Capitulo 5

2.9K 67 1
                                    


Capitulo 5

Volví a casa, faltaba poco para la hora de comer. Decidí hacer un arroz al horno para cuando llegase Inma, tenía algo importante que decirle. Había decidido aceptar la proposición de Malú.

Oí la puerta abrirse, y fui en busca de mi chica con una copa de vino, la besé y la acompañé a la cocina.

-El arroz estará listo en 10 minutos.

-¡Vaya! Esto no me lo esperaba... Pero, te conozco, algo pasa.

Le miro, y le suelto todo lo que nos ha dicho el médico del tirón, incluido que Malú ha decidido que era yo la que le acompañase los primeros días a su casa.

-Espera... Lo he entendido mal, ¿verdad? Te vas a ir con ella, ¿a vivir a su casa?

-A vivir tampoco... Solo serán unos días.

-Ya... Unos días. Nos conocemos bien Vanesa.

-¿Que quieres que haga? ¿Que la deje sola?

-No está sola... Tiene una familia, una PAREJA. ¿Lo recuerdas?

Marca la palabra pareja, y asiento. Tiene razón, pero no voy a dejarla sola, está decidido.

-Claro que lo recuerdo, y es lo que pensábamos todos. Que alguien de su familia o Gonzalo fueran con ella, pero Malú ha dicho que vaya yo y...

-Ah! Un momento, o sea que te lo ha dicho ella y tu vas corriendo... Entiendo.

-El doctor dice que ha cogido confianza conmigo porque es la persona que vio al despertar. ¿Qué quieres que haga?

-Que le digas que no.

-No puedo.

-Pues entonces está claro.

Se bebe su copa de vino de un trago, coge su chaqueta y su bolso.

-¿Dónde vas?

-Es mejor que me vaya... Cuando no estés vendré a recoger las cosas.

-¿Cómo? No, no... No te vayas.

-Has elegido. Y siempre la vas a elegir. No quiero ser segundo plato de nadie.

-No eres segundo plato de nadie, y menos mío. Te quiero. Sé que es complicado pero solo serán unos días y todo volverá a la normalidad.

-Ya... ¿Y si no recuerda?

-No digas eso.

-Pues peor, y si recuerda y te manda a la mierda ¿otra vez? No sé si estaré aquí para secarte las lágrimas Vanesa.

Yo me quedo parada en la cocina, n ose que decir, y de fondo escucho como la puerta se cierra.

Sé que tiene razón, cuando lo dejamos no quedamos como amigas aunque encima de un escenario parezca lo contrario. Como aquel 3 de septiembre. Parecía que no había pasado nada, pero si pasó.

Estábamos bien, éramos felices, hasta que empezaron hablar demasiado de nosotras según Malú, y eso le estaba agobiando. Le propuse que lo hiciéramos publico, o simplemente que nos comportáramos como una pareja normal. Pero las dos pensábamos diferentes, así que me dejó.

Ahí es cuando conocí a Inma, y después de unos meses llenos de negrura volví a ser feliz. La música me iba mejor, cada vez la tropa se iba haciendo más grande y se notaba en los conciertos. Y con Malú, dejamos de ser inseparables a comportarnos como dos completas desconocidas.

Pero aquí estoy, haciendo la maleta para irme a cuidarla. Cuando estaba punto de cerrarla, el timbre de mi casa sonó fui abrir y me encontré con Gonzalo.

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a decirte que no te vas a salir con la tuya. Ella es mía.

-Escúchame bien cretino, ella no es de nadie. Y menos tuya... Ojalá se diera cuenta que no vales nada Gonzalo.

Cerré la puerta, y me entro un escalofrió por el cuerpo, este chico se iba superando cada día más y yo le aguantaba cada día menos. Me quité de la cabeza a Gonzalo, termine la maleta y me fui al hospital.

Llegué a la habitación, Malú estaba lista para irse. Sus padres me dijeron que si necesitábamos cualquier cosa les llamará. José me cogió y me aparto un momento de ellos.

-Gracias por quedarte con mi hermana.

-No tienes porque dármelas... De verdad.

-Me quedo mucho más tranquilo si está contigo que con...

-Todos estamos más tranquilos así.

Sonreímos cómplices, sé que a él tampoco le cae muy bien Gonzalo, ni a nadie de su familia por lo que veo. Y me alegro.

Se despiden de nosotras, le dan muchos besos a Malú y ella los acepta encantada. Al fin nos quedamos solas, esperando la alta para irnos.

-Son muy buenas personas.

-Lo son. Los quieres mucho, son tu mayor apoyo en todo.

El médico llega para darnos el papel para irnos, cogió su bolsa y nos diremos al coche aparcado en el mismo parquing del hospital. Nos montamos y me dirijo a la salida.

-Mierda...

-¿Qué pasa?

A lo lejos veo decenas de periodistas que se van acercando al coche. Yo miro a Malú que no entiende nada.

-Estate tranquila, ¿vale?

Asiente con la cabeza, coge con fuerza el asiento y yo tiro adelante con el coche. Se me hace casi imposible poder salir a la carretera ya que se han aferrado al coche como si les fuera la vida en ello.

Consigo salir, y esquivar a los coches que venían detrás de nosotras. Miro a Malú, esta tan nerviosa que decido parar el coche a un lado de la carretera para intentar tranquilizarla. Esta muerta de miedo, le cuesta respirar y no para de llorar.

-¿Quien era toda esa gente? ¿Porque conocen mi nombre? ¿Quien soy Vanesa?

esa(x


Seguir sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora