugar con ella — Rosa será el mejor ya que será una niña.

—¿Otra vez con eso? — sonrió — aun es pronto para saberlo y yo sigo soñando con un niño.

—¿Que prefieres? — le pregunte curioso, aun no lo sabia.

—No me importa, solo quiero tenerlo entre mis brazos y mimarlo mucho — una lagrima rodó por su mejilla — Quiero que estés conmigo en esos momentos... cuando nuestro bebe vea por primera vez la luz del día, quiero que nos vea unidos.

—Jamas me perdería eso — conteste extendiendo la mano para acariciar la suya — será el día mas hermoso de nuestra vida.

Ella asintió acariciando mis manos y enseguida me observo divertida.

—Se que quieres que sea niña — asentí ilusionado.

—Me gustaría mucho — confesé emocionado — Lo que venga será recibido con la misma ilusión y felicidad pero me encantaría tener a una nena igual de hermosa que tu, que cuando la mire te vea a ti en ella pero mas pequeña. Quiero mimaros y cuidaros por igual, vais a ser las princesas mas mimadas de este reino .

Los dos nos miramos con complicidad. Eso era algo de lo que los dos no teníamos dudas, ambas serian igual de mimadas... por que una vez mas tenia la certeza de que seria una niña.

.

.

.

Ahora mas tranquilos después de cenar, nos encontrábamos abrazados en nuestro recién estrenado sofá. Habíamos decido ver una película pero haru al momento parecía tan tranquila que supe que se había quedado dormida. Al mirarla no pude evitar sonreír, no estaba equivocado, dormía aferrada a mi cuerpo con su cabeza apoyada en mi pecho. Cuando iba a levantarme para subirla a nuestra habitación, mi celular sonó. Me pareció extraño ya eran mas de media noche.

Era hoseok.

—¿hoseok? — pregunte extrañado.

—jimin tienes que venir ahora mismo — estaba demasiado nervioso — yoona esta muy nerviosa... hemos aguantado todo lo posible para no llamarte antes pero ya esta de casi seis centímetros.

—¿ Esta de parto ? — aun le faltaba un mes— ¿ esta todo bien hoseok ?

—Si, todo bien hermano pero yoona te quiere aquí para que la ayudes en el parto. No sabemos como pero se a adelantado, los médicos dicen que los bebes están listos para salir y es imposible retenerlos mas por que ya ha roto aguas — hablaba angustiado.

—hoseok tranquilízate salgo enseguida — rápidamente colge el celular.

Desde luego era un imbécil por haberle dicho a mi hermano que se tranquilizase, yo no sabia que seria de mi cuando ese momento le llegara a haru. Solo de pensarlo me sentía angustiado.

Con pena por tener que detener su sueño, me acerque a haru y con ternura comencé a despertarla.

—¿haru? — le dije acariciándola — Mi vida despierta, tengo que irme.

Ella rápidamente se incorporo y me observo asustada.

—yoona esta de parto — sonreí al ver su cara descompuesta — en un rato le veremos las caras a esos dos.

—Voy contigo — dijo rápidamente.

—La verdad no me gustaría — acaricie su mejilla — yoona esta muy nerviosa y eso no hará mas que agrandar tu ansiedad y miedos por lo que te espera.

—Por favor —suplico con un puchero — me voy a portar bien.

Cuando me hacia esos pucheros y me observaba con esa mirada tan suplicante era imposible negarle algo.

— Esta bien, vamos — sonreí besando sus labios con dulzura.

.

.

.

El parto había salido bien. Al principio me había encontrado con una yoona gritona y demasiado asustada pero a medida que todo avanzaba se calmada mas, para sorpresa de todos. hoseok había estado a su lado incapaz de estarse quiero por los nervios de la situación, pero al final supo controlarse derramando algunas lagrimas juntos a su mujer al ver las caras de los hermosos Sam y Emily, que ya estaba con nosotros.

