She Is Dangerous - Stiles Stilinski [2° Temporada - TERMINADA]

[21] Experiment.

Pero no pude ver más porque los otros dos Doctores tomaron mi cabeza y tocaron allí. 

Hasta el momento en que sentí sus dedos, envueltos en cuero, al lado derecho de mi cabeza, no me había dado cuenta de que allí me faltaba pelo. Mi melena rubia rojiza ahora tenía rapada, más bien pelada, ese lado. No era mucho el espacio, y estaba detrás de mi oreja, pero aún así me sentí algo violada al sentir el frío en la piel. 

Me quejé e intenté removerme pero unas cuerdas, o algo parecido a lo que me sujetaba en las camas de Eichen House a la noche, me impidieron revolverme mucho. 

Grité con dolor al sentir como me cortaron la piel de la cabeza y la retiraron rápidamente. 

Liam gritó aún más ante el sonido de mis gritos de dolor y desesperación junto con Hayden. Yo solo podía concentrarme en una cosa. 

El dolor. 

Me desmayé por unos segundos, por tanto dolor. Cuando me desperté estaba un poco menos drogada, pero me sentía débil y mi cabeza poseía un dolor sordo que no me dejaba concentrar. 

Una luz en mis ojos me llamó la atención. 

Los Doctores me estaban iluminando con una luz ultravioleta detrás de mi oreja derecha. Hicieron presión, me dolió como mil demonios pero no reaccioné. No hice ningún movimiento, justo como lo hacía en Eichen House.

Soportaba todo tipo de dolor, aunque sea horrible, en silencio.

- Sus condiciones empeoran... 

Quise temblar ante la voz de uno de ellos, quise temblar ante la voz desesperada de Liam pidiéndoles que ya no nos hagan más daño de fondo. Podía saber que estaba sufriendo, no solo por la voz de dolor que tenía, si no porque sabía que su novia estaba siendo torturada delante suyo. 

Uno de los Doctores se fue de mi rango de visión y al escucha un gruñido salvaje y un golpe de algo cayéndose en el suelo, supe que había golpeado a Liam para dejarlo inconsciente. 

Me revolví como pude pero otro de ellos me sostuvo. Sentí una aguja ingresar a mi cráneo. 

Me quejé un poco pero no reaccioné mucho más, sin hacer esfuerzo, ignorando el dolor, callada, mirada perdida y con un punto fijo. Ese era un estado deprimente.