Con haru me había preocupado bastante. Sus emociones iban variando en su rostro a medida que veía a yoona . En principio estaba pálida, muy asustada cuando llego y se encontró con yoon gritando allí, luego algo mas tranquila al ver como yoona se iba relajando a medida que avanzaba todo y ya realmente feliz y emocionada al ver las caritas de los famosos hermanos ya conocidos en todo el hospital.

Ahora haru iba de camino a casa a descansar un poco ya que se encontraba muy mareada y fatigada tras la intensa noche, pues ahora eran las nueve de la mañana.

—Son idénticos a hoseok — decía haru divertida tomada de mi mano mientras nos dirigíamos al auto donde esperaban bora y tae para llevarla a casa.

—Yo creo que son idénticos a yoona — ella me observo de nuevo divertida ya que llevábamos un buen rato hablando de los parecidos y no nos poníamos de acuerdo — bueno la verdad son hermosos de igual manera.

haru se acaricio su vientre y me miro emocionada.

—jimin en pocos meses estaremos como ellos... No me imagino ese momento — confeso temblorosa.

—Mi vida ese día voy a morir de angustia — condese con sinceridad.

A unos pasos de la feliz parejita que hacían bora y tae, nos detuvimos .

—Cuando deje todo listo con yoona vuelvo a casa — dije acariciando su mejilla — no te sientas triste cuando menos lo esperes estaré de vuelta, prometo no tardar.

Ella asintió pero sus manos rápidamente se aferraron a mi pecho con con fuerza. Con ansias, sus labios buscaron a mis labios que en un segundo estaban abiertos para ella. Nos besamos con verdadera desesperación, su lengua y la mía entrelazabas se anhelaban con ansiedad y su cuerpo buscaba de nuevo el calor de el mio. Nos besamos como si fuese el ultimo beso que nos pudiésemos dar en mucho tiempo, aun esa extraña sensación se apoderaba de mi cuerpo haciendo que no quisiese soltar a haru jamas. Cuando el beso se fue suavizando volví a hundirme en el sabor de su boca, en ese sabor que deseaba que quedase impregnado que cada parte de mi cuerpo, de mi alma y sobretodo de mi corazón.

Con desgana comenzamos a separarnos, era una emoción extraña la que sentí al volver a observar a haru.

—Te veo enseguida — murmuro con tristeza — te amo mucho.

—Te amo mucho — le respondí con temor — no tardo.

Antes de marcharse volvió a besarme y entonces se dirigió al auto. Me quede observándole y despidiéndome con la mano hasta que la vi desaparecer de mi vista. Ella se había despedido de la misma forma, todo parecía tan extraño hoy...

Estando aun en el garaje sonó mi celular, era el control de seguridad que pedían saber donde me encontraba. Les respondí con un mensaje explicándoles que ya volvía de nuevo, que solo había salido a despedir a mi esposa.

Cuando iba a dirigirme desde el garaje para subir al hospital un frenazo me sobresalto... Al girarme ... ahí estaba ella, esa sensación tan extraña que me había acompañado... hye mi.

—¡¿Donde esta?! — grito desesperada desde el auto, inmediatamente supe que hablaba de haru.

—Ella esta protegida de ti ¡no te atrevas a acercarte a ella! — ella me observo con tristeza al segundo sus ojos se llenaron de lagrimas.

—Te quiero a mi lado... y para eso ella tiene que morir — mi cuerpo se estremeció al oír sus palabras — Voy por ella... enseguida vuelvo por ti y si no la puedo matar a ella... entonces tendré que matarte a ti, lo siento tanto jimin... en esta vida o en la otra me pertenecerás.

Y con esas claras palabras arranco el auto. Desesperado por que pudiese encontrarse con haru en la carretera y chocar contra ella, mande un mensaje a tae mientras cogía el auto y lo arrancaba a una velocidad angustiosa.

tae, hye mi va en busca de haru. Por tu vida mantenla a salvo, voy a intentar detenerla. Avisa a los guardias de seguridad y para el auto en un sitio oculto — jimin.

Desesperado y muerto de miedo, me bebí la carretera hasta dar con el auto de hye mi. La seguí hasta conseguí ponerme a su lado, quedando paralelamente ambos autos.

—¡Detente ! — grite desesperado — ¡déjala en paz, maldita sea!

—Su vida por la tuya — contesto apuntándome con una pistola. Entonces el hermoso y feliz mundo donde vivía se desvaneció ante mi... era mi vida o la de ellas y eso era algo de lo que jamas habría duda, mi vida por la de ellas mil veces.

—¡Adelante! — grite derrumbado. Aun así una sensación de paz de instalo en mi pecho, sabiendo que tras hye mi dar a ese gatillo la vida de haru y de nuestra bebe estarían a salvo. Pues ya hye mi no tenia forma de escapar tras ese disparo.

De repente a lo lejos pude vislumbrar varios autos de policía que se dirigían a nosotros, solo entonces suspire tranquilo... todo estaría bien.

Con rapidez, subí la ventana del auto para evitar el primer disparo de hye mi y pise mas fuerte el acelerador. No, no me iba a dejar vencer ahora, no cuando sabia que haru y nuestro bebe estaba a salvo, yo quería ver como nuestra familia crecía, yo quería estar junto a ellas.

hye mi al ver mi reacción, dejándome sorprendido su coche se dirigió felizmente al mio. Yo intentaba apartarme de su camino, pero su auto tomo la misma velocidad que el mio y entonces sentí un fuerte impacto que destrozo mi cabeza. No sin antes de que todo se volviese oscuridad recordar cada segundo vivido con haru... el día que la conocí, ella en el hospital, la boda, la primera noche juntos, mi ida, mi vuelta, nuestra luna de miel...nuestro bebe.... y ya luego no quedo mas nada de todo eso.

POV HARU

Algo dentro de mi se agitaba con mucha presión, haciéndome presagiar nada bueno. Todo era extraño, tae había parado el auto un buen rato en un lugar oscuro, alegando que bora no se encontraba bien.

Yo me sentía muy nerviosa sin saber porque y cuando llegamos a casa lo único que quería era hablar con jimin. No sabia por que, solo sabia que necesitaba oír su voz.

Cuando estaba buscando el celular en mi bolso sentí unos pasos tras de mi. Rápidamente me volví.

—haru — la voz de tae rompió el silencio de la sala. bora venia detrás con el rostro bañado en lagrimas.

—¡¿Que pasa?! — corrí hacia ellos desesperada.

tae me observo con pena y de sus ojos comenzaron a derramarse miles de lagrimas.

—Tu hermana hye mi... a muerto — una mezcla de sentimientos se arremolinaron en mi interior, pena, dolor, rabia, tristeza, liberación. Llorando me deje caer en el sofá, aunque doliese en el alma lo que mas sentía era alivio, pues sin ella todo iba a estar bien. Llore hasta que no me quedaban mas lagrimas pensando en el dolor que iba a suponer todo esto a mi padre, pero ya mas nada se podía hacer.

—¿Como ha... sido? — pregunte observando como los dos se acercaban cautelosamente a mi.

Comprendía que ellos me querían mucho y por eso sufrían por mi, pero no lograba entender por que estaban llorando de esa forma tan desgarradora que incluso yo, no lo hacia por mi hermana.

—hye mi... colisiono con otro vehículo brutalmente haciendo que quedase atrapada en el, ella ha sufrido mucho antes de morir... haru quiero que estés tranquila por lo que te voy a decir... por favor — suplico tae y vi como bora volvía a desgarrarse con un grito de dolor que hizo que todo mi cuerpo se estremeciese — el auto con el que colisiono...

NO, NO y NO. Los mire atónita entendiendo por que sus reacciones, con el miedo incrustado en el cuerpo, hable.

—D-dime que n-no es jimin — suplique sintiendo como mi mundo se rompía en mil pedazos cuando tae asintió — ¡NOOOOOOO¡ ¡NOOOOO! ¡No puede... ser!

Grite desesperada sintiendo como toda yo me rompía por dentro.

Ya nada seria igual.  


aunque me duela/park jimin/bts/+18/terminadaWhere stories live. Discover now